viernes, 12 de octubre de 2012

Desde el átomo hasta el Arcángel. Un viaje hacia el infinito.


                                    
La opinión más generalizada entre muchos científicos es que el origen del Universo se sitúa hace 15 mil millones de años. Pero lo único seguro es que no se han encontrado indicios de nada anterior, todos los datos de la astrofísica se detienen en la misma frontera. Como siglos atrás detenían el fin del mundo en Finisterre, ahora situamos el principio del Universo hace 15 mil millones de años, tras el cual todo surgió prodigiosamente, como no dejaba de ser menos lógico pensar que tras el horizonte marino encontraríamos la nada.
            ¿Cómo podemos hablar de un Big Bang, de un comienzo, de un verdadero comienzo sino estamos seguros que antes no había nada?. Como no podemos hablar de un fin de la tierra sino hemos explorado que después hay algo más. El Big Bang no es el comienzo del tiempo y del espacio, es sencillamente y ni más ni menos hasta dónde llega nuestro horizonte, el momento en el que nuestros datos comienzan a ser utilizables, el instante 0 que la ciencia toma como tal por comodidad, porque no ha podido llegar más lejos.
Nuestros telescopios nos permiten observar astros a una distancia de 12 mil millones de años de distancia. Los vemos, entonces, en el estado en que se encontraban hace doce mil millones de años.
- Cuando enfocas el telescopio hacia una región del universo observas, entonces, un momento de su historia. Vemos el pasado, en este caso vemos como estaba ese astro hace 12 mil millones de años. Vemos la nebulosa de Orion tal como era a finales del Imperio romano. Y la galaxia de Andrómeda, visible a simple vista, es una imagen que tiene dos millones de años. Si los habitantes de Andrómeda contemplaran en este momento nuestro planeta, lo verían con el mismo desfase: descubrirían la Tierra de los primeros hombres.
            En esta creación explosiva que dicen los científicos los quarks se organizan desde ese supuesto segundo 0, pero se organizan bajo cuatro leyes físicas: la fuerza nuclear suelda los núcleos atómicos; la fuerza electromagnética asegura la cohesión de los átomos; la fuerza de gravedad organiza los movimientos de gran escala -los de las estrellas y galaxias-, y la fuerza débil interviene en el nivel de las partículas que llamamos neutrinos.
            La existencia de estas cuatro leyes físicas da el golpe de gracia filosófico, lógico y racional para demostrar la incapacidad científica de pretender demostrar una explicación del universo sin Dios, sin Creador.
            Leyes que si hubiesen sido diferente en lo más mínimo no habría sido posible tal organización, la vida, etc. Con lo cual se puede decir que la complejidad, la organización y la vida ya estaban desde los primeros instantes del universo, que estaban "inscritas" y previstas en la forma misma de las leyes.

            ¿Para qué fin, porqué existe el universo, porqué existimos.?
            Existimos porque todas las células, conscientes o no, de nuestro organismo, nos ordenan existir. Pero ¿por qué es preciso existir?
¿Por qué, en fin, esa miríada de animales que ya han vivido, nada más hacen que pasar y pasar rápidamente? Han sido sustituidos por otros individuos de la misma especie o de especies diferentes. ¿Por qué?
Desde hace cien millones de siglos hay erizos de mar que aún hoy son encontrados en gran número. No podemos comprender inmediatamente para qué fin, en el inmenso Cosmos, durante millones de siglos, miles de millones de erizos de mar se han venido sucediendo.
Esas oscuras e ínfimas criaturas preparan el futuro del hombre, el de la inteligencia, el del espíritu.
Los seres vivos se han sucedido y han tomado formas cada vez más perfectas para que la inteligencia emergiese.
Tras esos seres hay principios inteligentes viajando durante milenios, emergiendo en el mineral lo observaremos en el vegetal, lo admiraremos en el animal y nos sorprenderemos en el hombre. Y estamos hablando del mismo ser recorriendo todas estas fases.
            ¿Los animales tienen alma? ¿Espíritus de animales? ¿Los animales tienen principio inteligente? 

Cada charla que hemos dado sobre este tema al preguntar al público espírita qué opina siempre suele quedar dividido aproximadamente al 50 por ciento entre los que piensan que si y los que piensan que no.
