lunes, 2 de febrero de 2015

Fisiologia de la reencarnación


Fisiologia da reencarnação
Fisiologia de la reencarnación

Parte 1


O estudo do processo de reencarnação dos Espíritos pode ser feito, de forma didática, a partir do exame de cinco indagações: Para que reencarnamos? Por que reencarnamos? Quando reencarnamos? Onde reencarnamos? Como reencarnamos?
El estudio del proceso de reencarnación de los Espíritus puede ser hecho, de forma didáctica, a partir del examen de cinco preguntas: ¿Para qué reencarnamos? ¿Por qué reencarnamos? ¿Cuándo reencarnamos? ¿Dónde reencarnamos? ¿Cómo reencarnamos?

1 - Para que reencarnamos?
1 - ¿Para qué reencarnamos?

Emmanuel, através da mediunidade de Chico Xavier, coloca a reencarnação como um impositivo natural , ou seja, uma condição à qual o Espírito não pode furtar-se, um determinismo evolutivo, estabelecido por leis específicas. Para que o princípio inteligente, criado simples e ignorante, se identifique com o projeto de perfectibilidade, que lhe é inato, é imperativo que se submeta, durante longo período de sua história, à lei da reencarnação. Esta é uma lei natural, cósmica, espiritual e biológica, inerente a todos os seres, que tem como finalidade o desenvolvimento do princípio espiritual. 
Emmanuel, a través de la mediumnidad de Chico Xavier, coloca la reencarnación como un impositivo natural i, o sea, una condición a la cual el Espíritu no puede eludirse, un determinismo evolutivo, establecido por leyes específicas. Para que el principio inteligente, creado simple e ignorante, se identifique con el proyecto de perfectibilidad, que le es innato, es imperativo que se someta, durante largo periodo de su historia, a la ley de la reencarnación. Esta es una ley natural, cósmica, espiritual y biológica, inherente a todos los seres, que tiene como finalidad el desarrollo del principio espiritual. 
Segundo Kardec:
Según Kardec:
[...] a reencarnação surge como uma necessidade absoluta, como condição inerente à humanidade; numa palavra: como lei da Natureza.
[...] la reencarnación surge como una necesidad absoluta, como condición inherente a la humanidad; en una palabra: como ley de la Naturaleza. ii  
 E ainda o codificador:
Y aún el codificador:
 A passagem dos Espíritos pela vida corporal é necessária para que eles possam cumprir, por meio de uma ação material, os desígnios cuja execução Deus lhes confia. É-lhes necessária, a bem deles, visto que a atividade que são obrigados a exercer lhes auxilia o desenvolvimento da inteligência.
El paso de los Espíritus por la vida corporal es necesario para que ellos puedan cumplir, por medio de una acción material, los designios cuya ejecución Dios les confía. Les es necesaria, para bien de ellos, ya que la actividad a que son obligados a ejercer les auxilia el desarrollo de la inteligencia. iii
E também Kardec:
Y también Kardec:
Para o Espírito do selvagem, que está apenas no início da vida espiritual, a encarnação é um meio de ele desenvolver a sua inteligência [...] aquele que trabalha ativamente pelo seu progresso moral, além de abreviar o tempo da encarnação material, pode também transpor de uma só vez os degraus intermédios que o separam dos mundos superiores.
Para el Espíritu del salvaje, que está sólo en el inicio de la vida espiritual, la encarnación es un medio de él desarrollar su inteligencia [...] aquel que trabaja activamente por su progreso moral, además de abreviar el tiempo de la encarnación material, puede también transponer de una sola vez los grados intermedios que lo separan de los mundos superiores. iv
2 - Por que reencarnamos?
2 - ¿Por qué reencarnamos?

A literatura mediúnica mostra-nos que a evolução se verifica também na dimensão espiritual. Por que então a obrigatoriedade das experiências na dimensão física? Não poderia o princípio inteligente desenvolver todas as suas potencialidades exclusivamente na dimensão espiritual?  Isso não é possível, e pode ser explicado em razão de determinadas características particulares da dimensão física, que a diferenciam da dimensão espiritual. Essas características tornam as experiências na dimensão física essenciais ao desenvolvimento das potencialidades do Espírito.
La literatura mediúmnica nos muestra que la evolución se verifica también en la dimensión espiritual. ¿Por qué entonces la obligatoriedad de las experiencias en la dimensión física? ¿No podría el principio inteligente desarrollar todas sus potencialidades exclusivamente en la dimensión espiritual?  Eso no es posible, y puede ser explicado en razón de determinadas características particulares de la dimensión física, que la diferencian de la dimensión espiritual. Esas características hacen las experiencias en la dimensión física esenciales al desarrollo de las potencialidades del Espíritu.
dimensão física se diferencia da dimensão espiritual pelos seguintes aspectos:
La dimensión física se diferencian de la dimensión espiritual por los siguientes aspectos:
1-               A inserção em um ciclo vital que é próprio da biologia reencarnatória: nascer, crescer, reproduzir-se, criar filhos, envelhecer, vivenciar enfermidades que são exclusivas da vida física.
1-      La inserción en un ciclo vital que es propio de la biología reencarnatoria: nacer, crecer, reproducirse, crear hijos, envejecer, vivir enfermedades que son exclusivas de la vida física.
2-               A luta pela vida: a inserção na dimensão física coloca o Espírito em um meio em que a atividade e o trabalho são praticamente obrigatórios, do contrário, vem a fome, a doença e a morte. Tal estado de coisas não parece existir na dimensão espiritual.
2-      La lucha por la vida: la inserción en la dimensión física coloca al Espíritu en un medio en que la actividad y el trabajo son prácticamente obligatorios, de lo contrario, viene el hambre, la enfermedad y la muerte. Tal estado de cosas no parece existir en la dimensión espiritual.
3-               período da infância tornando o Espírito mais acessível ao burilamento de seu caráter, através da educação e dos bons exemplos dos pais, professores e outras pessoas podem auxiliar na transformação moral da individualidade. Não existe infância, como a conhecemos, na erraticidade.
3-      El periodo de la infancia haciendo al Espíritu más accesible al perfeccionamiento de su carácter, a través de la educación y de los buenos ejemplos de los padres, profesores y otras personas pueden auxiliar en la transformación moral de la individualidad. No existe infancia, como la conocemos, en la erraticidad.
4-               esquecimento do passado, que permite à individualidade conviver com seus desafetos, sem recordar-se dos desatinos perpetrados reciprocamente. Tais recordações poderiam reviver animosidades, criando embaraços à harmonização dos relacionamentos.
4-      El olvido del pasado, que permite a la individualidad convivir con sus desafectos, sin acordarse de los desatinos perpetrados recíprocamente. Tales recuerdos podrían revivir animosidades, creando obstáculos a la armonización de las relaciones.
5-               A convivência com pessoas de nível evolutivo diferente. Na dimensão espiritual, a lei de sintonia é absoluta. Os iguais se buscam na imensidão do espaço e vivem entre si. Na dimensão física, isso não se dá – vivem todos em um “balaio de gato”. A convivência na diversidade estimula o progresso. Os que se acham em condição evolutiva inferior têm, em seus superiores, o exemplo e o estímulo para a auto-superação. Os últimos encontram, na convivência com os primeiros, oportunidades para exercitar a tolerância, a paciência e a perseverança.
5-      La convivencia con personas de nivel evolutivo diferente. En la dimensión espiritual, la ley de sintonía es absoluta. Los iguales se buscan en la inmensidad del espacio y viven entre sí. En la dimensión física, eso no se da – viven todos en una “cesta de gato”. La convivencia en la diversidad estimula el progreso. Los que se hallan en condición evolutiva inferior tienen, en sus superiores, el ejemplo y el estímulo para la auto-superación. Los últimos encuentran, en la convivencia con los primeros, oportunidades para ejercitar la tolerancia, la paciencia y la perseverancia.

3 - Quando reencarnamos?
3 - ¿Cuándo reencarnamos?

