BIOGRAFIAS

    BIOGRAFIA DE ALLAN KARDEC
"El Espiritismo es a la vez una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como ciencia práctica, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los espíritus, como doctrina filosófica comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones." ( "¿Qué es el Espiritismo?Allan Kardec )

Allan Kardec fue codificador del Espiritismo. Organizador escrupuloso de un material que fundamentó la corriente espiritista del s.XIX, pero en modo alguno se trató de un escritor imaginativo y tampoco de estilo místico.
Primeramente debemos saber que Francia en el 3 de Octubre de 1.804 , día del nacimiento de Hippollite Leon Denizard Rivail (más tarde veremos cómo pasaría a llamarse Allan Kardec), ya había pasado por la época de la Enciclopedia y, esta línea de pensamiento, dejó en las bases de su sociedad, a grandes pedagogos muy rigurosos, formadores de la conciencia intelectual de Kardec.
Allan Kardec nació en un hogar donde la elevada cultura estaba ya profundamente asentada. Hizo sus primeros estudios en Lyon y los completó en Yverdum (Suiza), en el Instituto del celebre profesor Pestalozzi, conocido por ser uno de los más respetados centros de enseñanza de toda Europa, y por donde pasaron famosos intelectuales de aquella época. Nuestro hombre se reveló aquí como un discípulo brillante en Ciencias y Letras.
Se entrego a fondo a la lingüística y hablaba correctamente el alemán, el inglés, el español y el holandés. Vuelto a París funda allí un Instituto de Enseñanza semejante al de Yverdum. Y como educador publica numerosos libros, gracias a los cuales, a pesar de verse arruinado por problemas familiares, consigue sobrevivir económicamente. Daba también clases de química, física, astronomía y anatomía comparada.
Prosiguiendo su carrera pedagógica hubiera podido desarrollar su vida, pero en 1854, con 50 años, oye hablar por primera vez del fenómeno de las mesas giratorias (estaba de moda). Fue su viejo amigo Fortier (magnetizador) el que le dijo..."He aquí una cosa extraordinaria, no solamente se hace girar la mesa, magnetizándola, sino que se le hace hablar: se interroga y ella contesta." Nuestro codificador contestó... "Yo creeré en ello cuando lo vea y se me haya probado que una mesa tiene cerebro para pensar, nervios para sentir, y que puede convertirse en sonámbula. Hasta entonces permitidme que no vea en ello mas que un cuento de niños ."
Al principio de 1855, encontró a Carlotti (otro viejo amigo) que vuelve a relatarle fenómenos, y a sugerir el hecho de que pudieran estar provocados por espíritus, esto despierta su irresistible curiosidad de estudioso e investigador. En Mayo de 1855, acompañado de Fortier, visita la casa de una conocida sensitiva , Madame Roger .
Allí mantiene una conversación con diversas personas que le redundaron en la idea antes sugerida por Carlotti. Esta reunión le causa honda huella y en allí mismo es ya convidado a asistir a una sesión de experiencias. Cuando sale dice..."fue allí, donde por primera vez puedo dar testimonio del fenómeno de las mesas giratorias, que saltaban y corrían, en condiciones tales que la duda no era posible. Allí vi también algunos ensayos imperfectos de escritura mediúmnica".
Todavía escéptico, pero impresionado, traba amistad con la familia Baudin , a cuyas reuniones es invitado. Nos cuenta..."Fue allí donde hice mis primeros estudios sobre Espiritismo, mas fundamentados sobre las observaciones que sobre las revelaciones. Apliqué a esta nueva ciencia, como lo había hecho siempre, el método experimental. Jamás senté una teoría preconcebida. Observaba con atención, comparaba, deducía y sacaba conclusiones; de los efectos me remontaba a las causas mediante la deducción y el encadenamiento lógico de los hechos y admitiendo la viabilidad de una explicación solamente cuando podía resolver ella todas las dificultades inherentes al tema... Este es el procedimiento que utilicé toda mi vida, a partir de los veinticinco o veintiséis años. De entrada comprendí la gravedad de la investigación que emprendía y entreví en estos fenómenos la clave del oscuro y controvertido problema del pasado y del porvenir de la humanidad, la solución y la respuesta a todas mis búsquedas. Se trataba de una revolución completa en las ideas y en las creencias; por tanto debía actuar con circunspección y no a la ligera; ser positivista y dejar los ideales de lado para evitar afirmaciones ilusorias."

En 1855 recibe de Carlotti y de un grupo de estudiosos 50 cuadernos conteniendo relatos de experiencias y comunicaciones diversas, pidiéndole que analice y ordene el contenido. Una noche, en una de las sesiones en casa de Baudin, nuestro hombre (todavía Rivail) recibe una comunicación de su espíritu protector. Éste, nombrado Espíritu de la Verdad, le revela una anterior encarnación con los druidas en la Galia y cuyo nombre, en aquellos tiempos, fue Allan Kardec.
También le comunica su ayuda en la importante tarea para la que ha sido destinado. A partir de este momento Allan Kardec se lanza al trabajo, recibiendo instrucciones a través de diferentes médiums ( Japhet, Croset, Dufaux, Aline, hermanas Baudin, etc ) diversificando de este modo los intermediarios de su comunicación con los espíritus, para mejor contrastar la verdad.

El 18 de Abril de 1857 publica un libro que marcará el inicio del espiritismo " El Libro de los Espíritus". Este libro ya aparece firmado con el nombre Allan Kardec, apartando así la época de escritor y pedagogo prestigioso que firmaba con el de su nacimiento. En los pocos años que le quedaban ya por vivir (en esta reencarnación) escribió todos los libros que completan la codificación espirita y completo el primero.

En 1858 editó la Revue Spirite (Revista Espírita). En 1861 publica El Libro de los Médiums. Su texto comprueba el carácter científico de la Doctrina Espírita, y provoca un gran revuelo y el catolicismo se levanta contra Allan Kardec. Ese mismo año 300 libros espíritas son quemados en Barcelona por la inquisición española. Tiempo después, al respecto de este hecho, Kardec recibió, a través de un médium, el siguiente mensaje del obispo de Barcelona, autor del acto de fe que decretó la incineración de los libros, y que ya había desencarnado: "Esta escrito. Tu quemaste las ideas y las ideas te quemaron. Rogad por mí; rogad, porque es agradable a Dios la oración del perseguido para con su perseguidor. Habla el que fue obispo y ahora no es mas que penitente".

En 1864 publica El Evangelio según el Espiritismo. En 1865 publica El Cielo y el Infierno. En 1868 publica La Génesis. Allan Kardec desencarnó en 1869, contaba casi 65 años. La obra de Allan Kardec es de obligatorio conocimiento para descifrar el Espiritismo. Muchos libros espíritas se han publicado después, pero en los del codificador se resume el carácter original de esta transmisión espiritual, y la orientación para acercarnos nosotros a los mensajes. Además estos libros, por su extenso tratamiento del tema, contienen innumerables descubrimientos, muchos de ellos verificados después por la ciencia.

Debemos recordar que en el mismo año de la desencarnación de Kardec, la Sociedad Dialéctica de Londres nombró un comité para estudiar los fenómenos del Espiritismo, cuyo conocimiento se propagaba por toda Europa. Tras meses de investigaciones, sus 22 miembros concluyeron que los fenómenos eran auténticos. A ésta han seguido muchas otras investigaciones sobre los fenómenos y las tesis espíritas que igualmente han concluido aceptando la propuesta del Espiritismo.
   