            Cómo se puede en un tema tan importante mantener este desconocimiento. Las religiones espiritualistas se han caracterizado por presentarnos imágenes vagas y confusas de lo que hay después de la muerte contribuyendo al materialismo por esas imágenes o informaciones imprecisas y abocándonos a la falta de fe. Igualmente estamos condenados a la falta de fe sino comprendemos la realidad del espíritu en toda su magnitud, en todas sus fases. Nuestra fe no moverá montañas sin el alimento del conocimiento, con una mente lúcida habiendo armado todas las piezas del puzle. Nuestros sentidos no nos permiten ver al espíritu con nuestros ojos físicos, pero si podemos contemplar esa imagen cuando tenemos todas las piezas.
            ¿Tienen alma los animales?
Este es el título de uno de los libros de Ernesto Bozzano con 130 casos que lo demuestran.


En el capítulo 4 - Estudiando el Cerebro, del libro en el Mundo Mayor, de André Luiz, se puede leer: "Todo el campo nervioso de la criatura constituye la representación de las potencias periespirituales, gradualmente conquistadas por el ser, a través de milenios y milenios (...)
El cerebro real es un aparato de los más complejos, en el que nuestro yo refleja la vida. A través de él, sentimos los fenómenos exteriores, según nuestra capacidad receptiva, que es determinada por la experiencia; por eso, él varía de criatura a criatura, en virtud de la multiplicidad de las posiciones en la escala evolutiva".
¡Con eso podemos entender más claramente porque las conquistas son individuales e intransferibles!
Conforme se refiere André Luiz, la individualidad ya se define en las células, como "principios inteligentes de aspecto rudimentario (...)" (Evolución en Dos Mundos), y se va afirmando en el progreso evolutivo.
            "Ni siquiera los simios o los antropoides, a camino de su vínculo con el género humano, presentan cerebros absolutamente iguales entre sí. Cada individualidad lo revela según el progreso realizado" (En el Mundo Mayor, cap.4).
            Además, dígase de paso que, no hay como aceptar frente a lo que ha sido expuesto, la idea de que los animales sólo tendrían un alma-grupo.
            Es sin duda uno de los grandes enigmas de la creación, el nacer de la individualidad, y eso ocurrió, en el plano material, con el surgir de ese "algo" que delimitó y contuvo, dentro de sus límites, un tanto de protoplasma. En la célula ese "algo" es la membrana externa que reviste el citoplasma. La célula ya es un individuo y que corresponde a un principio inteligente rudimentario, como comenta André Luiz.

La noción de alma-grupo sólo puede ser entendida como el estado de sintonía y consecuentemente de interacción energética y vibratoria, en que viven seres afines.
Son incluso fragmentos de ese libro, capítulo 3: "El cerebro es el órgano sagrado de manifestación de la mente, en tránsito de la animalidad primitiva para la espiritualidad humana (...)
En síntesis, el hombre de las últimas decenas de siglos representa la humanidad victoriosa, emergiendo de la bestialidad primaria (...)".
            Hablando de individualidad, se han hecho famosos algunos chimpancés, tal como Washoe, Lucy, Lana y otros, estudiados por la pareja de psicólogos Beatrice y Robert Gardner, de la Universidad de Nevada, en los Estados Unidos, por la manera singular de su comportamiento, demostrando inteligencia y sentimientos. Animales que fueron educados para comunicarse con humanos y, entre sí, por lenguaje de signos y gestos.
Además, Carl Sagan les hace, en el libro Los Dragones del Edén, galardonado con el premio Pulitzer un interesante comentario: "Si los chimpancés tienen conciencia, si tienen capacidad de abstración, ¿no deberían ellos tener acceso a aquello que se acordó llamar hasta ahora de derechos humanos? ¿Qué inteligencia habrá de alcanzarse hasta que un asesinato sea considerado un crimen?
¡Qué lejos estamos como humanidad de una ética adecuada con relación a toda la creación!
¿Cuándo abdicaremos de ese absurdo paradigma antropocéntrico, que da prioridad en todo solamente al bienestar del hombre, para adoptar el paradigma biocéntrico, que inspira respeto por la vida y por el sufrimiento de los demás seres?
            Encontramos también En El Mundo Mayor, de André Luiz): "No somos criaturas milagrosas, destinadas al adorno de un paraíso de cartón. Somos hijos de Dios y herederos de los siglos, conquistando valores, de experiencia en experiencia, de milenio en milenio. La crisálida de la conciencia, que reside en el cristal que fluye en la corriente del río, ahí se halla en proceso de liberación; los árboles que se yerguen por centenas de años, soportando los golpes del invierno y calentados por las caricias de la Primavera, están conquistando la memoria; la hembra del tigre lamiendo las crías recién paridas, aprende los rudimentos del amor; el simio, chillando, organiza las facultades de la palabra".