Considerando a condição de a individualidade encontrar-se na dimensão espiritual, que fatores determinam o momento em que seu retorno ao cenário físico deverá verificar-se?
Considerando la condición de la individualidad encontrándose en la dimensión espiritual, ¿qué factores determinan el momento en que su retorno al escenario físico deberá verificarse?
Em O Livro dos Espíritos se lê:
En El Libro de los Espíritus se lee:
[...] a fatalidade só consiste nestas duas horas: aquelas em que deveis aparecer e desaparecer neste mundo. 
[...] la fatalidad sólo consiste en estas dos horas: aquellas en que debéis aparecer y desaparecer en este mundo. v
Os Benfeitores colocam, então, o momento em que devemos aparecer no mundo, ou seja, a reencarnação, como uma fatalidade, algo que está determinado por princípios bem definidos. Isso porque a reencarnação é uma necessidade da vida espiritual, como a morte é uma necessidade da vida corporal. Assim os Espíritos pressentem a época em que reencarnarão como o cego sente o fogo que se aproxima. Embora nem todos se preocupem com ela, pois há os que não pensam nela e que nem mesmo a compreendem cedo ou tarde o Espírito sente a necessidade de progredir, pois a condição de desencarnado não pode se prolongar indefinidamente.
Los Benefactores colocan, entonces, el momento en que debemos aparecer en el mundo, o sea, la reencarnación, como una fatalidad, algo que está determinado por principios bien definidos. Eso es porque la reencarnación es una necesidad de la vida espiritual, como la muerte es una necesidad de la vida corporal. Así los Espíritus presienten la época en que reencarnaran como el invidente siente el fuego que se aproxima. Aunque no todos se preocupen con ella, pues están los que no piensan en ella y que ni aún la comprenden pronto o tarde el Espíritu siente la necesidad de progresar, pues la condición de desencarnado no puede prolongarse indefinidamente.
Acredita o psiquiatra e escritor espírita Jorge Andréa que a “estrutura energética do Espírito”, com o passar dos anos na dimensão espiritual, vai tendo maior dificuldade em se “recarregar”, impossibilitando a permanência da individualidade desencarnada na dimensão espiritual, por um período de tempo superior à sua capacidade de renovação fluídica. Quanto mais primitiva for a condição evolutiva da entidade espiritual, mais brevemente deverá retornar à dimensão física. Ocorre, segundo ele, um desgaste progressivo das “unidades energéticas”, que passam a “vibrar mais lentamente”. Os Espíritos menos evoluídos, estando mais necessitados do retorno à gleba planetária, reencarnariam com intervalo de tempo menor; os mais evoluídos reencarnariam com maior intervalo de tempo, pela possibilidade de mais fácil aquisição de material necessário ao metabolismo do psicossoma e por possuírem, em potencial, qualidades energéticas que lhe permitiriam "viver" mais tempo no estágio dimensional em que se encontram. 
Cree el psiquiatra y escritor espírita Jorge Andréa que la “estructura energética del Espíritu”, con el pasar de los años en la dimensión espiritual, va teniendo mayor dificultad en  recargarse”, imposibilitando la permanencia de la individualidad desencarnada en la dimensión espiritual, por un periodo de tiempo superior a su capacidad de renovación fluídica. Mientras más primitiva sea la condición evolutiva de la entidad espiritual, más brevemente deberá volver a la dimensión física. Ocurre, según él, un desgaste progresivo de las “unidades energéticas”, que pasan a “vibrar más lentamente”. Los Espíritus menos evolucionados, estando más necesitados del retorno a la superficie planetaria, reencarnarían con intervalo de tiempo más pequeño; los más evolucionados reencarnarían con mayor intervalo de tiempo, por la posibilidad de más fácil adquisición de material necesaria al metabolismo del psicosoma y por poseer, en potencia, cualidades energéticas que le permitirían "vivir" más tiempo en el estadio dimensional en que se encuentran. 
O tempo de permanência do Espírito desencarnado na dimensão espiritual é, segundo André Luiz, diretamente proporcional à sua condição evolutiva:
El tiempo de permanencia del Espíritu desencarnado en la dimensión espiritual es, según André Luiz, directamente proporcional a su condición evolutiva:
A percentagem de tempo no plano espiritual para as criaturas de evolução mediana varia com o grau de aproveitamento de tempo no estágio recente que desfrutaram no corpo físico. Quão mais vasta a provisão de conhecimento e maior a aquisição de virtudes, por parte do Espírito, mais largo período desfruta na Esfera Superior para obtenção de mais nobres recursos para mais alta ascensão. 
El porcentaje de tiempo en el plano espiritual para las criaturas de evolución mediana varía con el grado de aprovechamiento de tiempo en el estadio reciente que disfrutaron en el cuerpo físico. Cuánto más vasta la provisión de conocimiento y mayor la adquisición de virtudes, por parte del Espíritu, más largo periodo disfruta en la Esfera Superior para obtención de más nobles recursos para más alta ascensión. vii     
À medida, então, que as vibrações espirituais se tornam mais “pobres”, em decorrência de uma espécie de “enfraquecimento espiritual”, comenta Jorge Andréa, observa-se uma redução progressiva das atividades do Espírito. Essa condição leva-o a um estado de torpor e fraqueza progressiva. A lei de causa e efeito, por mecanismos desconhecidos, o impele à vinculação ao aparelho genésico de uma mulher em idade fértil, com a qual o mesmo se relaciona por elos de afinidade espiritual. Desencadeia-se assim o mecanismo reencarnatório automático por necessidade imperiosa da entidade desencarnada de retornar à dimensão física, por absoluta falta de condições fisiopsíquicas de manter-se distante das vibrações materiais.
A medida, entonces, que las vibraciones espirituales se hacen más “pobres”, en el transcurso de una especie de “debilitamiento espiritual”, comenta Jorge Andréa, se observa una reducción progresiva de las actividades del Espíritu. Esa condición lo lleva a un estado de sopor y flaqueza progresiva. La ley de causa y efecto, por mecanismos desconocidos, lo impulsa a la vinculación al aparato genésico de una mujer en edad fértil, con la cual él mismo se relaciona por hilos de afinidad espiritual. Se desencadena así el mecanismo reencarnatorio automático por necesidad imperiosa de la entidad desencarnada de volver a la dimensión física, por absoluta falta de condiciones fisiopsíquicas de mantenerse distante de las vibraciones materiales.
Léon Denis esclarece, em Depois da morte:
León Denis esclarece, en Después de la muerte:
Quando chega a ocasião de reencarnar, o Espírito sente-se arrastado por uma força irresistível, por uma misteriosa afinidade, para o meio que lhe convém.
Cuando llega la ocasión de reencarnar, el Espíritu se siente arrastrado por una fuerza irresistible, por una misteriosa afinidad, para el medio que le conviene.
E ainda Denis:
Y aún Denis:
As leis inflexíveis da Natureza, ou antes, os efeitos resultantes do passado, decidem da reencarnação. O Espírito inferior, ignorante dessas leis, pouco cuidadoso de seu futuro, sofre maquinalmente a sua sorte e vem tomar o seu lugar na Terra sob o impulso de uma força que nem mesmo procura conhecer.
Las leyes inflexibles de la Naturaleza, o antes, los efectos resultantes del pasado, deciden la reencarnación. El Espíritu inferior, ignorante de esas leyes, poco cuidadoso de su futuro, sufre maquinalmente su suerte y viene a tomar su lugar en la Tierra bajo el impulso de una fuerza que ni el mismo busca conocer.
A hipótese apresentada por Jorge Andréa, segundo a interpretação que faz de algumas citações de Kardec e André Luiz, nos permite traçar um paralelo entre a necessidade de renovação do corpo físico que se dá com a morte física e a equivalente necessidade de renovação do corpo espiritual com a reencarnação. O vestuário físico de que se vale o Espírito enquanto encarnado se deteriora com o envelhecimento e as enfermidades, advindo daí a desencarnação. De forma semelhante, o corpo espiritual, impossibilitado de renovar-se indefinidamente na dimensão espiritual, necessita refazer-se, através do regresso à dimensão material.
La hipótesis presentada por Jorge Andréa, según la interpretación que hace de algunas citas de Kardec y André Luiz, nos permite trazar un paralelo entre la necesidad de renovación del cuerpo físico que se da con la muerte física y la equivalente necesidad de renovación del cuerpo espiritual con la reencarnación.
Importante considerar que, em muitas ocasiões, o processo reencarnatório é efetivado bem antes do esgotamento dos recursos fisiopsíquicos, pois Espíritos lúcidos e almas mais evoluídas podem direcionar o processo encarnatório de seus tutelados, fazendo com que retornem à gleba planetária, em encarnações previamente organizadas, gerenciando todo o processo.
Importante considerar que, en muchas ocasiones, el proceso reencarnatorio es realizado bien pronto del agotamiento de los recursos fisiopsíquicos, pues Espíritus lúcidos y almas más evolucionadas pueden dirigir el proceso encarnatorio de sus tutelados, haciendo que vuelvan a la superficie planetaria, en encarnaciones previamente organizadas, dirigiendo todo el proceso.