BIOGRAFÍA DE LEÓN DENIS


 APÓSTOL DEL ESPIRITISMO

Nació el 1 de Enero de 1846 en la pequeña localidad de Foug cercana a Toul, en Francia. Hijo de José y Ana Lucía Denis, familia extremadamente humilde y con escasos medios para vivir, por lo que León Denis tuvo que ponerse a trabajar a muy temprana edad dejando de lado sus estudios. Aún así, sus ganas de aprender y su infatigable curiosidad le hizo aprovechar cada minuto para, en lugar de utilizar su poco tiempo libre en actividades más ociosas o frívolas, estudiar todo tipo de obras edificantes y enriquecedoras con lo que se convirtió en un gran autodidacta.
Su primer trabajo fue a la edad de 9 años, con su padre en La Casa de la Moneda y años más tarde, a la edad de 16 años comenzó a trabajar en una fábrica de loza, debido a que los ingresos en su casa eran insuficientes. Esto redujo sus estudios a unas pocas clases nocturnas. Le encantaba estudiar, pero sobre todo le gustaba la geografía, la historia y las ciencias naturales. Uno de sus sueños era viajar por todo lo largo y ancho del planeta, cosa que conseguiría a la edad de 18 años debido a un trabajo que tuvo como representante comercial que le obligaba a viajar constantemente por toda Francia, Italia, Suiza, Argelia…
Le fascinaba la música, sobre todo el piano. Era un apasionado de los gatos, no fumaba, consideraba el agua como la bebida ideal y era casi totalmente vegetariano.

Tenía por costumbre el visitar todo tipo de librerías, hasta que un día se fijó en un libro que cambiaria su forma de ver las cosas para siempre. Encontró en una estantería “El Libro de los Espíritus” de Allan Kardec. Sin pensarlo dos veces lo compró y se fue corriendo a su casa a leerlo. Leon Denis se refería a este libro con estas palabras: “En él encontré la solución clara, completa y lógica, acerca del problema universal. Mi convicción se volvió firme. La teoría espírita disipó mi indiferencia y mis dudas”. Tenía en este momento 18 años.
Por aquel entonces, alrededor de 1864, estaba de moda en Francia las “Mesas parlantes” donde grupos de gente se reunían alrededor de estas mesas para hacer preguntas a los espíritus y obtener fenómenos de esta índole. Esto llamaba mucho la atención de León, pero debido al escaso tiempo libre del que disponía comenzó a hacer estudios acerca del tema por su cuenta. Estos estudios tardaron mucho tiempo en darle algún fruto, incluso llegando a desanimarse y estando a punto de dejarlos de lado aunque gracias a Dios al final no fue así. Leon Denis opinaba a este respecto: “Parece que lo invisible desea examinarnos, medir nuestro grado de perseverancia, exigir cierta madurez de espíritu antes de entregarnos sus secretos”.

En 1867 tuvo lugar en Tours un acontecimiento muy importante. Allan Kardec fue invitado por unos amigos a dicha ciudad para impartir una conferencia acerca de “La Obsesión”. León Denis quedo muy impresionado por la figura de Allan Kardec. En los años siguientes, tuvo la oportunidad de estar dos veces más con Kardec durante las conferencias que impartió en Tours.
En 1870, debido a la guerra que tiene lugar por la invasión alemana, se ve obligado a aparcar sus estudios para alistarse en el ejército, donde llega a ser subteniente. Al firmar las negociaciones de paz volvió a su trabajo y en sus viajes aprovechaba para impartir conferencias acerca de la Libertad y el Patriotismo.
Al mismo tiempo asistía a casa del Sr. Aguzoly donde realizaban sesiones mediúmnicas y donde Leon Denis comenzó a desarrollar mediumnidad escribiente y de videncia. En estas sesiones es donde conoció al que se presentó como su guía espiritual y que estaría junto a el durante 50 años, Jerónimo de Praga. Estas sesiones continuaron semanalmente hasta 1877, mientrás continuaba preparándose, estudiando e impartiendo conferencias acerca del materialismo, el alma, Dios…

Alrededor de 1880, se crea en Francia “La Liga de Enseñanza”, fundada por Jean Macé, de la cual León Denis es el secretario, que luchaba por una enseñanza gratuita, obligatoria y laica. Denis realizó a propósito del tema muchos discursos por lo que fue muy conocido en Francia.

Pero no es hasta 1882 que empieza su andadura como divulgador espírita. Tuvo que hacer frente a grandes obstáculos como el materialismo y el positivismo e incluso otras corrientes religiosas claramente enfrentados al espiritismo con una gran intención de ridiculizarlo. León consigue afrontar los problemas con gran ayuda por parte del mundo espiritual.
En 1885 escribió el libro “El por qué de la Vida” donde da una definición muy clara y concisa sobre lo que es el Espiritismo.
En 1889 durante el primer Congreso Espiritualista Internacional impartió un discurso explicando la teoría Kardeciana, por el cual recibió una gran ovación. Presidió el segundo Congreso Espiritualista Internacional, y en el décimo Congreso ya era conocido como “El Apóstol del Espiritismo”
A finales de 1890 sale a la luz su libro “Después de la Muerte” que le sitúa como escritor de primer orden, las ediciones se agotaban muy rápidamente y era solicitado por periódicos y revistas de la época.
Su tercer libro apareció en 1903, el mismo año que su madre desencarnó y se llamó “En lo Invisible” donde explica y resume el resultado de sus estudios de tantos años acerca de la mediumnidad.
En 1908 León Denis se somete a una intervención quirúrgica en la vista, debido a que cada vez la tenía más debilitada y de la cual no consigue grandes resultados. Debido a esto, aprende Braille y cuenta con ayuda de secretarias para poder continuar su correspondencia, sus libros y sus estudios.
En 1911 justo cuando consigue editar su libro “El problema del Ser y del Destino” cae gravemente enfermo a causa de una neumonía de la que consigue recuperarse.

Muy interesado en la figura de Juana de Arco, escribe el libro “La verdad sobre Juana de Arco” que al reeditarse publicó con el nombre de “Juana de Arco, médium” basada en relatos históricos y completándola con comunicaciones mediúmnicas dadas por la propia Juana a Leon durante varios años.
En 1914 estalla la primera guerra mundial, cosa que produce en él un gran dolor y tristeza. Escribe varios artículos relacionados con el tema que son publicados por la Revista Espírita, llevada en aquel momento por Jean Meyer. Por aquel entonces Leon estaba prácticamente ciego. Tiempo después aparece una recopilación de dichos artículos con el nombre de “El Mundo Invisible y la Guerra”.
Entre 1922 y 1924 escribió los libros “El Espiritismo y el Arte” donde escribió especialmente sobre su pasión, la música, y “El Espiritismo y las cuestiones Sociales”.

A la edad de 81 años, en 1927 escribe su último libro llamado “El Genio Céltico y el Mundo Invisible” en el cual, en su parte final se encuentran algunos mensajes dados por Allan Kardec como espíritu a León Denis.
El 12 de Marzo de 1927 desencarna Leon Denis a causa de una neumonía. Sus últimas palabras fueron para su secretaria Georgette indicándole que enviara su último libro a Meyer para su publicación. El entierro se realizó en el cementerio de La Salle en Tours, de forma modesta y humilde a petición del propio León.