            Así se estructura la casa mental, de experiencia en experiencia, interaccionando con la materia y orientando la organización morfo-funcional del cerebro.
            “El alma duerme en el mineral, sueña en el vegetal, se mueve en el animal y despierta en el hombre"
León Denis
Principio Inteligente
mineral  -  atracción
vegetal  -  sensación
animal  -  instinto
hominal  -   razón
Espíritu
            Así, en el reino mineral, el principio inteligente reflejaría su presencia en las manifestaciones de las fuerzas de atracción y cohesión con que las moléculas se agrupan.
En el reino vegetal, mostraría mayores adquisiciones por el fenómeno de sensibilidad celular.
En el reino animal, el principio inteligente sumaría nuevas adquisiciones reflejadas en los instintos.
En el reino hominal, todo ese caudal de experiencias estaría ensanchado por los nuevos lastres de la concienciación, que traen consigo el razonamiento, la afectividad, la responsabilidad y otras tantas condiciones que caracterizan esta fase.
Pero retomamos la pregunta: ¿Espíritus de animales? ¿Los animales tienen espíritu?
            L.E. 597: "Puesto que, los animales poseen una inteligencia que les confiere cierta libertad de acción, ¿Existe en ellos un principio independente de la materia?
R - Sí, y que sobrevive al cuerpo".

Un principio independiente de la materia y que sobrevive al cuerpo.
            LE 606, nos presenta la indagación crucial: "¿La inteligencia humana y la de los animales emanan de un principio único?"
Respuesta: "Sin lugar a dudas pero, en el hombre, ha recibido una elaboración que la eleva por encima de la del animal".
            Materia y espíritu constituyen los dos elementos generales del universo, estando arriba Dios, el Creador. Esas tres cosas constituyen el principio de cuanto existe, la Trinidad Universal" ( LE 1-27).

En la Creación todo proviene del principio material: la materia, los fluidos, etc, y del principio espiritual: los espíritus y los principios inteligentes que le anteceden.
            En varias oportunidades, Kardec cuestiona a los espíritus, con respecto a eso. Así, les pregunta (LE164) si el principio vital formaría un tercer elemento, además del espíritu y de la materia, al que los espíritus responden negativamente, informando que ese principio tiene su fuente en las modificaciones de la materia universal. También es de Kardec (LE179) la indagación: "Puesto que dos elementos generales hay en Universo: el elemento inteligente y el material, ¿Se podría afirmar que los Espíritus están formados del elemento inteligente, así como los cuerpos inertes se hallan integrados por el elemento material? Y la respuesta es afirmativa.

            Al principio de los años 80, los científicos Jon Ahlquist y Charles Siby descubrieron que el código genético de los seres humanos y de los chimpancés tiene el 98,4% de identidad. En otras palabras, diferimos genéticamente de los chimpancés en tan sólo el 1,6% de nuestras características.
            LE 607A: "Parece, entonces, que ¿el alma habría sido el principio inteligente de los seres inferiores de la creación?
Respuesta: ¿No hemos dicho ya que en la Naturaleza todo se encadena y tiende a la unidad? Es en esos seres, a los que estáis lejos de conocer en su totalidad, donde el principio inteligente se elabora, individualizándose poco a poco, y se ensaya para la vida, conforme hemos afirmado antes... Se trata en cierto modo de una tarea preparatoria, como la de la germinación, a consecuencia de la cual el principio inteligente experimenta una transformación y se convierte en Espíritu. Entonces comienza para él el periodo de humanidad (...)"
Esta respuesta no puede ser más concluyente.
            LE609:" El Espíritu, una vez que ha entrado en el período de humanidad, ¿conserva el Espíritu de lo que antes era? Vale decir, vestigios del estado en que se encontraba durante el período que pudiéramos denominar prehumano?".
Respuesta: "Eso depende de la distancia que separa los dos períodos y del progreso realizado. Durante algunas generaciones él puede tener un reflejo más o menos pronunciado de su primitivo estado primitivo, porque nada en la Naturaleza se hace por transición brusca (...)"
