martes, 17 de febrero de 2015

ÁNGELES GUARDIANES, ESPÍRITUS PROTECTORES, FAMILIARES O SIMPÁTICOS



Lo primero fue aclarar que ángeles guardianes o espíritus protectores son en realidad lo mismo. Hay dos características de esta clase de espíritus que los diferencian de los demás: la primera, que son de un nivel intelectual y moral notablemente superior al de sus protegidos; la segunda, que han recibido como misión orientarnos hacia el progreso, pudiendo acompañarnos durante diversas existencias. Los espíritus familiares son aquellos que tienen lazos afectivos con nuestra familia encarnada o desencarnada y se interesan por nuestra suerte, inmiscuyéndose en nuestros asuntos movidos por el afecto que nos dedican. Como su nivel intelectual y moral no es necesariamente superior al nuestro mismo, pese a que su intención siempre sea buena, su influencia no es siempre la más acertada para que alcancemos los objetivos a los que nos proponemos antes de encarnar. Los espíritus simpáticos son aquellos con los que tenemos sintonía por la afinidad de tendencias y proyectos. Pueden ser espíritus interesados en el bien, el amor y la paz, si los pensamientos que irradiamos son de este tenor vibratorio, pero también pueden ser espíritus inferiores, si nuestros sentimientos son de clase más bien negativa, como la rabia, el rencor, la depresión o la desesperanza. En definitiva, nos dicen los espíritius, es igual el nombre que les demos a los espíritus que están a nuestro alrededor. Lo importante es que comprendamos que para sintonizar con espíritus elevados, e incluso para “escuchar la voz de nuestro mentor espiritual”, lo más importante es buscar armonizarse a través de pensamientos, emociones y actitudes en línea con la Ley de Amor. La oración es el método más seguro para entrar en comunicación con nuestros mentores. Nos escuchan siempre y buscan la mejor manera de responder a nuestras dudas y orientarnos en la senda del bien.


Os dejo a continuación un lindo mensaje de Sant Agustín en el Libro de los Espíritus. Hagamos lo posible por abrir nuestros canales psíquicos a las buenas orientaciones de estos seres que, con extrema caridad, nos orientan y amparan. ¡Cuánto trabajo damos algunos! Gracias a todos estos mentores que se dedican a nosotros, y al Maestro Mayor, mentor y guía espiritual de toda la humanidad terrestre.

Cariños de la hermana menor

Hay una doctrina que por su encanto y su dulzura, debería convertir hasta los más incrédulos: la de los ángeles guardianes. ¿No es acaso una idea muy consoladora la de pensar que se tiene siempre cerca de sí a seres que os son superiores, que están siempre allí para aconsejaros, sustentaros y ayudaros a escalar la áspera montaña del bien, que son amigos más seguros y más consagrados que las más íntimas uniones que se puedan contraer en la Tierra? Esos seres están allí por orden de Dios que los ha puesto a vuestro lado, y lo están por amor suyo, cumpliendo una bella pero penosa misión. Sí, donde quiera que estéis, él estará con vosotros: en las cárceles, los hospitales, los lugares de depravación, la soledad, nada os separa de ese amigo a

quien no podéis ver, pero cuyos más dulces impulsos siente vuestra alma y cuyos sabios consejos oye.