4 - Onde reencarnamos?
4 - ¿Dónde reencarnamos?

Os Espíritos formam famílias espirituais, cujos elos se devem a tendências e características comuns. A necessidade de estarem juntos faz com que eles se busquem, movidos por forças inconscientes. Kardec, examinando as relações entre indivíduos, perguntou aos Espíritos Superiores se os encontros, que costumam dar-se, de algumas pessoas e que comumente se atribuem ao acaso, não serão efeito de certa relação de simpatia? Eles responderam que entre os seres pensantes há ligação que ainda não conhecemos, e que o magnetismo é o piloto desta ciência, que mais tarde compreenderemos melhor.Relações magnéticas, ignoradas por nós, ligam os Espíritos uns aos outros, e o Espírito reencarnante tenderá a vincular-se a Espíritos “simpáticos” domiciliados na esfera física em condição de recebê-lo na condição de filho. (Continua no próximo número.)
Los Espíritus forman familias espirituales, cuyos lazos se deben a tendencias y características comunes. La necesidad de estar juntos hace que ellos se busquen, movidos por fuerzas inconscientes. Kardec, examinando las relaciones entre individuos, preguntó a los Espíritus Superiores si los encuentros, que acostumbran a darse, de algunas personas y que comúnmente se atribuyen al acaso, ¿no serán efecto de cierta relación de simpatía? Ellos respondieron que entre los seres pensantes hay conexión que aún no conocemos, y que el magnetismo es el piloto de esta ciencia, que más tarde comprenderemos mejor. Relaciones magnéticas, ignoradas por nosotros, conectan a los Espíritus unos a los otros, y el Espíritu reencarnante tenderá a vincularse a Espíritus “simpáticos” domiciliados en la esfera física en condición de recibirlo en la condición de hijo. 

Fisiologia da reencarnação
Fisiologia de la reencarnación

Parte 2 e final


Lembra Jorge Andréa que o processamento da aproximação mãe/futuro filho vai obedecer a uma conjuntura vibratória de afinidades, de sintonias, de verdadeira hipnose, com influências mútuas (mãe e reencarnante), de um mecanismo originário de vidas pregressas.
Recuerda Jorge Andréa que el procesamiento de la aproximación madre/futuro hijo va a obedecer a una coyuntura vibratoria de afinidades, de sintonías, de verdadera hipnosis, con influencias mutuas (madre y reencarnante), de un mecanismo originario de vidas pasadas.
Escreveu André Luiz:
Escribió André Luiz:
Filhos e pais, indubitavelmente, ainda mesmo quando se cataloguem distantes uns dos outros, sob o ponto de vista moral, guardam sempre afinidade magnética entre si.
Hijos y padres, indudablemente, aún incluso cuando se cataloguen distantes unos de los otros, bajo el punto de vista moral, guardan siempre afinidad magnética entre sí. i
Eventualmente Espíritos não vinculados a determinadas famílias podem ser encaminhados a elas, atendendo a objetivos que atendem ao progresso de todos. Kardec comenta a esse respeito:
Eventualmente Espíritus no vinculados a determinadas familias pueden ser encaminados a ellas, atendiendo a objetivos que atienden al progreso de todos. Kardec comenta a ese respecto:
Deus permite que, nas famílias, ocorram essas encarnações de Espíritos antipáticos ou estranhos, com o duplo objetivo de servir de prova para uns e, para outros, de meio de progresso. Assim, os maus se melhoram pouco a pouco, ao contato dos bons e por efeito dos cuidados que se lhes dispensam. O caráter deles se abranda, seus costumes se apuram, as antipatias se esvaem. É desse modo que se opera a fusão das diferentes categorias de Espíritos.
Dios permite que, en las familias, ocurran esas encarnaciones de Espíritus antipáticos o extraños, con el doble objetivo de servir de prueba para unos y, para otros, de medio de progreso. Así, los malos se mejoran poco a poco, al contacto de los buenos y por efecto de los cuidados que se les dispensan. El carácter de ellos se debilita, sus costumbres se filtran, las antipatías se desvanecen. Es de ese modo que se opera la fusión de las diferentes categorías de Espíritus. ii

5 - Como reencarnamos?
5 - ¿Como reencarnamos?

A lei geral de evolução estabelece princípios básicos que norteiam o processo reencarnatório: um automatismo biológico-espiritual preside o processo.
La ley general de evolución establece principios básicos que guían el proceso reencarnatorio: un automatismo biológico-espiritual preside el proceso.
Lembra André Luiz que:
Recuerda André Luiz que:
[...] reencarnações e desencarnações, de modo geral, obedecem simplesmente à lei. Há princípios biogenéticos orientando o mundo das formas vivas ao ensejo do renascimento físico, e princípios transformadores que presidem aos fenômenos da morte, em todos os setores de manifestação. 
[...] reencarnaciones y desencarnaciones, de modo general, obedecen simplemente a la ley. Hay principios biogenéticos orientando el mundo de las formas vivas a la del renacimiento físico, y principios transformadores que presiden a los fenómenos de la muerte, en todos los sectores de manifestación. iii 
Esses “princípios biogenéticos”, citados pelo autor espiritual, seguem, na espécie humana, uma linha mais ou menos definida, particularizada nos processos seguintes:
Esos “principios biogenéticos”, citados por el autor espiritual, siguen, en la especie humana, una línea más o menos definida, particularizada en los procesos siguientes:

1 - Embotamento e enfraquecimento geral da entidade em vias de reencarnar com miniaturização de seu corpo espiritual.
1 – Embotamiento y debilitamiento general de la entidad me vías de reencarnar con miniaturización de su cuerpo espiritual.