            Encontramos casos interesantes a este respecto, por ejemplo el de Raymond Moody, el famoso autor de Vida después de la Vida, que durante años no aceptó la reencarnación, ni creía en eso de las regresiones hasta que rindiéndose ante la insistencia de una psiquiatra amiga suya aceptó ser sometido a una regresión y finalmente no fueron una sino muchas sesiones en las que llegó a verse en varias encarnaciones anteriores, resultando la curiosidad que en la más lejana que llegaron en esas regresiones se veía subido a un árbol, se veía a sí mismo como un simio. Todas estas regresiones darían lugar después a un libro de su autoría, relatando todo con detalle.

En el cerebro no existe órgano que sea privativo del hombre. Las diferencias del antropoide y del hombre son, en el substrato morfológico, sólo de naturaleza cuantitativa y no cualitativa.
El Homo sapiens sapiens es solamente una especie animal única. Nada hay en ella de tan singular - como afirma la Antropología -que no pueda ser analizado biológicamente como otra especie cualquiera, o el hombre no ha sido hecho especialmente a la imagen y semejanza de Dios o los demás animales (y toda la materia viva) también lo han sido. Al contrario de una especie singular y superior, el hombre es en realidad sólo una especie más (...) Es decir, Charles Darwin sigue imbatido".
            El principio espiritual se acogió en el seno templado de las aguas, a través de los organismos celulares. Durante miles de años, hizo largo viaje en la esponja, pasando a dominar células autónomas, imponiéndoles el espíritu de obediencia y de colectividad, en la organización primordial de los músculos. Experimentó largo tiempo, antes de ensayar los cimientos del aparato nervioso, en la medusa, en el gusano, en el batracio, arrastrándose para emerger del fondo oscuro y fangoso de las aguas, e iniciar sus primeras experiencias ante el sol meridiano.
En el Mundo Mayor-André Luiz
Opinión de André Luiz que como tantas otras vertidas hace más de 50 años van encontrando respaldo en la Ciencia.
            No se habla, en el medio científico, de principio espiritual pero, se habla de vida, y la idea en efecto es esa, de que las primeras manifestaciones de vida en el planeta, surgieron en los "mares templados", expresándose en el protoplasma, un gel formado de materia orgánica. "De esa pasta cósmica, vierte el principio inteligente, en sus primeras manifestaciones (...)", refiere André Luiz, en Evolución en Dos Mundos
"El protoplasma es la base física de la vida", decía Huxley.
            Periespíritu
FLUIDO CÓSMICO UNIVERSAL
   En el periespíritu poseemos todo el arsenal de recursos automáticos que gobiernan a los billones de entidades microscópicas.
            Adquirido muy lentamente por el ser a través de milenios y milenios de esfuerzo y recapitulación en los múltiples campos de la evolución anímica.
            Es en el periespíritu donde encontramos los centros vitales, los chakras según denominaron otras filosofías.
            En esta operación lenta surgen las algas acuáticas dando cobijo al principio inteligente.
Son formas monocelulares casi invisibles que hasta hoy persisten en la Tierra como filtros de evolución primaria. Pasando en este orden a las algas verdes pluricelulares.
De los organismos monocelulares a los organismos complejos comandando células.
Entretanto desarrolla los sentidos.
El tacto con el paso del principio inteligente por las células nucleares con sus impulsos amebianos.
La vista en la sensibilidad del plasma en los flagelos monocelulares expuestos a la claridad solar
El olfato en los animales acuáticos más simples en los cambios de ambiente en que se mueven.
El gusto en las plantas provistas de pelos viscosos destilando jugos.
Y el sexo en las algas que no sólo poseían células masculinas y femeninas atraídas unas a otras sino también un esbozo de epidermis sensible
Inmortalidad de los cromosomas
            Durante miles de siglos el elemento espiritual aprende a nutrirse y preservarse, concentrando en ello todas sus energías.
Repite las operaciones de fotosíntesis. Asimila los primeros mecanismos de la respiración.          Y se va así facultando la entrada en otros reinos superiores donde todos estos procesos serán automáticos.
            "Desde milenios remotos, vivimos todos nosotros, en pesados avatares (...) De la noche de los grandes principios, todavía insondable para nosotros, emergimos para el concierto de la vida (...) ¿En qué esfera estuvimos un día, esperando el florecer de nuestra racionalidad?"
Esos pensamientos de Emanuel, en Emmanuel, capitulo XVII, Sobre los Animales, rescatan la idea de que el Principio Inteligente va "practicando" en la materia, en diferentes formas de vida, y evolucionando.
Y esas diferentes formas de vida, coexistiendo en determinado espacio de tiempo, acaban por interaccionar, de lo que resultan experiencias comunes.