¡Deberíais conocer mejor esta verdad! ¡Cuántas veces os ayudaría en vuestros momentos de crisis y cuántas os libraría de los Espíritus malos! Pero en el día supremo este ángel de bondad os habrá de decir con frecuencia: “¿No te dije tal cosa y no la hiciste? ¿No te enseñé el abismo y te precipitaste en él? ¿No deje oír en tu conciencia la voz de la verdad y tú seguiste los consejos de la mentira?”. ¡Ah!, Interrogad a vuestros ángeles guardianes, estableced entre ellos y vosotros esa ternura íntima que reina entre los mejores amigos. No penséis en ocultarles nada, porque tienen la mirada de Dios, y no podéis engañarlos. Soñad con el futuro; procurad avanzar en esta vida y vuestras pruebas serán más cortas y más felices vuestras existencias. ¡Adelante! Hombres valerosos; desechad de una vez por todas, prejuicios y segundas intenciones; entrad en la nueva senda que se abre ante vosotros. ¡Adelante! ¡Adelante! Tenéis orientadores, seguidlos: el objetivo no os puede fallar, porque ese objetivo es Dios.
A los que piensan que es imposible que Espíritus verdaderamente elevados se entreguen a tan laboriosa y tan incesante tarea, les diremos que influimos en vuestras almas aun estando a varios millones de leguas de vosotros. Nada es para nosotros el espacio y aunque vivamos en otro mundo nuestros Espíritus conservan sus vínculos con el vuestro. Gozamos de cualidades que no podéis comprender, pero, tan cierto es que Dios no nos impuso una tarea superior a nuestras fuerzas como tampoco que os abandonó a solas sobre la Tierra, sin amigos y sin apoyo. Cada ángel guardián tiene su protegido sobre el cual vela, como un padre vela por su hijo y es feliz cuando lo ve en el buen camino y sufre cuando sus consejos son menospreciados. No temáis cansarnos con preguntas, sino que debéis estar, por el contrario, en continua relación con nosotros y así seréis más fuertes y felices. Son estas comunicaciones de cada hombre con su Espíritu familiar las que hacen a todos los hombres médiums, médiums ignorados hoy, pero que se manifestarán más tarde y se esparcirán como un océano sin límites para repeler la incredulidad y la ignorancia. Hombres instruidos: instruid; hombres de talento: elevad a vuestros hermanos. ¿No sabéis que obra cumpliréis así? La de Cristo, la que Dios os impuso. ¿Para qué os ha dado Dios la inteligencia y la ciencia, sino para que la compartáis con vuestros hermanos, para que progresen en el camino de la alegría y de la felicidad eterna?
SAN LUIS, SAN AGUSTÍN

LO QUE DAMOS REGRESA A NOSOTROS


Su nombre era Fleming y era un pobre agricultor inglés. 
Un día, mientras trataba de ganarse la vida para su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. 
Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano. 
Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando, tratando de liberarse del lodo. 
El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte lenta y terrible. 
Al día siguiente, un carruaje muy pomposo llegó hasta los predios del agricultor inglés. 
Un noble inglés, elegantemente vestido, se bajó del vehículo y se presentó a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado. 
Yo quiero recompensarlo, dijo el noble inglés. Usted salvó la vida de mi hijo. 
No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice, respondió el agricultor inglés, rechazando la oferta. 
En ese momento, el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia. 
-¿Es ese su hijo? preguntó el noble inglés. 
-Sí -, respondió el agricultor lleno de orgullo. 
-Le voy a proponer un trato. Déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación. Si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cuál usted estará muy orgulloso. 
El agricultor aceptó. 
Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming el agricultor se graduó en la Escuela de Medicina del St. Mary' s Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje conocido a través del mundo, el notorio Sir Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina. 
Algunos años después, el hijo del noble inglés cayó enfermo de pulmonía. 
¿Que lo salvó? La Penicilina. 
¿El nombre del noble inglés? Randolph Churchill. 
¿El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill.

CONPRENSION Y ELIMINACION DE NUESTROS DEFECTOS


Recordemos: para cultivar nuestra tierra interior, debemos primero eliminar la mala hierba, debemos enterrar profundamente el arado, removiendo aquello que debe ser removido y eliminando lo que debe eliminarse. Sólo así nuestra siembra dará buena cosecha. Y según nos afirman las mismas enseñanzas cristianas, el vino nuevo, aquel que es producto de la transmutación, no se echa en odres viejos (los viejos esquemas en los que se apoya el ego).
El trabajo que se presenta ante el aspirante es arduo y difícil. La desintegración de nuestros defectos (odios, miedos, lascivia, ignorancia, envidia, etc, etc) es un trabajo permanente que demanda nuestra mejor voluntad y el mayor de los esfuerzos. Pero sólo a través de este trabajo el ser humano se libera, y consigue la auténtica felicidad y paz. Los demás caminos, aquellos que predican el amor, la alegría, la paz, etc, sin pasar por el estudio y la eliminación de nuestra esclavitud psicológica, aunque positivos en un comienzo, están destinados al fracaso. La muerte psicológica es la plataforma sobre la que se edifican estos valores.