Um evento constituinte da fisiologia reencarnatória é o restringimento do corpo espiritual do Espírito reencarnante.  Léon Denis elucida:
Un evento constituyente de la fisiología reencarnatoria es el restringimiento del cuerpo espiritual del Espíritu reencarnante.  Leon Denis elucida:
A reencarnação realiza-se por aproximação graduada, por assimilação das moléculas materiais ao perispírito, o qual se reduz e se condensa [...] 
La reencarnación se realiza por aproximación graduada, por asimilación de las moléculas materiales al periespíritu, el cual se reduce y se condensa [...] 
A condição de torpor e fraqueza do Espírito em vias de reencarnar e a necessidade imperiosa de vincular-se mais uma vez aos fluidos pesados do planeta se acompanham de redução “volumétrica” do corpo espiritual, que se deve, segundo André Luiz, a uma diminuição dos espaços intermoleculares. 
La condición de sopor y flaqueza del Espíritu en vías de reencarnar y la necesidad imperiosa de vincularse una vez más a los fluidos pesados del planeta se acompañan de reducción “volumétrica” del cuerpo espiritual, que se debe, según André Luiz, a una disminución de los espacios intermoleculares. v
André Luiz referindo-se ao restringimento do perispírito. Coloca:
André Luiz refiriéndose a la reducción del periespíritu. Dice:
Os candidatos à reencarnação, sem superioridade suficiente de modo a supervisioná-la com o seu próprio critério e distantes da inferioridade primitivista que deles faria escravos absolutos da herança física, são admitidos a instituições-hospitais em que magnetizadores desencarnados, bastante competentes pela nobreza íntima, se incumbem de aplicar-lhes fluídos balsamizantes que os adormeçam, por períodos variáveis, de conformidade com a evolução moral que enunciem, a fim de que os princípios psicossomáticos se adaptem a justo restringimento, em bases de sonoterapia
Los candidatos a la reencarnación, sin superioridad suficiente de modo a supervisarla con su propio criterio y distantes de la inferioridad primitiva que de ellos haría esclavos absolutos de la herencia física, son admitidos a instituciones-hospitales en que magnetizadores desencarnados, bastante competentes por la nobleza íntima, si incumben de aplicarles fluidos balsámicos que los adormezcan, por periodos variables, de conformidad con la evolución moral que enuncien, a fin de que los principios psicosomáticos se adapten a una justa reducción, en bases a la sueñoterapia. vi 

2 - Vinculação psíquica a uma mulher em condições reprodutivas com quem guarda relações de afinidade e assimilação da entidade miniaturizada pelo centro genésico da futura mãe.
2 - Vinculación psíquica a una mujer en condiciones reproductivas con quién guarda relaciones de afinidad y asimilación de la entidad miniaturizada por el centro genésico de la futura madre.

Após o restringimento do corpo espiritual, estando a individualidade junto ao campo magnético da futura mãe, o intercâmbio fluídico entre eles vai intensificar-se. As energias psíquicas do reencarnante passam a afunilar-se progressivamente dirigindo-se para a região do aparelho genital feminino.
Después de la reducción del cuerpo espiritual, estando la individualidad junto al campo magnético de la futura madre, el intercambio fluídico entre ellos va a intensificarse. Las energías psíquicas del reencarnante pasan a disminuirse progresivamente dirigiéndose para la región del aparato genital femenino.
André Luiz esclarece:
André Luiz esclarece:
A reencarnação, tanto quanto a desencarnação, é um choque biológico dos mais apreciáveis. Unido à matriz geradora do santuário materno, em busca de nova forma, o perispírito sofre a influência de fortes correntes eletromagnéticas, que lhe impõem a redução automática. Constituído à base de princípios químicos semelhantes, em suas propriedades, ao hidrogênio, a se expressarem através de moléculas significativamente distanciadas umas das outras, quando ligado ao centro genésico feminino experimenta
expressiva contração, à maneira do indumento de carne sob carga elétrica de elevado poder. Observa-se, então, a redução volumétrica do veículo sutil pela diminuição dos espaços intermoleculares. Toda matéria que não serve ao trabalho fundamental de refundição da forma é devolvida ao plano etereal, oferecendo-nos o perispírito esse aspecto de desgaste ou de maior fluidez.
La reencarnación, tanto en cuanto a la desencarnación, es un choque biológico de los más apreciables. Unido a la matriz generadora del santuario materno, en búsqueda de una nueva forma, el periespíritu sufre la influencia de fuertes corrientes electromagnéticas, que le imponen la reducción automática. Constituido a la base de principios químicos semejantes, en sus propiedades, al hidrógeno, a expresarse a través de moléculas significativamente distanciadas unas de las otras, cuando es conectado al centro genésico femenino experimenta una expresiva contracción, a la manera del indumento de carne bajo una carga eléctrica de elevado poder. Se observa, entonces, la reducción volumétrica del vehículo sutil por la disminución de los espacios intermoleculares. Toda materia que no sirve al trabajo fundamental de refundición de la forma es devuelta al plano etéreo, ofreciéndonos el periespíritu ese aspecto de desgaste o de mayor fluidez. vii

3 - Geração de um campo magnético pelo Espírito reencarnante, com seleção magnética dos gametas, ligação à célula ovo e gerenciamento da formação fetal.
3 – Generación de un campo magnético por el Espíritu reencarnante, con selección magnética de los gametos, unión a la célula óvulo y generación de la forma fetal.

A individualidade reencarnante, com o seu corpo espiritual miniaturizado, acoplada ao centro genésico da futura mãe, gera um campo magnético, de importância fundamental, na seleção dos gametas que formarão seu futuro corpo, na fecundação e no desenvolvimento embrionário/fetal. O psiquismo do Espírito que retorna a gleba planetária, retratando sua condição evolutiva, sua identidade pessoal, seus gostos e tendências, virtudes e vícios, e sua necessidade de progresso se projeta no espaço onde os fenômenos reprodutivos se darão, participando ativamente da fisiologia reencarnatória.
La individualidad reencarnante, con su cuerpo espiritual miniaturizado, acoplada al centro genésico de la futura madre, genera un campo magnético, de peso fundamental, en la selección de los gametos que formarán su futuro cuerpo, en la fecundación y en el desarrollo embrionario/fetal. El psiquismo del Espíritu que vuelve a la superficie planetaria, retratando su condición evolutiva, su identidad personal, sus gustos y tendencias, virtudes y adicciones, y su necesidad de progreso se proyecta en el espacio donde los fenómenos reproductivos se darán, participando activamente de la fisiología reencarnatoria.
Como atua, então, o Espírito? A ligação inicial da entidade reencarnante com seu corpo espiritual miniaturizado será ao óvulo materno (gameta feminino). Os ovários da mulher possuem cerca de 400 mil óvulos quando da primeira menstruação. Mensalmente, um óvulo (os ovários se alternam ciclicamente), por influência de hormônios liberados pela glândula hipófise, sofre processo de amadurecimento e é liberado pelo ovário, sendo recolhido pela tuba uterina. Os cientistas admitem, até então, que a ovulação seja um processo aleatório, ou seja, não são conhecidos os fatores que determinam qual óvulo, em detrimento de outros, sofrerá processo de amadurecimento e liberação. Esse processo, todavia, não é aleatório. O psiquismo reencarnante, via seu campo magnético, sintoniza-se com o gameta feminino cujo conjunto de genes se identifica com as suas características pessoais, ou seja, sua identidade espiritual, onde se refletem, de forma automática, suas necessidades evolutivas. As energias da entidade reencarnante projetadas no óvulo “selecionado”, vai magnetizar essa célula, disparando o mecanismo fisiológico conhecido pela biologia reprodutiva como ovulação.
¿Cómo actúa, entonces, el Espíritu? La conexión inicial de la entidad reencarnante con su cuerpo espiritual miniaturizado será al óvulo materno (gameto femenino). Los ovarios de la mujer poseen cerca de 400 mil óvulos cuando la primera menstruación. Mensualmente, un óvulo (los ovarios se alternan cíclicamente), por influencia de hormonas liberadas por la glándula hipófisis, sufre proceso de maduración y es liberado por el ovario, siendo recogido por la trompa uterina. Los científicos admiten, hasta entonces, que la ovulación sea un proceso aleatorio, o sea, no son conocidos los factores que determinan cual óvulo, en detrimento de otros, sufrirá proceso de maduración y liberación. Ese proceso, sin embargo, no es aleatorio. El psiquismo reencarnante, vía su campo magnético, se sintoniza con el gameto femenino cuyo conjunto de genes se identifica con sus características personales, o sea, su identidad espiritual, donde se reflejan, de forma automática, sus necesidades evolutivas. Las energías de la entidad reencarnante proyectadas en el óvulo “seleccionado”, va a magnetizar esa célula, disparando el mecanismo fisiológico conocido por la biología reproductiva como ovulación.
Processo idêntico vai ocorrer quando da “seleção” do gameta masculino. No ejaculado humano, milhões de espermatozoides disputam o privilégio de unir-se ao gameta feminino ao término da disputada corrida, através do aparelho genital feminino. Qual espermatozoide vencerá a corrida? O mais apto, afirmam os pesquisadores! Na verdade, vencerá a corrida o espermatozoide que carrega em seus vinte e três cromossomos os genes que sintonizam com o psiquismo reencarnante.
Proceso idéntico va a ocurrir en cuanto a la “selección” del gameto masculino. En la ejecución humana, millones de espermatozoides disputan el privilegio de unirse al gameto femenino al término de la disputada carrera, a través del aparato genital femenino. ¿Cuál espermatozoide vencerá la carrera? ¡El más apto, afirman los investigadores! En verdad, vencerá la carrera el espermatozoide que carga en sus veintitrés cromosomas los genes que sintonizan con el psiquismo reencarnante.