                         FRANCISCO CANDIDO XAVIER



Del libro "La Vida Triunfa - Investigación sobre los mensajes que Chico Xavier recibió" de Paulo Rossi Severino y Equipe de la Asociación Médico-Espirita de São Paulo, AME-SP, publicado por el Editorial FE .
Francisco Cândido Xavier nació en Pedro Leopoldo, Estado de Minas Gerais (Brasil), el 2 de abril de 1910. Miembro de familia numerosa, huérfano de madre a los cinco años, conoció toda la amargura de ser niño pobre, abruptamente arrojado de las suaves faldas maternas para caer en manos nerviosas de la madrina que le aplicaba castigos corporales a diario. Tras dos años de sufrimiento, durante los cuales añoraba el reencuentro con la madre, volvió al hogar paterno, gracias a los esfuerzos de Cidália, la joven bondadosa con quien se unió el padre.
Las dificultades de subsistencia material fueron constantes durante toda su infancia y adolescencia. Muy temprano, a los ocho años y medio, el niño Chico[1]empezó a trabajar para aportar al sustento de los hermanos, que eran quince en total.
A la par de esa lucha por conseguir el pan de cada día, extraños fenómenos sucedían en su existencia, que le causaban conflictos psicológicos intensos. A los cuatro años y medio ya registraba la presencia de espíritus que le decían cosas incomprensibles para su mentalidad infantil. Veía a la madre desencarnada en el patio de la casa de la madrina, que le recomendaba tener paciencia para afrontar el sufrimiento. En la escuela pública, en donde efectuó los estudios primarios, escuchaba a los espíritus que le dictaban versos y composiciones sobre los temas más variados. Sus conflictos aumentaron en la adolescencia, cuando la fe católica en que se educó, reprimía todo ese contenido fenomenológico que sin embargo crecía con el tiempo, sin que tuviera alguna explicación plausible.
A los 17 años se hizo espiritista por motivo de molestia en la familia. Una de sus hermanas, Maria Pena Xavier, se enfermó y solamente el Espiritismo la curó porque se trataba de obsesión espiritual. El joven Chico encontró, en ese entonces, la explicación para todas las ocurrencias extrañas de su infancia y adolescencia.
El día 8 de julio de 1927 recibió el primer mensaje escrito, firmado por un espíritu amigo, y a partir de ese momento no cesaron sus actividades en el campo mediúmnimico de la psicografia.
Trabajó en varios lugares y finalmente se estabilizó como funcionario del Ministerio de Agricultura del Estado de Minas Gerais, el cual mantenía la Hacienda Modelo en Pedro Leopoldo. Trabajó por 30 años corridos, sin vacaciones, sin domingos o días de descanso. Vivió siempre modestamente y ayudó a la educación y sustento de sus hermanos y sobrinos.
En 1959 se trasladó a Uberaba, en el conocido "Triángulo Minero", en donde sigue, hasta la fecha, con las mismas tareas en el campo de la psicografia.
Ya recibió 320 libros y unos 600 autores espirituales. Inició la recopilación en 1932 con "Parnaso de Extra Tumba", obra maestra de la literatura mediúmnimica, que incluye poemas de poetas luso-brasileños con el mismo estilo que los caracterizó en vida.
El acervo producido por su intermedio, además de poemas, incluye trovas, novelas históricas, cuentos, alegorías, reportajes, instrucciones doctrinarias y revelaciones científicas.
Hasta ahora constituye el best-seller incontestable de todo el movimiento editorial del país. Las obras recibidas se han traducido a 33 idiomas y sólo en Brasil se editaron 18 millones de ejemplares.
En su producción mediúmnimica hay aspectos muy nítidos que se deben señalar. El primero es el consuelo, porque los mensajes sustentan los corazones debilitados por el dolor y les devuelve el aliento para vivir al comprobar la existencia de la vida más allá de la tumba. Otro aspecto es la instrucción doctrinaria, como complemento de la obra codificada por Allan Kardec; y está también el aspecto de revelación con informaciones importantes en el sector científico y en el campo social, que se han confirmado a lo largo del tiempo.
Es importante señalar que el médium no se ha beneficiado jamás de las ganancias financieras recaudadas con la venta de las obras[2]. Aún cuando la situación familiar era de gran pena, jamás aceptó ayuda. Hasta la fecha vive de modesta jubilación como funcionario.
Todavía hay un detalle que conviene subrayar: solamente tras 40 años de ejercicio continuo de la actividades mediunimicas empezó a recibir mensajes para los familiares. Acorde a sus propias aclaraciones, hace falta mucho entrenamiento por parte del médium para que el espíritu comunicante tenga libertad de expresión.
Chico Xavier ya recibió títulos honoríficos de ciudadanía en un sinnúmero de ciudades brasileñas, y más de un millón de firmas lo indicaron para el Premio Novel de la Paz [3]
Nota****Chico Xavier desencarnó el 30 de Junio del 2002. Según publicaciones de la época el médium se tumbó a las 19,20 y, diez minutos despuués, abandonaba este plano de vida serenamente. Murió tranquilo como un ave que regresa a su tierra de origen. Había llegado el momento de abandonar ese cuerpo que ya no le servía pero que le permitió entre muchas grandes obras de amor la psicografía de más de 400 libros.
Observaciones
[1] "Chico" es el apodo familiar brasileño para el nombre "Francisco".
[2] Las ganancias de sus obras han sido destinadas para institutos benéficos como hospitales, abrigos para idosos, hogares para huérfanos, ayuda a los niños carentes, etc. ...
[3] Al final del siglo XX, ha recibido el titulo de "Mineiro do Século" (Minero - nascido en Minas Gerais - del siglo) por votación popular en su estado de nacimiento, Minas Gerais.
[4] El texto fué escrito en 1990;
[5] En este mes (del año 1990) Chico Xavier ha completado 91 años. Por problemas de salud y por su edad, ya no puede caminar, pero sigue trabajando en el Grupo Espiritista de la Plegaria. Allí, todos los sábados, con gran paciencia y abnegación sigue recibiendo la multitud de personas que lo visitan.




BIOGRAFÍA DE FERNÁNDEZ COLAVIDA - JUSTO TRIBUTO


Y quien mejor que Amalia Domingo Soler para hacer esta biografía-homenaje ahora que se cumplen los 120 años de la desencarnación de Fernández Colávida, traductor al español y editor de las obras de Allan Kardec y fundador de la “Revista de Estudios Psicológicos” de Barcelona. La hemos sacado del periódico que escribía Amalia, La Luz del Porvenir, del número de Enero de 1889, justo un mes después de que nuestro querido amigo volviese al mundo espiritual.
----------------------------------------------------------------------------

I
Vamos a ocuparnos de un acontecimiento, que a pesar de reproducirse continuamente, pues en la lista de los fallecimientos de las grandes ciudades no pasa un solo día en que no se dé cuenta de tantas o cuantas defunciones, sin embargo, hay muertes, mejor dicho, hay seres que cuando abandonan la Tierra dejan un vacío en la sociedad o en la escuela a que pertenecen, que difícilmente puede llenarse con el trabajo y la sensatez de otro ser que se asemeje al que en cumplimiento de justa ley rompió las ligaduras de su envoltura material y dejó su cuerpo inerte en la fosa, mientras su espíritu voló al espacio buscando nueva vida y nueva acción; y de uno de estos seres irreemplazables vamos a ocuparnos, de D. José María Fernández Colávida que en el año 1819 vino a la Tierra dejándola el primero de Diciembre de 1888. Cuentan sus biógrafos que nació a orillas del Ebro, mas… bien considerado, lo mejor será que copiemos textualmente lo que sobre Fernández publicó el almanaque espiritista de 1873.

“Tenemos que ocuparnos de uno de los más incansables y ardientes partidarios de la doctrina espiritista a la que ha llegado por una intuición manifiesta desde la infancia, por el reconocimiento de la influencia providencial en los hechos culminantes de su vida, por la lógica misma del sistema filosófico y lo que es más notable, por el sufrimiento, por las pruebas”

“Los padres del señor Colávida murieron bien desgraciadamente; uno fusilado por los furores de la política, otra muerta también violentamente, por la imprudencia de un cazador, desgracias ambas, capaces de llenar de eterna melancolía el corazón de un hijo amante”

“El señor Fernández Colávida nació en 1819, a orillas del Ebro; sus estudios fueron interrumpidos por la guerra civil, y se vio obligado a dejar los libros por la espada, que a la conclusión de la lucha fraticida, borrón de nuestra historia contemporánea, volvió a trocar por aquellos”

“Los azares de la guerra mermaron en grande escala su familia y bienes y en la imposibilidad de continuar una larga carrera científica, por falta de medios materiales, concluyó la de notariado bajo la influencia de la perniciosa estrella que alumbró su nacimiento, pues el ministerio Mayans trastornó sus planes, al quedar domiciliado en Barcelona en 1844 para dedicarse a los trabajos de su escribanía”

“Influido por la ilustración nada común de su padre fue cristiano sin sombras de fanatismo y como quedara huérfano cuando más necesarios eran los paternales consejos, luchó en su conciencia con los abusivos ritos e intolerables dogmas de la escuela católica y concibió el proyecto de la publicación de un periódico conciliador que fue la expresión de sus sentimientos y aspiraciones religiosas”

“En aquella época conoció la doctrina espiritista, hallando en ella la solución de sus dudas y dedicándose a su propaganda, pues el hombre recto no satisface su conciencia hasta que no trata de hallar para los demás el bien en el que él descansa”

“Aconsejado por los espíritus para que tradujera y publicara las obras más a propósito para la iniciación en las doctrinas espiritistas, cumplió los deseos de los buenos espíritus y los amplió publicando el año 1869 una revista sobre la materia que continúa viendo la luz (1)”