¿Cómo ha sido hasta ahora la historia del surgimiento de esas diferentes formas de vida en nuestro planeta?
            Existe una interesante estrategia, que han inventado para que mejor lo entendamos: es compactar los 15 mil millones de años de existencia del universo, dentro del período de tan sólo un año.
¿Cómo sería reduciéndolo a un año la historia de la aparición de esas diferentes formas de vida en nuestro planeta?
            1 de enero - formación del universo, a partir de la "gran explosión".
A principios de mayo - formación de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
10 de septiembre - surgen el sistema solar y la Tierra.
A finales de septiembre - surge la vida en la Tierra.
Primero de octubre - surgen bacterias y algas unicelulares.
19 de octubre - bacterias inician el proceso de fotosíntesis.
24 de noviembre - surgen los primeros seres vivos unicelulares
poseedores de núcleo celular (eucariontes).
A finales de noviembre - surgen los procesos sexuales en seres unicelulares.
1 de diciembre - hace 1.700 millones de años.
12 de diciembre - surgen las primeras plantas y animales pluricelulares.
16 de diciembre - seres pluricelulares se expanden rápidamente en la Tierra.
17 de diciembre - surgen los primeros seres animales invertebrados portadores de caparazón.
20 de diciembre - surgen los primeros animales con columna vertebral.
21 de diciembre - surgen las primeras plantas terrestres; pequeños anfibios abandonan los mares.
23 de diciembre - surgen las selvas de carbón mineral y surgen los primeros reptiles.
25 de diciembre - surgen los predecesores de los dinosaurios.
27 de diciembre - se desarrollan los primeros mamíferos, a partir de los reptiles.
28 de diciembre - surgen las primeras aves.
29 de diciembre - apogeo de los dinosaurios.
30 de diciembre - extinción de los saurios; inicio de la ascensión de los mamíferos; surgen los primeros primates.
31 de diciembre - surgen los simios y antropoides; aparición de los primeros hombres:
21:40 - surge en África el Australopitecus, el precursor del hombre, hace 3,5 millones de años.
22:50 - uso de las primeras herramientas (por el Homo habilis, la primera especie del género humano, que vivió hace 2 millones de años.
22:57 - surge el Homo eretus - hace 1,8 millones de años.
23:56 - surge el hombre de Neandertal (de la especie Homo sapiens).
23:58:40 - surge el hombre, el Homo sapiens sapiens.
Faltan 4 segundos - nace Jesús.
            Pero entretanto hay una evolución guiada física y moral, unos eslabones perdidos que no hemos encontrado pues no es una evolución que se da solamente en este planeta. El principio inteligente para llegar a ser espíritu pasará por otras especies, por otras formas y vidas que aún estamos lejos de conocer, pero aún así de lo que conocemos contemplamos no sólo la evolución de las especies, que con Darwin y el espírita Rusell Wallace fue contemporánea a la publicación de El libro de los espíritus. Vemos que tras todo ese proceso hay un fin y un destino, un porqué y un para qué, un principio inteligente detrás, evolucionando, creciendo, repitiendo, aprendiendo, y escala a escala, poco a poco, milenio a milenio es merecedor y conquistador de sus logros. 15 mil millones de años que el hombre pretende mirar pero aún no ve, pretende explicar pero aún no comprende, pero que representan la huella indeleble de Dios, de la Evolución, del fin contundente de marchar hacia la inteligencia, hacia el mundo moral.
            En cuanto a la reencarnación de los animales se ha preguntado al espíritu Álvaro si los animales establecen lazos duraderos entre sí. "Sí, dijo él, existe una atracción entre los animales, tanto en aquellos que forman grupos como en aquellos que se reencarnan ya domesticados.
Procuramos colocar juntos espíritus que ya convivieron, lo que facilita la aparición y la elaboración de sentimientos".
Los animales crean lazos afectivos no sólo entre sí, sino también con los seres humanos, de eso tenemos pruebas todos los días.
            Chico Xavier poseía un perro de nombre Don Pedrito, que quería mucho. Don Pedrito fue atropellado y murió, para desconsuelo de Chico, que mucho lamentó lo ocurrido. Un tiempo después, Chico andaba por la calle cuando se dio cuenta que era perseguido por un perrito. Surge entonces Emmanuel, el mentor del médium, que le dice: - Chico, espera y fíjate en este perrito. ¡Es Don Pedrito que vuelve a tí! Chico recogió afectuosamente al perrito y le dio el nombre de Brinquinho.