Final do processo
Final del proceso

Ao fim da corrida, que se dá, via de regra, no terço posterior da tuba uterina, espermatozoide (carregando 23 cromossomos) e óvulo (igualmente com seus 23 cromossomos) fundem seus núcleos, dando origem à célula ovo, com os 46 cromossomos da espécie humana. Nesse instante, o Espírito reencarnante concentra suas energias na célula que acaba de se formar, ligando-se, então, de forma mais ostensiva, à dimensão material.
Al fin de la carrera, que se da, por regla, en el tercio posterior de la trompa uterina, espermatozoide (cargando 23 cromosomas) y óvulo (igualmente con sus 23 cromosomas) funden sus núcleos, dando origen a la célula huevo, con los 46 cromosomas de la especie humana. En ese instante, el Espíritu reencarnante concentra sus energías en la célula que acaba de formarse, uniéndose, entonces, de forma más ostensiva, a la dimensión material.
Ao término da fecundação, com a constituição da célula ovo, inicia-se o processo de multiplicação celular, que redundará na formação do embrião e posteriormente do feto. Segundo a ciência oficial, o desenvolvimento da célula ovo, a diferenciação das células e a migração das células para os específicos órgãos se dão a partir de uma intricada interação de um conjunto complexo de genes, mecanismo esse muito pouco compreendido. O que se verifica, no entanto, é que o campo magnético gerado pelo psiquismo reencarnante participa ativamente na formação do embrião e do feto, atuando na diferenciação das células e na organização estrutural dos tecidos e órgãos do ser em desenvolvimento. Obviamente, há genes que respondem pelo processo de formação dos órgãos fetais, mas esses genes, como todos os outros, estariam sob a influência das poderosas irradiações do psiquismo reencarnante.
Al término de la fecundación, con la constitución de la célula huevo, se inicia el proceso de multiplicación celular, que redundará en la formación del embrión y posteriormente del feto. Según la ciencia oficial, el desarrollo de la célula huevo, la diferenciación de las células y la migración de las células para los específicos órganos se dan a partir de una intricada interacción de un conjunto complejo de genes, mecanismo ese muy poco comprendido. Lo que se verifica, sin embargo, es que el campo magnético generado por el psiquismo reencarnante participa activamente en la formación del embrión y del feto, actuando en la diferenciación de las células y en la organización estructural de los tejidos y órganos del ser en desarrollo. Obviamente, hay genes que responden por el proceso de formación de los órganos fetales, pero esos genes, como todos los otros, estarían bajo la influencia de las poderosas irradiaciones del psiquismo reencarnante.
Kardec, examinando o processo encarnatório, comenta:
Kardec, examinando el proceso encarnatorio, comenta:
Para ser mais exato, é preciso dizer que é o próprio Espírito que modela o seu envoltório e o apropria às suas novas necessidades; aperfeiçoa-o e lhe desenvolve e completa o organismo, à medida que experimenta a necessidade de manifestar novas faculdades; numa palavra, talha-o de acordo com a sua inteligência. Deus lhe fornece os materiais; cabe-lhe a ele empregá-los.
Para ser más exacto, es preciso decir que es el propio Espíritu que modela su envoltorio y lo apropia a sus nuevas necesidades; lo perfecciona y le desarrolla y completa el organismo, a medida que experimenta la necesidad de manifestar nuevas facultades; en una palabra, lo talla de acuerdo con su inteligencia. Dios le ofrece los materiales; le cabe a él emplearlos. viii
Segundo Emmanuel, no livro Pensamento e vida:
Según Emmanuel, en el libro Pensamiento y vida.
 [...] as células germinais, por sementes vivas, reproduzem os nossos clichês da consciência no trabalho impalpável da formação de um corpo novo. Na câmara uterina, o reflexo dominante de nossa individualidade impressiona a chapa fetal ou o conjunto de princípios germinativos que nos forjam os alicerces do novo instrumento físico, selando-nos a destinação para as tarefas que somos chamados a executar no mundo, em certa quota de tempo.
[...] las células germinales, por semillas vivas, reproducen nuestros clichés de la conciencia en el trabajo impalpable de la formación de un cuerpo nuevo. En la cámara uterina, el reflejo dominante de nuestra individualidad impresiona el grabado fetal o el conjunto de principios germinativos que nos forjan los cimientos del nuevo instrumento físico, sellándonos el destino para las tareas que somos llamados a ejecutar en el mundo, en cierta cuota de tiempo.
E André Luiz:
Y André Luiz:
Na mente reside o comando. A consciência traça o destino, o corpo reflete a alma. Toda agregação de matéria obedece a impulsos do espírito. Nossos pensamentos fabricam as formas de que nos utilizamos na vida. 
En la mente reside el mando. La conciencia traza el destino, el cuerpo refleja el alma. Toda agregación de materia obedece a impulsos del espíritu. Nuestros pensamientos fabrican las formas que utilizamos en la vida. 