“Efecto de la gran propaganda hecha para la expendición de sus traducciones, el señor Fernández Colávida ha recibido comunicaciones de Montevideo, Buenos Aires, Bogotá, Río de Janeiro, Lima, Cuzco, Guayaquil y Filipinas; puntos en donde germinaba el estudio del espiritismo, al que contribuyó en gran manera”

“La vida del señor Fernández Colávida abunda en hechos desgraciados y su fe en la consoladora doctrina que tan acérrimamente sostiene es tan grande, por haber sido depurada en el crisol del infortunio, como grande es la satisfacción que tenemos al consignar que el hermano del que nos ocupamos es de los primeros espiritistas españoles por su celo, por su modestia, por su laboriosidad y digno de premio por lo mucho que ha sufrido”

De otros apuntes biográficos insertamos a continuación los siguientes párrafos:

“Cuando la última guerra Carlista, con todo su aparato de errores, cuando estaba en el más alto grado de su apogeo, surgió la idea de terminar tan fraticida lucha que convertía el suelo patrio en teatro de sangrientos y espantosos dramas. No diremos que fuera Fernández el que lanzara a los vientos de la publicidad tan humanitario proyecto; pero si consta que fue quien más influyó cerca de Don Ramón Cabrera para que publicara su célebre manifiesto, en cuya redacción intervino, el cual fue la aurora que llegó a dar luz a aquel sombrío cuadro, proclamando la paz entre hermanos y llevando el consuelo a millares de familias que gemían bajo el ignominioso y férreo yugo de tan bárbara opresión”

“¿Obraría en tal ocasión nuestro malogrado hermano influido acaso por el recuerdo doloroso que conservara de su campaña en la guerra de los siete años, la cual fue causa del fusilamiento de su padre y la ruina de su familia? No cabe dudarlo desde el momento que las gestiones practicadas por Fernández a favor de la paz tuvieron el carácter de febril agitación. Por su cuenta se imprimían multitud de proclamas que a costa de innumerables sacrificios imposibles de describir llegaban hasta las filas carlistas y hacían vibrar las cuerdas del sentimiento humano adormecidas, mudas en el corazón de aquellos soldados que tan súbitamente fueron deponiendo su bélica actitud”

“De la casa de nuestro amigo salían diariamente cestos llenos de impresos, cuyos bultos simulaban envíos de dulces y frutas, facturándolos para todos aquellos puntos de la Península donde más encarnizada estaba la lucha. Los ordinarios de los pueblos eran inconscientemente los instrumentos de que se valían los delegados de nuestro hermano para esparcir por doquiera sus mensajes de paz. Inmensos eran los sacrificios que este trabajo le ocasionaba y él los soportaba sin la ayuda de nadie, pues cuando se trató de recompensárselos enviándole remesas de fondos de los destinados por el Estado y por el mismo Cabrera a la propagación de la paz, Fernández los devolvía diciendo que cuanto ejecutaba era muy poco para que pudiera saldar la cuenta que tenía pendiente por su campaña de la juventud; y téngase en cuanta que algunas partidas de fondos no bajaban de 20.000 pesetas y que por aquel entonces no cotaba más que con el corto sueldo que su cotidiano trabajo le proporcionaba”.

“A la terminación de la guerra se ofreció a nuestro amigo el retiro de Coronel, empleo alcanzado después de siete años de continua lucha, cuyos honores y retribución rehusó a pesar de haberse en ello empeñado elevadísimos personajes”.

“Fernández ha llevado una vida de incesante trabajo moral y material y su mayor timbre de gloria tal vez sea el haber muerto pobre dejando por toda herencia a su familia un nombre admirado y bendecido, lo cual es mucho más estimable que todos los tesoros del mundo y que todos los oropeles efímeros de los poderes sociales”.

El Diluvio, periódico que se publica en Barcelona, al ocuparse de la muerte de Fernández, dijo lo siguiente:
“SÉALE LA TIERRA LIGERA.”

Después de una larga y penosa enfermedad ha fallecido en esta ciudad D. José María Fernández Colávida, presidente que fue de la Asociación de Amigos de los Pobres y fundador y propietario director de la Revista de Estudios Psicológicos.

Era el Sr. Fernández Colávida un apóstol del espiritismo y durante veinte años lo ha propagado y defendido en la prensa ya desde las columnas de la Revista de Estudios Psicológicos, ya en un gran número de obras que, o traducidas u originales dio a la estampa, expediéndolas a precios tan fabulosamente baratos que escasamente representaban su coste.
Si no estamos mal enterados el Sr. Fernández Colávida en su juventud había pertenecido al carlismo y hasta lo había defendido con las armas en la mano, alcanzando graduación en las filas de D. Carlos, pero cuando conoció el Espiritismo con las ideas de progreso indefinido que este predica, abandonó por completo la causa del retroceso, se humanizó por entero y hasta sospechamos que llegó a arrepentirse de haber empleado mal el tiempo que dedicara a imponer por la fuerza ideas retrógradas de los que quisieran volvernos a los tiempos de Felipe II, de Carlos I o de Fernando VII.

Desde esta transformación el Sr. Fernández Colávida fue otro hombre. La vida del apostolado por la nueva doctrina le ha llevado a morir pobre. La idea del lucro quedó en su ser abandonada por completo ante la idea humanitaria, realizando así un progreso rayano en el heroísmo.

II
Nada más cierto, Fernández ha sido un verdadero apóstol del Espiritismo; ha amado su ideal filosófico sobre todas las cosas de la tierra y bien lo probó cuando en el día 9 de Octubre de 1861 en la explanada de Barcelona, en el lugar donde se ejecutaban los criminales condenados al último suplicio, por orden del Obispo de la ciudad Condal fueron quemados trescientos volúmenes y folletos sobre espiritismo propiedad del Sr. Fernández. Este siguió imperturbable su trabajo de propaganda fundando su Revista de Estudios Psicológicos en Mayo de 1869, Revista que hasta sus postreros instantes ha cuidado como padre amorosísimo para que no le faltara a la hija de su trabajo y de su perseverancia el nutritivo alimentos de artículos filosóficos, narraciones científicas, crónicas interesantes y todo cuanto puede embellecer a un periódico, dotándole además de condiciones materiales inmejorables, siendo la Revista de Estudios Psicológicos el mejor periódico Espiritista de España por su recto criterio, por la ciencia profunda de sus enseñanzas, por su concienzuda y analítica observación, por su prudente reserva y separación completa de todo ideal político, la Revista de Fernández ha sido puramente Espiritista y este es su mejor abolengo. Fernández ha sido uno de los espiritistas que más ha trabajado en España en la activa propaganda del Espiritismo, pero su trabajo no ha sido ruidoso, pera verle a él en el lleno de sus admirables facultades, era necesario ir a su casa y penetrar en su despacho, amueblado sencillamente, pero la limpieza y el buen gusto embellecían aquel aposento en el cual siempre entrábamos con respeto. Tras de una gran mesa cubierta de libros y periódicos se encontraba Fernández leyendo atentamente innumerables cartas de consultas espiritistas. Desde el general hasta el último soldado, desde el severo magistrado hasta el culpable presidiario, desde la honrada madre de familia hasta la mujer de galante historia, todos acudían en demanda de consejo y de explicaciones sobre los fenómenos espiritistas y Fernández, con una paciencia asombrosa, con una lógica admirable contestada a todas las preguntas que le hacían con cartas extensísimas en las cuales había más pensamientos que palabras. Si fuera posible reunir todas las epístolas que escribió Fernández sobre Espiritismo se formaría una colección que valdría tanto o más que las obras de Allan Kardec. Nosotros le decíamos muchas veces: “A usted hay que llamarle el hombre de las cartas por excelencia”.

El trabajo epistolar es enojosísimo, reclama tiempo, esfuerzo intelectual y gasto pecuniario continuo para no tener el menor lucimiento; porque una carta después de leída y contestada, por regla general se rompe; mientras que un mal artículo que se publica se lee y se comenta y da lugar a diversas discusiones, mientras que la carta por buena que sea, suele no leerla más que el interesado y a este trabajo de verdadera abnegación se dedicó Fernández la mitad de su vida terrena.

Téngase en cuenta que no somos amigos de las alabanzas póstumas, damos a cada cual lo que se merece y nada más justo que hacer constar lo que fue Fernández dentro de la Escuela Espiritista.