Los miércoles, conforme cuenta Chico, mientras él iba a recibir mensajes, Brinquinho aparecía por allí. Golpeaba la puerta, esperaba, a que Chico la abriera y se tumbaba quietecito, mientras el trabajo de psicografía se desarrollaba. Cuando todo finalizaba, Brinquinho se levantaba y aguardaba a  que Chico abriera la puerta.
Chico le comentó a la Dra. Marlene, que el espíritu André Luiz lo llevó a un mundo más avanzado que el de la Tierra, donde los habitantes reúnen a los monos más inteligentes y los entrenan para los trabajos más físicos.

Sobre la reencarnación de animales muy queridos por sus dueños, tenemos el testimonio del sr. Gregorio Benevenuto da Silva, conocido por "Tito". El sr. Tito, espírita desde los once años, ahora tiene más de 40 trabaja en un grupo espírita muy conocido, poseía un perro pastor de nombre Leáo, de singular inteligencia y también muy bravo, que a los cinco años murió envenenado. Tenían un fuerte vínculo, motivo por el cual todos en la familia sufrieron demasiado con la pérdida de Leáo. El Sr. Tito estaba decidido a no tener ningún animal más, y así transcurrieron tres años. Un día, tuvo que ir a una tienda de productos agropecuarios, y allí halló algunos cachorros de la raza pastor alemán, que estaban a la venta, en una jaula. Uno de los cachorros le llamó la atención, pues enseguida que lo vio empezó a ladrar desesperadamente. Se quedó intrigado, porque había unas seis personas alrededor de la jaula, todas jugaban con los perritos, excepto él que no quería dejarse involucrar. Así que, disimuló cuanto pudo pero, vencido por la insistencia del cachorro, terminó por no resistir y lo llevó a su casa. Era un miércoles, alrededor de las tres de la tarde, y la llegada del perrito a la casa fue una gran fiesta. Por la noche del mismo día, Don Tito fue a la Casa do Caminho, a dirigir el trabajo de desobsesión como siempre lo hacía. Uno de los médiums, el Señor Manuel de Aquino, que viene a ser sobrino de Eurípides Barsanulfo, recibió el espíritu que se identifica como Max. Sin que nadie supiera nada de lo ocurrido, max hizo referencia al animalito que Don Tito había llevado a casa aquel día, revelando tratarse de Leáo, que había vuelto. Explicó incluso que el amor dedicado por la familia a ese animal había posibilitado su regreso.
Él ahora se llama Gibran y hasta donde sabemos, vive feliz y satisfecho al lado del Señor Tito, igualmente feliz y satisfecho.
¿Por qué existen los animales?
            Pienso que basta entender que ellos existieron y existen por razones intrínsecas a sí mismos, la materia compartiendo con el Principio Inteligente, su evolución.
La verdad es inexorable: ¡somos nosotros que ya existimos en ellos!
No hay animales de un lado y nosotros, seres humanos, de otro.
Somos todos espíritus en la vivencia de los infinitos escalones del proceso evolutivo, del cual los seres humanos de este ínfimo planeta, por mucho que su pretensión así lo desee, no representan el punto final.
            En el libro Memorias del Padre Germán, de Amalia Domingo Soler, se halla registrada la lealtad de otro perro, Sultán, que durante años acompañó al padre Germán en todas las actividades, haciéndose, incluso, gran amigo de los niños de su aldea. Es admirable el modo como el padre Germán se refiere al perro:

- ¡Ah Sultán, Sultán! ¡qué hermosa inteligencia poseías! ¡Cuánta dedicación te merecía mi persona! ¡Te perdí, y perdí en ti mi mejor amigo! Otrora, cuando me recogía en mi choza; cuando, prosternado ante el oratorio, rezaba con lágrimas; cuando lamentaba las persecuciones que sufría, era él quien me escuchaba estático, sin nunca aburrirse con mi compañía. Su mirada buscaba siempre la mía y, cuando en las puertas de la muerte, lo vi reclinar la cabeza en mis rodillas, buscar el calor de mi cuerpo, fue cuando en su mirada se extinguió la llama misteriosa que arde en todos los seres de la Creación.
            Pero esa llama misteriosa que arde en todos los seres de la Creación no se extingue sólo se traslada, sobrevive a la muerte, se ensaya en la vida y adquiere en el hombre el principio de la vida moral. Esa marcha continua sometida a las leyes del progreso le conducirán a la sabiduría, al Amor, al Espíritu Puro.