En tratándose de comprender fundamentalmente cualquier defecto de tipo psicológico, debemos sincerarnos con nosotros mismos. Sin evasivas de ninguna especie, sin justificaciones, y sin disculpas, debemos reconocer nuestros propios errores. Es indispensable auto-explorarnos para auto-conocernos profundamente, y partir de la base cero radical.

El Fariseo Interior es óbice para la Comprensión. Presumir de virtuoso es absurdo...

Auto-explorarse íntimamente es ciertamente algo muy serio; el Ego es realmente un libro de muchos tomos...

Cualquier error es polifacético y tiene muchas raices en nuestro subconsciente. El gimnasio psicológico es indispensable, afortunadamente lo tenemos y éste es la misma vida. El sendero del hogar doméstico con sus infinitos detalles, muchas veces dolorosos, es el mejor salón del gimnasio. El trabajo fecundo y creador mediante el cual nos ganamos el pan de cada día es otro salón de maravillas.


Muchos aspirantes a la vida superior anhelan con desesperación evadirse del lugar donde trabajan, no circular más por las calles de su pueblo, refugiándose en el bosque con el propósito de buscar la Liberación Final. Esas pobres gentes son semejantes a los muchachos irresponsables que huyen de la escuela, que no asisten a clases, que buscan escapatorias...
Vivir de instante en instante, en estado de aleta percepción, alerta novedad, como el vigía en época de guerra, es urgente, indispensable, si en realidad queremos disolver todos nuestros defectos.

En la interrelación humana, en la convivencia con nuestros semejantes, existen infinitas posibilidades de auto-descubrimiento. Es incuestionable y cualquiera lo sabe, que en la interrelación los múltiples defectos que llevamos escondidos entre las ignotas profundidades del subconsciente, afloran siempre naturalmente, espontáneamente, y si estamos vigilantes entonces los vemos, los descubrimos.
Empero, es obvio que la auto-vigilancia debe siempre procesarse de momento en momento. Defecto psicológico descubierto, debe ser íntegramente comprendido en los distintos recovecos de la mente.
No sería posible la comprensión de fondo sin la práctica de la meditación. Cualquier defecto íntimo resulta multifacético y con diversos enlaces y raíces que debemos estudiar juiciosamente. Auto-revelación es posible cuando existe comprensión íntegra del defecto que sinceramente queremos eliminar. Auto-determinaciones nuevas surgen de la Conciencia cuando la comprensión es uni-total. Análisis superlativo es útil si se combina con la meditación profunda, entonces brota la llamara de la comprensión...
La disolución de todos esos Agregados Psíquicos que constituyen el Ego se precipita si sabemos aprovechar hasta el máximun las peores adversidades. Los difíciles gimnasios psicológicos en el hogar o en la calle o en el trabajo, nos ofrecen siempre las mejores oportunidades.




Codiciar virtudes resulta absurdo, mejor es producir cambios radicales. El control de los defectos íntimos es superficial y está condenado al fracaso. Cambios de fondo es lo fundamental y esto sólo es posible comprendiendo íntegramente cada error. Eliminando los Agregados Psíquicos que constituyen el Mí Mismo, el Sí Mismo, establecemos en nuestra Conciencia cimientos adecuados para la acción recta. Cambios superficiales de nada sirven, necesitamos con urgencia inaplazable, cambios de fondo.Tenemos que tener esa inquietud de trabajarnos internamente, el querer ser mejores personas,sentir verdadero arrepentimiento por nuestros pensamientos y actos, dice un proverbio por ahi, que hasta que el agua no hierva a cien grados no cristaliza lo que tiene que cristalizar.
Comprensión es lo primero, eliminación lo segundo y para eliminar tenemos que orar mucho, pedir a nuestro padre que nos ayude en esta labor.