III

Hace tres años que Fernández no vivía, porque padecer continuamente es no vivir y a pesar de su inmenso sufrimiento, a pesar de su angustia incesante, su inteligencia no perdió un solo instante su admirable lucidez. Sus preguntas intencionadísimas herían a fondo cuando hablaba sobre los malos centros espiritistas y su profundo conocimiento del espiritismo le hacía encontrar el ridículo de la inocente credulidad, donde los demás espiritistas veían glorias y triunfos.

Cuando entramos en su alcoba y vimos su cadáver tendido sobre su lecho, se levantó ante nosotros su gran figura como apóstol del Espiritismo y al verle despojado de las miserias humanas, al verle desprendido de su envoltura material, nos pareció mucho más grande de los que le habíamos visto durante su permanencia en la tierra.

Gran número de espiritistas (pero no todos los que debían haber acudido) le acompañaron al cementerio de los disidentes, sobre la caja depositaron dos coronas de flores dos amigos del finado, las gasas que pendían del féretro las llevaron al Presidente del Centro Barcelonés de Estudios Psicológicos y los señores Agramante, Casanova, Dieguez y otros cuyo nombre no recordamos, presidió el duelo del vizconde de Torres-Solanot y un sobrino del difunto, al llegar al cementerio condujeron el cadáver hasta detenerse delante de su última morada, allí abrieron la caja y los últimos rayos del Sol poniente lanzaron sus pálidos reflejos sobre la venerable cabeza de Fernández.

¡Momentos solemnes! La multitud conmovida y silenciosa rodeó el ataúd mirando con avidez el cuerpo del filósofo que pronto iba a desaparecer tras de la losa del sepulcro. El vizconde de Torres-Solanot profundamente impresionado anunció a los circunstantes que la directora de La Luz del Porvenir iba a leer una poesía y acto seguido leímos la composición siguiente:
Has perdido la escuela espiritista
Uno de sus más firmes campeones;
¡Feliz aquel que con valor conquista
La fe de sus profundas convicciones!

¡Feliz el que consagra una existencia
A defender su credo sacrosanto;
Y busca en los misterios de la ciencia
El medio de enjugar mares de llanto!

¡Feliz el que proclama con anhelo
De la verdad sublime enseñanza;
Y a todos los que gimen abre un cielo
Y al náufrago da un puerto de bonanza!

Esto Fernández hizo; convencido
Que la verdad suprema poseía,
Con un trabajo nunca interrumpido
Ni en sus postreras horas de agonía.

Dejó de difundir los resplandores
Del astro que su mente iluminaba;
Matizando con vividos colores
Cuanto en su nombre anhelo pronunciaba.

Fue el Kardec español, a su memoria
Debemos erigir un monumento;
¡Que bien merece perpetuar su gloria
El que tuvo tan claro entendimiento!

El que supo luchar con heroísmo
Aunque sus libros consumió la hoguera
¡Apóstol del moderno espiritismo...
De la fe racional clara lumbrera!

Duerma tu cuerpo, no en humilde fosa,
(Que mármoles merecen tus despojos)
Para el que tuvo vida tan honrosa
Y por su ideal sufrió tantos enojos.

Debemos levantar a su memoria
¡Gigante monumento de granito!
Para su nombre…. La terrena gloria
Para su alma… ¡la luz del infinito!

IV
Fue muy bien acogida la idea de levantar un monumento a la memoria de uno de los más grandes espiritistas españoles, el señor Casanova habló más extensamente sobre la misión de Fernández y el vizconde de Torres-Solanot leyó algunas líneas dedicadas al Kardec español; mientras esto sucedía nos sentamos a corta distancia del lugar donde se le rendía el último homenaje a uno de los obreros del progreso y allí dimos gracias a Dios por haber llegado España a un grado tal de adelanto que, libremente, sin discordias, sin escándalos, sin contienda con los ministros de ninguna religión se entierra dignamente a los libre pensadores rindiéndoles el justo tributo a que se han hecho merecedores por su trabajo realizado en la tierra, sin que nadie intervenga ni moleste en actos tan solemnes a la familia y compañeros del finado.

He aquí la realización de nuestro sueños: Libertad y respeto para todos los credos, porque todos caben dentro de las naciones civilizadas. Todas las Iglesias pueden elevar sus torres, todos los creyentes, escépticos o ateos pueden enterrar a sus muertos al uso y manera que esté más en armonía con sus creencias y costumbres. ¡Bendito sea el progreso universal!

Al comprender que la lectura de Torres-Solanot había terminado, nos acercamos a miara por última vez la noble cabeza del filósofo que pronto iba a desaparecer y a perder su forma en cumplimiento con las leyes inmutables.Los preliminares del enterramiento son sin duda alguna dolorosos y cuando ponen la losa cubriendo la negra boca del nicho se siente un frío glacial; muchos de los que allí estábamos reunidos lo sentimos y melancólicamente impresionados dimos un adiós al fúnebre recinto y emprendimos la marcha hablando sobre el proyecto de erigir un sencillo monumento a la memoria de Fernández dentro del cementerio civil como lo tiene Allan Kardec en la necrópolis del Père-Lachaise en Paris.

¡Oh! Sí, sí, dijo el vizconde de Torres-Solanot, el pensamiento iniciado por Amalia Domingo debe llevarse a cabo y se llevará; estoy plenamente convencido de ello. Debemos levantarle un dolmen o dolman, es un monumento funerario druídico o celta, compuesto de dos piedras de granito, en bruto o sin labrar, colocadas perpendicularmente y sobre ellas una tercera piedra igual, descansando un poco oblicuamente.

La Sociedad espiritistas de Paris, en la primera reunión que celebró inmediatamente después de los funerales de Kardec, acordó erigirle un monumento alusivo e imperecedero, en el lugar donde descansan los restos mortales.

Y como entre todas las creencias antiguas, el druidismo practicado por los habitantes de la Galia, es el que más se aproxima a la doctrina espiritista, se acordó erigir a Allan Kardec un dolmen, como expresión del carácter del hombre y de la obra que se trataba de simbolizar. Monumento representación de la sencillez como el hombre por quien se levantaba y creo que Fernández es tan merecedor como Allan Kardec de un monumento que recuerde su paso por la tierra.
Todos estuvieron conformes en que se abriera una suscripción para costear los gastos de dicha obra, que por humilde y modesta que sea siempre es necesaria la cooperación de muchos para empresas semejantes cuando los iniciadores carecen de fortuna.

Llegó el momento de subir a los coches y nos separamos unos de otros después de haber cumplido con un deber sagrado, acompañando a su última morada a uno de los grandes obreros del Espiritismo.
Amalia Domingo Soler Enero de 1889 La Luz del Porvenir

----------------------------------------------------------------------------


Desgraciadamente, ese monumento o dolmen celta nunca se llegó a construir. El día 1 de Junio de 2007 tuvo lugar en el cementerio de Monjuïc un homenaje frente a la tumba de Fernández Colávida. La causa de este homenaje se debió a la reciente restauración de su tumba (muy próxima a la de Amalia Domingo Soler) iniciativa que llevó a cabo Blas González, miembro de la Asociación de Estudios Espíritas de Igualada y Vicepresidente de la Federación Espírita Española junto con la ayuda de diversos centros espíritas españoles, entre los que nos encontramos. La ubicación de la tumba se encuentra en el cementerio de Monjuïc, Panteón número 2, vía de Sant Carles 1ª.