            El alma, dijimos, viene de Dios; es, en nosotros, el principio de la inteligencia y de la vida. Esencia misteriosa, escapa al análisis, como todo cuanto dimana del Absoluto. Creada por amor, creada para amar, tan insignificante que puede ser encerrada en una forma cobarde y frágil, tan grande que, con un impulso de su pensamiento, abarca el Infinito, el alma es una partícula de la esencia divina proyectada al mundo material.
Desde la hora en que cayó en la materia, hemos contemplado el camino que siguió para remontar hasta el punto actual de su carrera. Precisó pasar por vías oscuras, revestir formas, animar organismos que dejaba al salir de cada existencia, como se hace con un vestuario inútil. Todos estos cuerpos de carne perecieron, el soplo de los destinos les dispersó las cenizas, mas el alma persiste y permanece en su perpetuidad, prosigue su marcha ascendente, recorre las innumerables estaciones de su viaje y se dirige hacia un fin grande y apetecible, un fin que es la perfección.
El alma contiene en estado virtual, todos los gérmenes de su desarrollo futuro. Está destinada a conocer, adquirir y poseer todo. Para realizar sus fines, tiene que recorrer, en el tiempo y el espacio, un campo sin límites.        
El objetivo de la evolución, la razón de ser de la vida no es la felicidad terrestre, como muchos erróneamente creen, y sí el  perfeccionamiento de cada uno de nosotros, y ese perfeccionamiento debemos realizarlo por medio del trabajo, del esfuerzo, de todas las alternativas de la alegría y del dolor, hasta que nos hayamos desarrollado completamente y elevado al estado celeste. El dolor, físico y moral, forma nuestra experiencia. La sabiduría es el premio.
Poco a poco el alma se eleva y, conforme va subiendo, en ella se va acumulando una suma siempre creciente de saber y virtud; se siente más estrechamente unida a sus semejantes;  se comunica más íntimamente con su medio social y planetario. Elevándose cada vez más, no tarda en unirse por lazos pujantes a las sociedades del Espacio y después al Ser Universal.
Así, la vida del  ser consciente es una vida de solidaridad y libertad. Libre dentro de los límites que le señalan las leyes eternas, se constituye en arquitecto de su destino. Su  adelantamiento es obra suya. Ninguna fatalidad lo oprime, salvo la de sus propios actos, cuyas consecuencias recaen en él; mas, no puede desarrollarse y medrar sino en la vida colectiva con el recurso de cada uno y en provecho de todos. Cuanto más sube, tanto mas se siente vivir y sufrir en todos y por todos. En la necesidad de elevarse a sí mismo, atrae a sí, para hacerlos llegar al estado espiritual, a todos los seres humanos que pueblan los mundos donde viviera. Quiere hacer por ellos lo que por él hicieran sus hermanos más viejos, los grandes Espíritus que lo guiaran en su marcha.
La materia es el obstáculo útil; provoca el esfuerzo y desarrolla la voluntad; contribuye para la ascensión de los seres, imponiéndoles necesidades que los obligan a trabajar. ¿Cómo, sin el dolor, habríamos de conocer la alegría; sin la sombra, apreciar la luz; sin la privación, saborear el bien adquirido, la satisfacción alcanzada? Aquí esta la razón del por qué encontramos dificultades de toda suerte en nosotros y a nuestro alrededor.
            Es la ley del esfuerzo, ley suprema, por la cual el ser se afirma, triunfa y se desarrolla; es la magnífica epopeya de la Historia, la lucha exterior que llena el mundo. La lucha inferior no es menos conmovedora. Cada vez que renace, tendrá el Espíritu que acomodar, de adecuar el nuevo envoltorio material que le va a servir de morada y hacer de él un instrumento capaz de traducir, de expresar las concepciones de su genio. A pesar de las decepciones, de las derrotas, a través de las existencias renovadas, el alma consigue desarrollar  sus elevadas facultades.
Hay en nosotros una sorda aspiración, una íntima energía misteriosa que nos encamina hacia las alturas, que nos hace tender hacia destinos cada vez más elevados, que nos impele hacia  lo Bello y para el Bien. Es la ley del progreso, la evolución eterna, que guía a la Humanidad a través de las edades y aguijonea a cada uno de nosotros, porque en la Humanidad son las mismas almas, que, de siglo en siglo, vuelven para proseguir, con la ayuda de nuevos cuerpos, preparándose para mundos mejores, en su obra de perfeccionamiento.