MECANICIDAD DE NUESTROS ACTOS


Cuando hablamos con alguien, éste nos cuenta los diversos sucesos de su vida. Nos habla, dijéramos, de acontecimientos, de lo que sucedió en determinadas épocas de su historia, como si la vida fuera, únicamente, una cadena de eventos. No se dan cuenta las gentes, de que además de las circunstancias de la existencia, existen también los estados de Conciencia. La capacidad para vivir se basa, precisamente, en la forma como uno acierta a combinar los estados conscientivos con las circunstancias de la existencia. Puede darse el caso de que una circunstancia que podría haber sido feliz, no lo fue, debido a que no supimos combinar el estado conscientivo con el evento en sí mismo.

Cuando examinamos el mundo en que vivimos, podemos verificar el hecho contundente, claro y definitivo, de que hay personas que deberían ser felices y no lo son. Hemos conocido muchos casos concretos de personas que tienen una buena casa, un hermoso coche, una magnífica esposa, preciosos hijos y dinero suficiente, y sin embargo no son felices. En cambio, hemos podido corroborar el caso de individuos pobres, que están menesterosos, posiblemente humildes trabajadores de pico y pala, que ni gozan de una hermosa mansión, ni tienen más dinero que el que se necesita para el diario sustento, ni usan precioso automóvil último modelo, y que sin embargo son felices en sus hogares; con sus hijos pobres pero limpios, aseados, y sus esposas hacendosas y sinceras. Así, pues, no es el dinero en sí mismo el que puede darnos la felicidad. Todo depende de la forma en que uno sepa combinar los estados conscientivos con los sucesos o las circunstancias de la vida práctica.

Si alguien colocado en magníficas condiciones no está a la altura de las circunstancias, si no sabe combinar, inteligentemente, los estados conscientivos con el medio en el que se desenvuelve y vive, incuestionablemente será un desdichado; empero otro, que aunque esté en circunstancias difíciles si sabe combinar los hechos de su vida práctica con los estados de Conciencia, logra bienestar, prosperidad, felicidad, etc. Así pues, que se hace urgente comprender la necesidad de aprender a vivir sabiamente.
Si queremos un cambio definitivo de las circunstancias de la vida, se hace necesario que tal cambio se verifique primero dentro de nosotros mismos. Si internamente no modificamos nada, externamente la vida continuará con sus dificultades. Ante todo es necesario hacernos dueños de sí mismos. Mientras uno no sepa gobernarse a sí mismo, tampoco podrá gobernar las circunstancias difíciles de la existencia.
Cuando contemplamos los diversos acontecimientos de la vida, cuando vemos este orden de cosas, podemos evidenciar que las gentes son verdaderas máquinas que no saben vivir. Si alguien les insulta, reaccionan furiosas; si alguien les saluda, sonríen dichosas. Resulta muy fácil en verdad, para cualquier perverso, jugar con las máquinas humanas; puede hacérseles pasar de la tristeza a la alegría, y viceversa, con sólo decirles unas cuantas palabras. ¡Qué fácil les resulta!, ¿verdad? Basta con que alguien nos insulte para estar reaccionando, basta que alguien nos dé unas palmaditas en el hombro para sonreír contentos. No sabemos gobernarnos a sí mismos, otros nos gobiernan, y eso de hecho es lamentable, somos incapaces.
¿Por qué sufren los seres humanos, por qué permiten al pensamiento y al sentimiento que intervengan en las diversas circunstancias de la vida? Si nos insultan, reaccionamos de inmediato insultando; si hieren nuestro amor propio sufrimos, y hasta nos encolerizamos. Cuando contemplamos todo el panorama de la vida, podemos evidenciar, claramente, de que hemos sido, dijéramos, leños en el océano, debido precisamente a que hemos permitido que en las diversas circunstancias de nuestra existencia, se entrometan siempre la mente y el sentimiento. No le hemos dado oportunidad a la Esencia, al Ser, para que se exprese a través de nosotros. Siempre hemos querido resolver las cosas por nuestra cuenta: reaccionamos ante cualquier palabrita dura, ante cualquier problema, ante cualquier dificultad. Nos sentimos heridos cuando alguien nos hiere, o contentos cuando cualquiera nos alaba. Hemos sido víctimas de todo el mundo, todo el mundo ha jugado con nosotros; hemos sido, dijéramos, leños entre las embravecidas olas del gran océano, no hemos sido dueños de sí mismos.