Amalia Domingo Soler y su grandeza espiritual
Posted on Lunes, 11 de Abril del 2011 (0:00:49)
Topic: Biografías

Amalia Domingo Soler fue una mujer dotada de inteligencia clara y sutil. A esa inteligencia se le unía una personalidad extraordinaria, de grandeza espiritual incomparable. Todo esto le da en el campo de la literatura espírita, un lugar insustituible. Se puede decir que, de cierta manera, entre la primera línea de grandes damas espíritas, como son en Brasil Analia Franco y en Inglaterra Emma Hardinge Britte - está justamente considerada la Primera Dama del Espiritismo - ninguna otra mujer puede superarla.
La pluma presa entre los dedos débiles y Amalia, bajo la luz mortecina de su escasa vista pues, estaba casi ciega, tiene el valor de un símbolo, en las líneas que ella fue, dolorosamente trazando, no sólo viene despertando cerebros adormecidos a lo largo de los años sino, igualmente, define toda una época histórica del Espiritismo, época en que, en la conservadora España, la mujer ni siquiera se atrevía ni siquiera en pensar como salir de una letárgia de siglos, en el transcurso de los cuales, por fuerza, no tenía el derecho de ser más que una sembradora, un indefinible instrumento.
Huérfana y sola, Amalia arremetió contra los férreos bastiones y el único objetivo que para ella podemos emplear es el de "incomparable". Todo cuanto de bueno y bello se dice de ella, y se dirá, en el futuro quedará, pues lo tiene merecido, más las generaciones espíritas sabrán reconocer debidamente su porte moral, pues la historia de Amalia suaviza el corazón, consuela, despierta el ímpetu para la lucha, prepara las grandes causas.



Amalia Domingo Soler fue una mujer dotada de inteligencia clara y sutil. A esa inteligencia se le unía una personalidad extraordinaria, de grandeza espiritual incomparable. Todo esto le da en el campo de la literatura espírita, un lugar insustituible. Se puede decir que, de cierta manera, entre la primera línea de grandes damas espíritas, como son en Brasil Analia Franco y en Inglaterra Emma Hardinge Britte - está justamente considerada la Primera Dama del Espiritismo - ninguna otra mujer puede superarla.
La pluma presa entre los dedos débiles y Amalia, bajo la luz mortecina de su escasa vista pues, estaba casi ciega, tiene el valor de un símbolo, en las líneas que ella fue, dolorosamente trazando, no sólo viene despertando cerebros adormecidos a lo largo de los años sino, igualmente, define toda una época histórica del Espiritismo, época en que, en la conservadora España, la mujer ni siquiera se atrevía ni siquiera en pensar como salir de una letárgia de siglos, en el transcurso de los cuales, por fuerza, no tenía el derecho de ser más que una sembradora, un indefinible instrumento.
Huérfana y sola, Amalia arremetió contra los férreos bastiones y el único objetivo que para ella podemos emplear es el de "incomparable". Todo cuanto de bueno y bello se dice de ella, y se dirá, en el futuro quedará, pues lo tiene merecido, más las generaciones espíritas sabrán reconocer debidamente su porte moral, pues la historia de Amalia suaviza el corazón, consuela, despierta el ímpetu para la lucha, prepara las grandes causas.
Sus "Memorias" no consiguen mostrar la grandiosidad de la figura escuálida y sufridora, comportando, todavía, un fenómeno de gigantismo espiritual. Amalia nació el día 10 noviembre 1835. A los 10 años ya escribía poesías. Muy jovencita perdió el único ser familiar que le restaba: su propia madre. Para mantenerse pasa días y noches cosiendo para una parroquia rica y fútil, que apreciaba su gusto, más se negaban a pagarlo debidamente. Es cuando remite un poema al periódico "El Criterio" y recibe del gran espírita español, el Vizconde Torres Solanot, un ejemplar de su obra "Preliminares del Espiritismo".
El cortejo que condujo los despojos de Amalia al entonces denominado "Cementerio Libre" de Barcelona. Allí se encuentra sepultado, entre otros espíritas insignes de la época, José Fernández Colavida, considerado el Kardec español.
Su primer artículo espírita fue publicado en la primera página del nº 9 de "El Criterio", del año 1872, y se titulaba: "La Fe Espírita", pero fue el 4 abril 1874 que pasó a formar parte de los grandes propagandistas espíritas, publicando un famoso poema "En memoria de Allan Kardec". Amalia no disponía de recursos para la compra de libros y fue el gran Fernández Colavida que le remitió la colección completa de la obra de Kardec.
De ahí en adelante, completamente indiferente al precio que debía pagar por la defensa de una idea nueva y que debería lanzar por tierra las murallas del oscurantismo, mantuvo vivo el interés de toda una gama de lectores, con sus artículos llenos de belleza y humildad. Ella misma, en 1879 fundó un periódico, "La Luz del Porvenir", y su artículo de fondo, titulado "La Idea de Dios" causó tal revuelo que la revista fue condenada, por maniobra de intereses religiosos dominantes, a 42 semanas de suspensión. Pero el 4 de julio del mismo año hizo surgir en sustitución temporaria y con el auxilio de su amigo J. Torrents, "El Eco de la Verdad", del cual fueron publicados 26 números. Mientras tanto "La Luz del Porvenir" volvería a circular el 11 diciembre del mismo año.
Amalia tuvo la audacia de combatir y polemizar con los propios representantes de la Iglesia organizada. En marzo de 1884 El Padre Sallars pronunció en la catedral de Barcelona una serie de sermones versando sobre el "falso sobrenaturalismo de la secta de los espíritas".
Amalia rebatió su argumentación en 10 artículos magistrales. Pero en febrero de 1885 el padre Fita volvió a la carga y Amalia le replicó magistralmente en las páginas de "El Diluvio", en nueve lúcidos y  nobles artículos.
En diciembre de 1888, Amalia perdía un buen y fiel amigo, el gran José Fernández Colavida, director de la "Revista de Estudios Psicológicos". En España, por esa época, las mujeres no acompañaban los féretros al cementerio.  Amalia quebró el tabú y pronunció junto a la tumba del viejo amigo, un brillante discurso en inspirados versos. Todo esto la tornaba amada por unos y detestada por otros, haciendo de ella una de las mujeres más comentadas de toda Barcelona, no obstante su pobreza y simplicidad.
"La Luz del Porvenir" era enviada a los lugares más distantes y dirigida a los encarcelados, hospitalizados e infelices de toda suerte.  Los mensajes de Amalia tenían y tienen la virtud de llevar la esperanza a los corazones doloridos y desconsolados.
Sus obras tuvieran aceptación plena y "Las Memorias del Padre Germán" son hoy consideradas un clásico en la bibliografía espírita; todavía, entre ellas, sobresalen "El Espiritismo refutando los errores del Catolicismo," publicado en 1890 y hoy raro. En esas polémicas páginas Amalia, con seguridad impar y serenidad admirable, contesta a las acusaciones del obispo D. Vicente de Manterola, que acabara de publicar "El Satanismo, o sea, Cátedra de Satanás combatida desde la Cátedra del Espíritu Santo - Refutación de los errores de la Escuela Espiritista".
Había en la época muchas voces varoniles capaces de hacer frente a tales acusaciones, entre tanto, a pesar de los innumerables hombres ilustres que defendían la Causa, entre ellos el gran Miguel Vives, habría de ser una mujer la que, con valentía y ardor, rebatiese todas las acusaciones insensatas a través de la propia prensa.
Esta obra de Amalia, ese gesto de una mujer de apariencia débil, casi ciega, paupérrima, dotada de extraordinaria humildad, nos dice que no es preciso un gigante para mantener de pie un edificio, sino, simplemente, una inquebrantable voluntad.
La vida de Amalia fue toda ella sembrada de espinas y escollos. Desencarnó tuberculosa, después de haber adquirido una bronconeumonía, a la 1:30 de la madrugada del día de 29 abril 1909. Con 73 años. Conforme a su deseo fue depositada con vestido blanco en una caja muy simple. Amalia fue enterrada el día 1 mayo, a las 10 horas de la mañana. Aunque ella hubiese tomado la iniciativa de levantar el mausoleo de Fernández Colavida, considerado el Kardec español, su tumba permaneció en el olvido y sólo ahora conseguimos las fotos que ilustran estas notas obtenidas a través de Dº Concepción de Ballester, cuya madre, Amparo, fue médium y amiga íntima de D. Amalia.

Wallace L. V. Rodrigues
Anuario Espírita 1969
http://www.espiritismo.es




Arthur Conan Doyle.