            La ley del progreso no se aplica solamente al hombre; es universal. Hay en todos los reinos de la Naturaleza, una evolución que fue reconocida por los pensadores de todos los tiempos. Desde la célula verde, desde el embrión errante, boyando a flor de las aguas, la cadena de las especies se ha desarrollado a través de series variadas, hasta nosotros.
Cada eslabón de esa cadena representa una forma de la existencia que conduce a una forma superior, a un organismo más rico, más bien adaptado a las necesidades, a las manifestaciones crecientes de la vida; mas, en la escala de la evolución, el pensamiento, la conciencia y la libertad sólo aparecen pasados muchos grados. En la planta, la inteligencia dormita; en el animal, sueña; sólo en el  hombre despierta, se conoce, se posee y se vuelve consciente; a partir de ahí, el progreso, de alguna suerte fatal en las formas inferiores de la Naturaleza, sólo se puede realizar por el acuerdo de la voluntad humana con las leyes Eternas.
La teoría de la evolución debe ser completada por la de la Percusión, o sea, por la acción de las potencias invisibles, que activa y dirige esta lenta y prodigiosa marcha ascensional de la Vida del Globo. El hombre, nos demuestra la embriogenia, es la síntesis de todas las formas vivas que lo precedieran, el último eslabón de la larga cadena de vidas inferiores que se extiende a través de los tiempos. Más, eso es apenas el aspecto exterior del problema del origen, mientras que amplio e imponente es el aspecto interior. Así como cada nacimiento se explica por la bajada a la carne de un alma que viene del Espacio, así también la primera aparición del hombre en el Planeta debe ser atribuida a una intervención de las Potencias invisibles que generan la vida.
La evolución de los mundos y de las almas es regida por la Voluntad Divina, que penetra y dirige toda la Naturaleza, mas la evolución física es una simple preparación para la evolución psíquica y la ascensión de las almas prosigue mucho más allá de la cadena de los mundos materiales.
Nuestro Globo es como una arena donde se traban batallas incesantes.
En su prodigiosa fecundidad, genera nuevos seres; mas luego la muerte siega en sus filas cerradas. Esa lucha, horrenda a primera vista, es necesaria para el desarrollo del principio de vida, dura hasta el día en que un rayo de inteligencia viene a iluminar las conciencias adormecidas. Es en la lucha que la voluntad se perfecciona y afirma; es del dolor que nace la sensibilidad.
Emerger grado a grado del abismo de la vida para tornarse Espíritu, genio superior, y esto por sus propios méritos y esfuerzos, conquistar el futuro hora a hora, ir liberándose día a día un poco más de la ganga de las pasiones, liberarse de las sugestiones del egoísmo, de la pereza, del desánimo, rescatarse poco a poco de sus flaquezas, de su ignorancia, ayudando a sus semejantes a rescatarse a su vez, arrastrando  todo  el  medio  humano  hacia  un  estado superior, tal es el papel distribuido a cada alma.
El canto de gloria, el himno de la vida infinita llena los espacios, sube desde el fondo del alma de las ruinas y de las tumbas. Sobre los destrozos de las civilizaciones extintas brotan flores nuevas. Se efectúa la unión entre las dos humanidades, visible e invisible, entre aquellos que pueblan la Tierra y los que recorren el Espacio. Sus voces llaman, se responden unas a otras, y esos rumores, esos murmullos, vagos y confusos todavía para muchos, se vuelven para nosotros el mensaje, la palabra vibrante que afirma la comunión de amor universal.
            Tal es el carácter complejo del ser humano - espíritu, fuerza y materia, en quien se resumen todos los elementos constitutivos, todas las potencias del Universo. Todo lo que está en nosotros está en el Universo y todo lo que está en el Universo se encuentra en nosotros. Por el cuerpo fluídico y por el cuerpo material el hombre está unido a la inmensa estructura de la vida universal; por el alma, a todos los mundos invisibles y divinos. Tenemos en nosotros el instinto de la animalidad más o menos comprimido por el largo trabajo por las pruebas de las existencias pasadas y tenemos también la crisálida del ángel, del ser radiante y puro, que podemos venir a ser por la impulsión moral, por las aspiraciones del corazón y por el sacrificio constante del "yo". Tocamos con los pies las profundidades sombrías del abismo y con la frente las alturas fulgurantes del cielo, el imperio glorioso de los Espíritus.

Y así hasta el infinito.

Salvador Martín