¿Por qué nos preocupamos? -Me pregunto y les pregunto a ustedes-. "Por los problemas", me dirán. La preocupación, es un hábito de muy mal gusto, de nada sirve, nada resuelve; uno tiene que aprender a vivir de instante en instante, de momento en momento. ¿Por qué ha de preocuparse uno? Así pues, ante todo no permitir que la mente y los sentimientos se entrometan en las diversas circunstancias de la vida. La Personalidad humana debe volverse tranquila, pasiva; esto implica, de hecho, una tremenda actividad de la Conciencia, esto significa aprender a vivir conscientemente, esto significa poner el basamento para el despertar.
Todos quisieran ver, oír, tocar, palpar las grandes realidades de los mundos superiores; mas naturalmente, ¿cómo podrían los dormidos convertirse en experimentadores de las grandes realidades? ¿Cómo podrían, aquellos que tienen la Conciencia en sueños, ser investigadores de la vida en las regiones supra-sensibles de la Naturaleza y del Cosmos? Si nosotros despertáramos Conciencia, podríamos comprobar el hecho concreto de que el mundo no es tal como lo estamos viendo.
Cuesta trabajo saber que uno está en estado de hipnosis. Si las gentes se lo propusieran, podrían despertar de ese estado tan lamentable, pero desgraciadamente no se lo propone nadie. Cuesta mucho pues -repito-, descubrir el estado de hipnosis en que uno se halla. Uno viene a darse cuenta de que existe el hipnotismo, cuando la fuerza hipnótica fluye más rápido, cuando se concentra en determinado lugar, cuando se hace una sesión de hipnotismo; fuera de eso, fuera de tal momento, uno no se da cuenta de que está en estado de hipnosis.

¿Cómo podría despertar alguien que es un juguete de los demás? Si yo les insultara a ustedes en este instante, estoy seguro de que¿Cómo podría despertar alguien que es un juguete de los demás? Si yo les insultara a ustedes en este instante, estoy seguro de que ustedes no me tolerarían, protestarían violentamente, y a lo mejor ustedes se retirarían violentamente. ¡Vean cuán fácil es hacerlos cambiar a ustedes! Basta con que yo les diga una palabrita dura, y ya se ponen sonrojados y furiosos. Ahora, si quiero halagarlos, me basta con decirles palabritas dulces, y ya están contentos; es decir, ustedes son víctimas de las circunstancias, no son dueños de sí mismos, y eso es lamentable, ¿verdad?


De manera hermanos, que el que quiera ser amo de sí mismo, debe empezar por no permitir que la mente y los sentimientos intervengan en los asuntos de la vida práctica. Claro, esto requiere, como ya lo dije, una tremenda pasividad de la Personalidad y una espantosa actividad de la Conciencia. Precisamente eso es lo que necesitamos: la actividad de la Conciencia. Cuando la Conciencia se vuelve activa, sale de su letargo, y entonces es obvio que viene el despertar.

De manera que las circunstancias de la vida dependen de nuestros estados de Conciencia. Cambiando uno sus estados de Conciencia, cambian las circunstancias, eso es obvio. No podrían cambiar las circunstancias de la vida, si no cambiamos antes nuestros estados de Conciencia.
Los invito pues a ustedes, a la reflexión más profunda. Conforme nosotros vayamos permitiendo que se manifieste la Conciencia, conforme vayamos controlando la mente y el sentimiento, para que no metan sus narices donde no deben, el resultado será maravilloso, porque a medida que la Conciencia se activa, el proceso del despertar se acentúa, y no solamente cambian todas las circunstancias que nos rodean, sino que además empezamos a notar que durante las horas en que el cuerpo físico duerme, nosotros trabajamos -vivimos dijéramos-, fuera del cuerpo físico en forma consciente. Y así, a medida que la Personalidad se va volviendo pasiva, a medida que la mente y el sentimiento van siendo refrenados para que no se metan donde no deben, el despertar será cada vez más grande, y así terminaremos convertidos en grandes investigadores de la vida en los mundos superiores. Quien quiera despertar, debe hacerlo aquí y ahora. Quien despierta aquí y ahora, despierta en todos los rincones del Universo.