Célebre narrador de la sagacidad.
Cada vida se dirige desde el ángulo por el cual el espíritu trazó su proyecto, y se ha dicho que: "el epitafio de esa vida debiera situarse en ese ángulo que abarcase todo el edificio de la existencia". La esposa de Sir Arthur Conan Doyle expresó en un breve epitafio la clave de la vida de ese gran hombre:

Sir Arthur Conan Doyle
Nació el 22 de mayo de 1859
"Temple de acero, rectitud de espada"
Esta inscripción en su tumba da una idea exacta de lo que quiso ser y de su total convencimiento de que seguiría viviendo, expresado en el detalle de no mencionar la fecha del deceso. Consecuente con ese pensamiento, el 11 de julio de 1930, un día de sol esplendoroso, la esposa de Conan Doyle lucía un vestido veraniego estampado con flores y sus amigos no vestían la indumentaria acostumbrada para un entierro. Acompañaban sus restos mortales con un gran sentimiento de admiración y respeto hacia el notable escritor y gran hombre que terminaba una fructífera jornada de 71 años.
Esa trayectoria hay que referirla necesariamente, desde las circunstancias anteriores a su nacimiento, porque si bien es verdad que el ser humano se hace a sí mismo, también es cierto que se vale de los elementos recibidos por herencia en el claustro materno y por el ejemplo en el seno del hogar.
John Doyle, abuelo paterno de Arthur pertenecía a una familia católica de terratenientes irlandeses emigrada forzosamente por persecuciones religiosas. Las leyes encaminadas a despojar de sus bienes al ciudadano común y el poder político que le confería la propiedad de sus tierras a la alta y pequeña nobleza, terminaron por arruinar a la familia Doyle.
John llegó a Londres a conquistar la ciudad, sin más capital que su inteligencia y su habilidad de pintor y dibujante. De semblante severo, maneras parsimoniosas y solemnes se hizo famoso con el lápiz y el pincel, como humorista y caricaturista intencionado que firmaba con el pseudónimo H.B.
Fue acogido socialmente y, muchos ilustres de esa época, entre ellos Walter Scott, Woodsworth, y Disraeli, el consejero de la Reina Victoria, fueron invitados habituales, en su mesa de Cambridge Terrace.
El abuelo John, hombre de profunda convicción católica, lindante con la intransigencia, se casó con Marianne Conan, una irlandesa católica perteneciente a una familia de artistas, con quien tuvo cinco hijos, a los que llamaron James, Richard, Henry, Charles y Annette.
Los cuatro fuertes y robustos varones fueron educados por su padre en el arte del dibujo y Richard (Ricky) superó el talento de su progenitor, haciéndose famoso en el "Punch", la prensa inglesa antagonista del "Times", donde ocupó un alto cargo hasta que renunció por negarse a aprobar una publicación humorística que incluía al Papa, considerada por él una irreverencia.
Charles, quien sería más tarde el padre de Arthur, además de dibujante se convirtió en arquitecto y fue nombrado jefe de Obras Públicas de Edimburgo, por lo que se trasladó a la capital de Escocia. Allí se hospedó en la casa de una respetable viuda irlandesa católica y después de un tiempo se casó con su hija Mary Foley, joven de 17 años, educada en Francia, donde se había especializado en Heráldica, disciplina muy apreciada en Europa para aquella época, donde se daba mucha importancia al estudio de los escudos de armas, las reglas que los rigen y el derecho a usarlos.
Al referirse a sus padres era elocuente en la expresión de sus sentimientos. De su progenitor decía: "Ya sabe cuanta es mi admiración por él, aunque sospecho que existe poca simpatía intelectual entre nosotros dos". Pero, al hablar de su madre le dedicaba párrafos especiales: "En todo momento era una dama, una señora, igual cuando le regateaba al carnicero o regañaba a una empleada atolondrada, pero también cuando revolvía el guiso con la cuchara de madera mientras sostenía con la otra mano la "Revue des Deux Mondes", leyendo muy cerca de sus ojos miopes".
Según él, "era una extraña mezcla de mujer hogareña y de mujer de letras sobre la base de una verdadera dama de abolengo e ideales". Toda su vida fue una apasionada lectora y dominaba la literatura inglesa y la francesa; pero se las ingeniaba para satisfacer su necesidad intelectual sin dejar de atender a sus quehaceres. Por eso era frecuente verla leer mientras fregaba, tejía o alimentaba a sus bebés. Arthur hablaba con cariño de sus manos serviciales y de su cerebro que comprendía todo con facilidad.
Por otra parte, esa mujer laboriosa tenía el orgullo de su origen, de pertenecer a una familia con muchos personajes ilustres, entre los que se encontraban algunos monarcas del mundo y se complacía en contar sus historias a sus hijos pequeños, mientras cumplía con sus tareas domésticas.
Muchos años más tarde, Arthur recordaba los momentos felices, cuando la escuchaba sentado sobre la mesa, balanceando sus piernas con pantalón corto y el orgullo que le daba sentirse diferente a otros niños. También comprendía que su madre no tenía simple vanidad, sino un respeto muy profundo por el cumplimiento de las normas consideradas honorables en la familia, se esforzaba por estar a la altura de su abolengo, y sólo su difícil situación económica le impedía mostrarse más espléndida con los que la rodeaban; pero también demostraba una férrea rigidez ante la simple sospecha de una bajeza o una falta a la honradez.
El niño recibía sus lecciones de heráldica con las que iba grabando en su pensamiento y en su sensibilidad las divisas del caballero que le servirían de ideal para el trazado de su vida: "Altivo frente al poderoso, humilde con el débil. Serás caballero con todas las mujeres, con las de alta alcurnia lo mismo que con las de humilde condición. Quienquiera que te pida ayuda, dásela, si es un desvalido".
Estos conceptos se verían luego reflejados en la conducta de Sherlock Holmes, el personaje novelesco que lo hizo famoso a lo largo de 59 libros en los que relató sus hazañas de detective excepcional.
De los Doyle, la familia de su padre, heredó la fortaleza física que le permitió ser un atleta destacado en boxeo, futbol y cricket; pero la influencia de su madre, menuda, activa e inteligente, se sintió mucho más fuerte y profundamente que la ejercida por su padre. Charles terminó encerrado en un empleo burocrático y su rutina se redujo a su oficina oficial, sus obras sin vender y su caña de pescar. La gran ilusión de su vida, exponer sus cuadros y dibujos en Londres, nunca la logró; pero Arthur se ocupó de hacerlo, después de su muerte, como un acto de solidaridad, amor y justicia.
Sus padres coincidían en su fe católica, pero ambos la manifestaban de muy distinta manera. El padre era inflexible y no hacía concesiones; según él, todo el que vivía fuera de la Iglesia de Roma estaba condenado sin excepción y le preocupaban algunas expresiones de su esposa y ciertas inclinaciones románticas que podían alejarla del recto camino. Años más tarde, Arthur recordaba con una sonrisa, un consejo de su madre al despedirlo cuando partía en un viaje en tren: "Cuídate. Usa ropa interior de franela, hijo mío, y no creas nunca en la condenación eterna".
En este escenario hogareño, con esta influencia espiritual, el niño creció orientando las preferencias de su personalidad. Cursó estudios de enseñanza media en el Colegio Jesuíta de Stonyhurst, Lancashire, situado en pleno campo, donde imperaba una disciplina férrea y los juegos atléticos ocupaban un lugar casi tan importante como el estudio de las materias académicas.
Su permanencia en el colegio representaba para su familia un sacrificio, que hacían gustosos para poder darle una educación esmerada. Allí comenzaron a despuntar sus aptitudes de escritor y el estudio de los clásicos latinos y griegos, de la literatura inglesa y francesa imprimieron en el muchacho una marca indeleble. Sin embargo, parece no haber tenido una gran simpatía intelectual ni sentimental, por sus maestros,
Era un muchacho de físico desarrollado, muy descuidado en el vestir y con una gran capacidad de observación; tenía un carácter muy firme, y hasta terco a veces, que lo llevaba a rebelarse frecuentemente contra determinadas normas muy severas que regían en el Colegio. Esto generaba fuertes castigos, duros golpes con la regla que dejaban sus manos hinchadas y deformadas, pero que sólo conseguían hacer estallar al tenaz y orgulloso muchacho.