EDUCACIÓN PARA LA MUERTE


Vivimos, pensamos, obramos, he aquí lo positivo: moriremos, esto no es menos cierto. Pero dejando la Tierra, ¿a dónde vamos? ¿Qué es de nosotros? ¿Estaremos mejor o peor? ¿Seremos o no seremos? Ser o no ser: tal es la alternativa, es para siempre o para nunca jamás, es todo o nada, viviremos eternamente o todo se habrá concluido para siempre. Todos sabemos que nacemos, - podemos crecer y envejecer – pero siempre nos morimos. Convivimos a diario con la idea de muerte en los medios de comunicación, en los fallecimientos de personas conocidas o de familiares. Sin embargo, tales sucesos siempre nos sorprenden como si no formaran parte de la naturaleza, como si ese no fuera el destino que nos espera a todos, y nos recusamos a hablar sobre el tema con la profundidad necesaria, en un intento hasta infantil de ignorarlo o alejarlo de nuestra realidad existencial.En este artículo, pretendemos reflexionar sobre las posibles razones que nos hacen actuar de esa manera y que nos llevan a temer a la muerte. Abordaremos datos científicos, filosóficos y religiosos para comprender esta falta de preparación para la muerte, tan común en el Occidente. E intentaremos ofrecer argumentos que expliquen que educarse para la muerte es esencialmente educarse para la vida. Reflexión filosófica sobre la muerte Según Izabel Petraglia y Cláudio Roberto Fontana Bastos, en el artículo “Muerte, Complejidad y Educación”, Sócrates decía que filosofar es aprender a morir. En su apología, Platón describe como Sócrates estimulaba a los ciudadanos de Atenas a fijarse en la perfección del alma y valorarla más que al cuerpo. Para él, la muerte era algo tan natural como la vida. La superación de la angustia y del miedo a la muerte libertaría al hombre. En el mismo artículo, sus autores dicen que la filosofía griega lograba enfrentar y aceptar la susceptibilidad del ser humano, camino a la muerte y Sócrates relacionaba la misión educacional al cuidado del alma a través del conocimiento de la verdad. Platón defendía la idea de que el alma seguía existiendo tras la muerte del cuerpo. Para él, el cuerpo era la cárcel del alma, así que morir nada más era que alcanzar la libertad. En la Edad Media, la muerte era un rito de pasaje de las cosas transitorias a las eternas. El moribundo la esperaba en su casa, acostado y mirando hacia arriba, donde estaba el cielo. Era una gran ceremonia pública en la que mujeres lloraban, se arrancaban los pelos y se rasgaban la ropa; sus gemidos eran como un ritual y la preocupación principal no era la muerte, sino la salvación del alma. La idea griega de la muerte que liberta, da lugar al terror de la condena del alma al infierno medieval y es posible que los escenarios infernales pintados por la Iglesia Católica en el Medievo hayan estimulado muchos hombres al materialismo en el período posterior. Y es esta concepción teológica medieval y la negación materialista intensificada en la Edad Moderna, las principales formadoras de los conceptos occidentales de muerte heredados por la Edad Contemporánea: por un lado los creyentes en la salvación o condena eternas; por otro los que creen que la muerte es el fin. Herculano Pires en “Educación para la Muerte” dice que el miedo a la muerte es el temor a la soledad y a la oscuridad, lo que fue agravado por los teólogos que “oficializaron leyendas del Infierno, Purgatorio y del Limbo, de las cuales no escapan siquiera los niños que se mueren sin bautizarse”. El autor recuerda que el Papa Pablo VI declaró que la Iglesia no sabe como es la vida después de la muerte. Sin embargo, la misma Iglesia Católica (además de otras) divulga ampliamente la idea aterradora del Infierno, aunque no confirma conocer su existencia. Tal concepción se justificaba en la Edad Media, cuando el comercio de las indulgencias era muy practicado, cuando la felicidad eterna estaba sometida al “relleno de los cofres dejados en la Tierra” por los fallecidos. Pero después de la Reforma y con el fin de la Edad Media, este modelo teológico se mostraba poco confiable para algunos. El Cielo, el Infierno y el Purgatorio La creencia en la condena eterna sería un argumento bastante comprensible para justificar el miedo a la muerte, dado que es bastante aterradora la imaginación de un lugar en llamas, donde almas se contraen y gimen desesperadas, bajo la visión de un dios sádico que a todo mira con indiferencia. “Por otro lado, las almas lánguidas y atormentadas en el purgatorio esperan su libertad dependiendo de la voluntad de los vivos para que rueguen o hagan rogar por ellas y no de sus esfuerzos para progresar.” ¡Felices son aquellas almas que conquistan su lugar en el Cielo! ¿Será cierto? ¿Qué felicidad gozaría una madre en el Cielo si allí no estuvieran sus hijos o su esposo amado? ¿Si supiera que ellos sufrirían castigos eternos mientras ella “descansaba eternamente y entonaba himnos de loas”? A nadie le gustaría estar en un Cielo y olvidar sus seres queridos. Y si nosotros, que somos tan imperfectos y egoístas, seríamos incapaces de hacerlo, ¿por qué Dios lo haría? También podemos preguntar cuáles serían los criterios que nos conducirían al Cielo, al Infierno o al Purgatorio. En la Edad Media, era la clase social; los religiosos “traficaban” indulgencias, vendían perdón a los ricos y los pobres estaban condenados. Una práctica que no es coherente con la justicia de Dios, por lo tanto, no puede ser aceptada como un criterio de condena o premiación. Otra condición para irse al Cielo es el bautismo, pero tampoco es valedero a los que nacieron y fallecieron antes de Cristo, y a los que fallecieron poco después de nacer. Otro problema serían los adeptos de otras religiones, cuyas prácticas no incluyen el bautismo y que además nunca escucharon hablar de Jesús. ¿Los condenaría Dios al Infierno? La Iglesia Católica manda al Limbo los niños que fallecieron antes de bautizarse. Pero ¿por qué no se van al Cielo ya que no hicieron el mal? O ¿por qué no se van al Infierno ya que no practicaron el bien? Otro requisito para conquistar el Cielo es el arrepentimiento. Una persona que ha sido muy mala durante toda su existencia se arrepiente sobre la hora de la muerte, es perdonada y se va al Cielo. Otra que se equivocó menos y falleció de modo instantáneo, sin tiempo para arrepentirse se va al Infierno. Y podríamos seguir disertando sobre ese tema que no es justo con la figura de Dios, Padre amoroso, soberanamente bueno, justo y misericordioso, tampoco explica de la mejor manera las cuestiones de la vida y post vida. Así que pasaremos a discutir sobre la teoría de la nada y sobre la existencia e inmortalidad del alma. La inmortalidad del Alma Sería extraño y hasta irónico que, en un Universo en que nada se pierde, que todo se transforma, el hombre fuese la única excepción perecedera, sujeto a desaparecer con su despojos. Kardec, en el libro “El Cielo y el Infierno”, diserta de manera muy clara sobre la idea de “la nada” y argumenta que sería muy aflictivo pensar que después de todo el esfuerzo que hacemos en la Tierra, de todo lo que aprendemos, simplemente desapareciéramos a causa de la muerte. Ello porque nos concentraríamos sólo en el presente y actuaríamos de manera egoísta, ya que nuestro objetivo sería únicamente disfrutar la vida. En realidad, la teoría de la nada es el extremo opuesto a la enseñanza autoproclamada cristiana de la muerte, la cual ya no responde a las preguntas esenciales del hombre racional moderno ni es justa con la figura del Cristo. Jesús ya nos había enseñado que nadie muere cuando su cuerpo espiritual se hizo visible entre los “vivos” después de su muerte y Pablo de Tarso afirmó que el cuerpo espiritual es el cuerpo de la resurrección ; aunque el Cristo sea siempre representado por algunos con las imágenes de un hombre muerto, colgado de la cruz y que muchos crean que los muertos resucitan en la carne. Una idea nada alentadora para aquellos que poseen cuerpos mutilados, debilitados o que tuvieron los cuerpos destrozados en la ocasión de la muerte. La curiosidad de saber si existe algo que sobrevive a la muerte del cuerpo físico no es una novedad. Desde hace mucho tiempo el hombre elabora preguntas relacionadas a su existencia, casi siempre en un aspecto religioso. Sin embargo, a partir del siglo XIX, este interés se ha intensificado y ampliado para el tema de la reencarnación. No solamente entre la gente común y creyente, sino entre figuras ilustres de la historia. Nos cuenta el estudioso espírita Carlos de Brito Imbassahy que en los años de 1944 y 1945, científicos italianos estudiaban lo que se llamó de bebé de probeta, pero dedujeron que no obtendrían éxito en la creación de los bebés porque no podrían crear un campo de energía presente en el vientre de las mujeres fértiles lo cual acompañaba el feto cuando él nacía. Agrega el estudioso que investigaciones modernas comprobaron que la formación fetal depende de este campo, que no pertenece a la madre, sino que actúa en su vientre y comanda la selección de espermatozoide que fecundará el óvulo. Treinta años después, suecos inventan un aparato capaz de detectar el campo energético de moribundos y descubrieron que tal campo los abandonaba cuando ellos fallecían. Además, los moribundos eran pesados antes y después de la muerte y concluyeron que este campo era el alma, dado que había una pequeña pérdida de peso corporal en razón de la muerte. En la actualidad, hay nuevas modalidades de investigaciones, como los casos de Experiencia de Casi Muerte, las visiones de los moribundos en el lecho de muerte, las experiencias fuera del cuerpo y la Transcomunicación Instrumental. Todas ellas reafirmando la supervivencia del alma y probando que los Espíritus se pueden comunicar. Ya no podemos rechazar las pruebas y reaccionar como personas ignorantes, como las que se negaron a creer que la Tierra era redonda y que giraba alrededor del sol, o que dificultaron la vida de Pasteur cuando menospreciaron su tesis de la existencia de seres microscópicos porque no los podían ver. No podemos ver los virus, las bacterias, el aire, algunos gases, el pensamiento, pero sabemos que existen por la manifestación de sus efectos. La existencia del alma también es un hecho. Los Fenómenos Espíritas La fenomenología espírita y la reencarnación también despertaron la atención de muchos científicos, sobre todo a partir de la mitad del siglo XIX. Allan Kardec fue el primero estudioso a hacer un trabajo organizado, meticuloso y lógico sobre los fenómenos espirituales. Sir Williams Crookes, considerado por muchos como el mayor científico de su época, investigó las facultades mediúmnicas de algunos médiums y pudo confirmar la veracidad de los hechos espirituales. A partir de esa época muchos intelectuales pasaron a estudiar tales fenómenos para desacreditarlos, sin embargo, se depararon con una verdad incontestable y se sumaron a la lista de creyentes. Otros los examinaron movidos por el espíritu científico. Charles Richet, catedrático en la Facultad de Medicina en París y Nóbel de Fisiología en 1913 se convenció. Alfred Rusell Wallace, co-autor de la Teoría de la Evolución, fundó una sociedad que se dedicaba a la experimentación espírita, después de ser materialista convicto. Cesare Lombroso, doctor en Psiquiatría y Antropología de la Universidad de Turín, fue un gran investigador del tema después de haber abrazado el Espíritu de su madre fallecida. Y podríamos seguir la gran lista de estudiosos y científicos: Camille Flammarion, astrónomo; Gustavo Geley, médico y filósofo; Carl Gustav Jung, discípulo de Freud; Albert de Rochas, director del Instituto Politécnico de París; Ernesto Bozzano, estudioso italiano que escribió varios libros con resultados de sus investigaciones; Hernani Guimarães Andrade, quien en su libro “Morte, uma luz no fim do túnel” relata experiencias de varios científicos realizadas en laboratorio que confirman la existencia del alma… Hay muchos nombres más, pero no es el objetivo de este estudio citarlos todos, más bien contar algo sobre sus investigaciones, las cuales contemplaban experiencias con la mediumnidad, con mensajes obtenidos por psicografía, psicofonía y audiencia; también estaban las materializaciones con la utilización de ectoplasma; las levitaciones, hipnosis y videncias. Y en 1975, el psiquiatra americano Raymond A. Moody Jr., presentó un trabajo serio sobre lo que llamamos de experiencia de casi muerte (ECM), comprobando científicamente que la muerte es sólo un cambio de estado de consciencia. En su libro “La Vida Después de la Vida”, el doctor Moondy relata casos de personas que se acercaron a la muerte clínica, cuyas almas se desprendieron relativamente del cuerpo, adquirieron significativa libertad y cuando volvieron al cuerpo, revelaron interesantes informaciones sobre la frontera entre la vida física y la espiritual. Las narraciones eran muy similares. Muchos veían túneles por donde transitaban, luces, recordaban toda su vida, se encontraban con familiares muertos y se deparaban con escenarios celestiales. Incluso personas no videntes que vivieron la estas experiencia cercana a la muerte, relataban visiones. El Dr. Melvin Morse también estudió casos semejantes, pero con niños que pasaron por graves accidentes y serias enfermedades y reunió muchos casos en el libro “Closer to the Light - Learning from the Children” (Más Cerca de la Luz - Aprendiendo con los niños). La psicóloga Kim Klark, quien forma parte del equipo del doctor Morse, trabajó en 1989 con un grupo de 121 niños entre 3 y 16 años en situación de riesgo de vida. Las experiencias vivenciadas por ellos no escaparon a la similitud observada antes y entre los interesantes casos investigados por la doctora, está el relato de Katie, una niña que le contó que durante su experiencia había ido a su casa en compañía de una muchacha, vio a su hermano estudiando y a su madre cocinando. Además, reconoció a todo el equipo médico que la cuidó cuando ella llegó al hospital inconsciente. La contribución de personas serias e dedicadas al estudio de la supervivencia del alma nos da la certeza de que la muerte no existe y que seguimos viviendo en otro plano cuando nuestro cuerpo físico muere, es de hecho muy consoladora, pero no nos permite vislumbrar la justicia divina, dado que no explica la causa de las muertes prematuras y los variados géneros de muerte, entre otras dudas que tenemos a nivel existencial. Las vidas sucesivas o la reencarnación es el eslabón que une el consuelo que nos ofrece la consciencia de la inmortalidad a la explicación lógica de la justicia divina. La Reencarnación La reencarnación no es una idea nueva, sino que forma parte de la creencia de muchas religiones orientales milenarias. A partir de 1857, con el lanzamiento de “El Libro de los Espíritus” por Allan Kardec, la reencarnación ganó nueva formulación, pasando de una creencia a una certeza fácilmente comprobable con argumentos lógicos. Estos argumentos presentados por los Espíritus y recopilados, clasificados, organizados, confrontados, comparados, discutidos y analizados por Allan Kardec, representan el lazo que nos vuelve a unir a Dios, dado que ahora podemos comparar las concepciones de muerte presentadas por las religiones occidentales (en que Cielo e Infierno son los protagonistas), a la idea de la nada, adoptada por materialistas convictos (contrarios al cuento de terror difundido ampliamente en la Edad Media), y concluir que ambas son muy pesimistas, poco consoladoras y nada razonables. A partir del trabajo investigativo del discípulo de Pestalozzi podemos estar seguros de que volveremos a encontrar nuestros seres queridos en esta y en otras vidas, en este y en otro plano, porque además de investigar el concepto de la reencarnación, Kardec nos relató la vida en el Mundo Espiritual, analizó la vida terrena y explicó la Ley de Causa y Efecto que determina las condiciones en las que viviremos encarnados (vivos) y desencarnados (muertos). Lo que explica que Cielo e Infierno son estados de consciencia que resultan de nuestras buenas o malas acciones. Y lo más importante es que no estamos condenados a ellos por toda la eternidad, sino que tenemos oportunidades de corregir nuestros errores en las diferentes existencias y por lo tanto, alcanzar niveles evolutivos más elevados. Es ésta la verdadera Justicia Divina. La que no condena eternamente a sus hijos por sus errores, tampoco premian aquellos que nada hicieron para ser privilegiados. La que explica porqué somos tan diferentes y porqué algunos viven más y mejor que otros. En este sentido, también tenemos importantes investigaciones científicas que corroboran las conclusiones de Kardec. El bioquímico y profesor de psiquiatría canadiense, Ian Stevenson se dedicó a estudiar la reencarnación durante más de 40 años. Examinó más de 3 mil casos de niños que parecían recordar hechos de sus vidas pasadas y recopiló registros médicos de marcas de nacimiento y deformaciones congénitas relacionadas al tipo de muerte narradas por los niños, además de analizar autopsias de las personas que ellos decían ser. El doctor Ian Stevenson no fue el único estudioso del asunto. La doctora Edith Fiore de los Estados Unidos tiene publicaciones sobre el tema. El doctor Gerald Netherton estudió más de 8 mil pacientes y de escéptico pasó a ser creyente. El doctor Brian Weiss es muy conocido por la publicación de libros sobre experiencias de regresión a vidas pasadas realizadas en su consultorio. Y podríamos citar muchos otros nombres de estudiosos del asunto, pero debemos volver al objetivo de este artículo: la educación para la muerte. Por qué educar para la muerte Finalmente llegamos al punto principal de este estudio, que es reflexionar sobre la preparación a lo inevitable: la muerte. Según Kardec, en un artículo de la Revista Espírita de febrero de 1865, la causa de aprensión de la muerte es el instinto de conservación que nos fue otorgado por la Providencia Divina y es necesaria en el proceso de aprendizaje en la Tierra. Sin embargo, esa aprensión es menos intensa cuando sabemos que el alma es inmortal y tenemos consciencia de la importancia de las sucesivas reencarnaciones como herramientas evolutivas. Ese nivel de consciencia sólo puede ser alcanzado a través de la educación. No la educación religiosa que prepara el hombre para conquistar el Cielo, sino la educación para la realidad que encara “nacimiento y muerte como fenómenos naturales de la vida, los cuales no deben ser confundidos con desgracia o castigo”, dado que solamente “los hombres matan para vengarse o cobrar deudas afectivas. Dios no mata, crea”. León Denis, en el libro “El Problema del Ser, del Destino y del Dolor” dice que “toda muerte es un parto, un renacimiento” y que todos nos reuniremos en lo Invisible. Y Hermínio C. de Miranda, en el libro “Nuestros Hijos Son Espíritus”, nos relata un interesante estudio sobre nacimiento y muerte realizado por la doctora Wambach . La psicóloga sometió varios pacientes a la regresión de memoria y les hizo preguntas previamente formuladas sobre su objeto de estudio. Un 90% de sus pacientes relataron que morir es bueno, pero nacer es muy desagradable. Una de las personas le dice incluso que “nacer se parece a una tragedia”. El resultado de las investigaciones de la doctora Wambach está totalmente de acuerdo con las pesquisas de ECM, ya que la mayoría de las personas que se aproximan a la muerte relatan sentir mucha paz, que sus dolores desaparecen, que viven una hermosa experiencia y que les resulta difícil regresar al cuerpo físico. Algunos incluso dicen ser orientados a regresar por algún familiar desencarnado o por un Espíritu de luz, pues por su voluntad, “se morirían” con tranquilidad. Otra conclusión de la psicóloga es que el Espíritu del niño se muestra como un ser adulto, “experimentado, consciente, dueño de gran conocimiento e involucrado” en sus proyectos de vida, “con metas, objetivos y propuestas” programadas. Eso reafirma las deducciones de la Doctrina Espírita y explica la muerte de niños, aclarando que ellos son Espíritus milenarios, tal vez más experimentados que sus padres. Su muerte supuestamente prematura forma parte de una programación reencarnatoria, la cual tiene como objetivo tanto su crecimiento espiritual como el de sus padres. Y la Doctrina Espírita desde hace mucho nos aclara que la muerte de niños pueden tener muchas explicaciones y a veces lo que puede parecer un injusticia bajo la concepción humana, puede representar una bendición para todos aquellos que están involucrados. Hay muchos ejemplos de casos como éste, pero citaremos solamente uno para nuestro esclarecimiento: En una familia espírita de considerable nivel espiritual, nació una niña cuyo Espíritu contaba con muchos equívocos de otras existencias. Cuando la criatura cumplió 8 años se enfermó gravemente y no había esperanza en la medicina para su caso; desencarnaría pronto. Su familia pidió orientación espiritual en la institución espírita donde concurría y allí le explicaron que el Espíritu de la niña había cometido suicidio en las últimas existencias y ahora desencarnaría antes de alcanzar la adolescencia para no intentarlo de nuevo y para completar un poco del tiempo de vida que ella había abreviado. La familia pidió a la misericordia divina una oportunidad de educarla bajo los postulados espíritas y estaba segura de que lograría evitar nuevo intento. Por los méritos espirituales de la familia, le fue concedido a la niña el período 10 años más. Sin embargo, cuando la criatura llegó a la adolescencia, se desvinculó de la familia, de los principios espíritas, se entregó a la drogadicción y se suicidó. Es una historia que nos conduce a profunda reflexión sobre la Bondad de Dios, la cual muchas veces nos resulta difícil comprender. Dios siempre actúa en nuestro beneficio y jamás permite desencarnaciones prematuras. Siempre volvemos al plano espiritual en el momento adecuado cuando aceptamos la acción de la naturaleza. Lo que no significa decir que debemos mantener la frialdad ante la muerte de un ser querido, de una criatura. La separación es siempre dolorosa porque todavía somos egoístas e no sabemos amar con desapego. Nos está permitido llorar por ellos, extrañarlos, tener cierta dificultad para reprogramar nuestra vida sin su presencia. No obstante debemos evitar la rebeldía contra los designios divinos y esforzarnos por comprender las necesidades evolutivas de nuestro ser amado que se fue. Además, debemos evitar los llamamientos angustiados, los cuales recaen sobre él, lo torturan, lo deprimen, lo hacen estancar en su camino de evolución o mantenerse entre nosotros intercambiando angustias en un círculo vicioso. El famoso médium brasileño Francisco Cândido Xavier fue un gran instrumento de consuelo a las familias “despojadas” de sus seres queridos por la desencarnación. A través de él, muchos Espíritus se manifestaron para ofrecer consuelo a sus familiares y sus pedidos más constantes eran para que dejaran de quejarse, de llorar, de rebelarse por ellos porque eso les hacía muy mal. Niños, jóvenes y mayores “muertos” les enviaban mensajes a los “vivos”, dándoles pruebas de la vida más allá de la tumba. Es muy reconfortante saber que el amor sigue igual, aunque estemos separados por una barrera física. Es que tenemos la certeza de que ellos se pueden comunicar con nosotros por el pensamiento, durante los sueños. Que pueden estar a nuestro lado en este momento, tocándonos la frente o depositándonos un beso en la mejilla. Lo podemos sentir si no estamos concentrados en nuestro dolor. Cuando pensamos en ellos con amor los podemos atraer hacia nosotros. Y no hace falta que vayamos al cementerio, pues ellos no están allí. Como nos dice Richard Simonetti en “¿Quién le teme a la muerte?”, “no vamos a transformar las necrópolis en salas de visita del más allá”. A ellos no les debe ser placentera la visión de su propio despojo. Invitémoslos a un lugar agradable, que les traiga lindos recuerdos y placer. Cuanto más reflexionemos sobre la muerte, más percibimos que educarnos para la muerte, es educarnos para la vida. Maria Julia Kovács del Instituto de Psicología de la Universidad de São Paulo, Brasil, ofrece interesantes sugerencias para la implantación de la Psicología de la Muerte en los diversos ambientes que forman parte de la vida humana. Propone la ampliación de la meta de la educación para la muerte, fundamentada en la búsqueda de la “rehumanización” de la muerte; que se discuta el tema en los colegios, hospitales, geriátricos y hogares; que los profesionales de la educación se preparen para orientar a sus alumnos en situaciones de “pérdida” de un familiar o amigo y a encarar la posibilidad de su propia muerte; y que los profesionales de la salud sepan como asistir a sus pacientes terminales y a las personas mayores para que enfrenten la muerte con más tranquilidad y sin traumas, como un proceso natural en la vida de los seres vivos. José Barros de Oliveira de la Universidad do Porto, en Portugal dice que “enseñar el arte de morirse bien o educar para morirse bien es educar para vivir bien”. Agrega que si la muerte forma parte de la vida, el tema debe formar parte del contenido “de una educación integral de la persona humana y de su destino”; no puede continuar “ausente de los ambientes educativos como la familia y la escuela”. Conocer a los mecanismos involucrados en el proceso de la muerte, tener la certeza de la supervivencia del alma, que reencontraremos a nuestros seres queridos, saber lo que nos espera más allá de la tumba es una manera de educarnos para la vida. Es que sabemos que por la Ley de Acción y Reacción, somos quienes programamos nuestras vidas en la materia y en el plano espiritual. Si tratamos de actuar bien durante la vida, regresaremos en buenas condiciones a nuestra vida de Espíritus y consolidaremos reencarnaciones menos dolorosas que nos proporcionarán más rápida evolución. Evitaremos el intento de fuga por el suicidio porque sabemos que nuestros sentimientos nos acompañan en Espíritus y no podremos escapar de los dolores y frustraciones, ni de todas las consecuencias que tal acción nos puede causar. No cometeremos el aborto por saber que el alma precede al Espíritu y estaríamos imponiendo obstáculo a la evolución de un Espíritu, además de saber que podríamos ser “víctimas” de su odio y persecución. No seremos conniventes con la eutanasia porque comprenderemos la importancia del desprendimiento lento para la reflexión del enfermo y por ende para su mejoría espiritual. Seríamos más desapegados de la riqueza y de la materia, lo que nos facilitaría reunir virtudes en vez de posesiones materiales y perfección estética. Entenderíamos la muerte de nuestros amores, cuando sus compromisos asumidos para esta vida hubieran acabado y el retorno a la vida espiritual les fuera necesario, sabríamos que empezarían una nueva e importante etapa en su existencia de Espíritu inmortal.