Convencido de que sus maestros no lo querían y que tampoco eran justos, terminó por quebrantar las reglas deliberadamente y con desafío. Sin embargo, los favorables informes enviados por las autoridades a sus padres demostraban que el joven no estaba en lo cierto.
Se presentó al examen general en la Universidad de Londres, aprobó con honores y lo seleccionaron para que perfeccionase sus estudios humanísticos y sus conocimientos del alemán en el Colegio Jesuita de Feldkirch, en el Tirol austríaco, ubicado cerca de la frontera con Suiza. Allí pasó un año en un ambiente diferente, porque la disciplina no era tan rígida, el objetivo era el perfeccionamiento de lo aprendido, además de la orientación vocacional de los alumnos y también dedicaban muchas horas a actividades extra-académicas, como disfrutar de frecuentes excursiones a la montaña en el verano y del patinaje en el invierno.
En ese tiempo se convirtió en lector y admirador de Walter Scott, sobre todo de su "Ivanhoe", de Lord Macaulay con sus "Baladas de la Roma Antigua" y de Edgar Allan Poe con su "El escarabajo de Oro", obras que le dejaron una impresión perdurable.
Transcurrido ese año aceptó una invitación de sus tíos Richard y Anette para pasar unos días en Londres. En la Abadía de Westminster, visitó la tumba del gran historiador Macaulay a quien tanto admiraba; y luego se hospedó en la casa de su tío Michael en París, donde tuvo la gran satisfacción de recorrer los lugares gratos a Edgar Allan Poe.
Arthur reconoció que su ingreso a la Facultad de Medicina de Edimburgo fue sugerido y estimulado por su madre. Él no se opuso porque no tenía inclinación por ninguna carrera en especial, pero tampoco le disgustaba la medicina y en cambio sentía aversión por cualquier estudio que le obligara a dominar las matemáticas. Se presentó entonces, al concurso por oposición y ganó una beca que nunca recibió por complicaciones burocráticas, sin embargo inició sus estudios, con el apoyo familiar.
Fue una época distinta a la anterior, porque el ambiente universitario predominante en Edimburgo era libre-pensador y agnóstico, tal como imperaba en otras universidades europeas. Arthur no perdió el sentimiento de religiosidad aprendido en el hogar, pero fue apartándose de la ortodoxia, lo que lo inclinó hacia la tolerancia religiosa, a un deismo casi poético y a la pérdida de la fe ciega, lo que significó para él una gran lucha interna. "Me dicen que tenga fe, como si ésta pudiera tenerse por un acto de voluntad. Con la misma razón podrían decirme que sea pelinegro y no pelirrojo. La fe católica es una porción de buenas y nobles cosas mezcladas con un montón de asuntos inservibles ".
La vida universitaria cumplió con su objetivo formador, y durante toda su vida recordó siempre con cariño y admiración a uno de sus profesores, el Dr. Joseph Bell, quien le enseñó el arte de observar, ver y deducir, lo que más tarde se conoció como el "método Sherlock Holmes"
Había una circunstancia que lo intranquilizaba y que él llamaba "su estado habitual de vaciedad de bolsillo", ocasionado por el aporte mínimo imprescindible que recibía de su padre. Por eso, en las vacaciones consiguió un puesto de practicante con un médico instalado en un barrio pobre de Sheffiel; pero fracasó y se retiró a las tres semanas con una de sus típicas expresiones: "Estos habitantes prefieren ser envenenados por un hombre con barba que curados por un imberbe".
Se trasladó entonces, a la aldea de Shropshire con la intención de ayudar al médico de la localidad, pero en sus primeras conversaciones chocó inmediatamente con sus ideas conservadoras, sobre todo con su aprobación hacia la pena de muerte, lo que hizo imposible que continuara trabajando con él.
Durante las siguientes vacaciones se colocó como ayudante de un médico radicado en Birmingham dedicado a la atención de una numerosa clientela de obreros. Recibía un sueldo muy modesto pero lo hacía sentir más cómodo y confiado. Además, allí tuvo su primera satisfacción como escritor, pues tres meses antes de su traslado, había enviado al "Chambers Journal" una novela corta titulada "El Misterio del Valle de Sasassa", y con grata sorpresa recibió una carta comunicándole su aceptación y el pago de 3 guineas.
No se había graduado aún, cuando aceptó un puesto como cirujano en un pequeño barco ballenero en viaje hacia el mar Artico, con la ilusión de ganar 50 libras para entregárselas a su madre. La primera noche abordo se ganó el respeto de todos los rudos hombres de mar, pues el despensero lo trató con insolencia y Arthur le propinó una paliza, dejándolo muy maltrecho, incidente que hizo desaparecer cualquier gesto de insubordinación y que permitió un viaje en paz.
En 1881 se graduó de médico y en lugar de disminuir, sus angustias económicas aumentaron, porque no tenía capital para instalar un consultorio. Dejándose llevar por su carácter aventurero, decidió colocarse en un vapor de carga y pasajeros, en navegación por las costas occidentales de África. A su regreso le escribía a su madre "unas líneas para anunciarle que estoy a salvo y de regreso, después de pasar las fiebres de África, de estar a punto de ser devorado por un tiburón y como final, de haberse incendiado el barco Mayumba, entre Madera e Inglaterra".
Evidentemente, allí no encontró la solución a sus problemas económicos y el joven médico estaba preocupado y en aprietos porque debía ayudar a su familia. Sus tíos de Londres desearon auxiliarlo y le propusieron recomendarlo con la sociedad católica más influyente de la ciudad, si el sobrino aceptaba hacer honor a su condición de creyente; pero su respuesta fue impulsiva e irritada, afirmando su repudio a convertirse en un simulador.
Su familia insistió, no sólo para que lograra el ejercicio lucrativo de su profesión sino también para que "salvara su alma", y no se rompiera la tradición católica de la familia, mantenida a prueba de persecuciones. Lo invitaron a Londres pero la entrevista con sus tíos se desarrolló con mucha violencia, pues eran tan tercos como el sobrino y sostenían a ultranza que el Catolicismo era la verdad y todo lo demás era error. Por su parte, Arthur defendió con el mismo ardor su agnosticismo, sosteniendo que "la razón es la más alta dote que tenemos, y debemos usarla", con lo que perdió la oportunidad de una carrera lucrativa.
Se reencontró entonces, con el Dr. Budd, un antiguo compañero de la Universidad, convertido en un médico aventurero que se estableció inicialmente con gran propaganda para terminar en la quiebra, y luego se trasladó a otra ciudad en la que con procedimientos reñidos con la ética, consiguió hacerse muy popular.
Invitó a Arthur a asociarse con él quien aceptó a pesar de la oposición familiar; principalmente de su madre. Una carta suya donde emitía un juicio muy severo sobre el médico, cayó en poder de Budd, lo que desencadenó su venganza para colocar también a Arthur en la quiebra. Con esa idea, lo estimuló a establecerse en Portsmouth, garantizándole su apoyo económico para cumplir con el pago de los gastos iniciales. Arthur creyó en su lealtad y se lanzó a la aventura, trasladándose a esa ciudad donde no conocía a nadie, con el único capital de 5 libras, y sin los elementos indispensables, para alimentarse, dormir y mantener una habitación aseada y en orden; lo que lo obligaba a una vida muy estrecha. Más tarde recordaría que a la noche él mismo salía a pulir su placa de médico y a barrer la acera, mientras los vecinos dormían, para no desprestigiarse. Por otra parte, no ocultó sus ideas librepensadoras frente a las autoridades religiosas anglicanas de la ciudad lo que le valió cierta desconfianza y resistencia.
Al poco tiempo, recibió una carta de Budd retirándole su apoyo económico con lo que descubrió su intención y obligó a Arthur a reducir todavía más sus gastos, dispuesto a demostrar su temple.
Enfrentado a esa oscura situación, apareció una esperanza alentadora en julio de 1883, cuando recibió una carta del director del Cornhill Magazine, donde le comunicaba que había sido aceptada su novela corta "El Relato de Habakur Jephson" y le enviaba un cheque de 25 guineas. Esta revista tenía mucho prestigio y solamente publicaba literatura de buena calidad; por eso cuando apareció el trabajo de Arthur, muchos críticos supusieron que se trataba de escritos del propio Robert Stevenson o de Edgar Allan Poe.
Mientras tanto, Arthur comenzó a introducirse en los círculos deportivos de Portsmouth y pronto estuvo inscrito en los equipos de cricket y football.
Su trabajo mejoraba; pues poco a poco, iban llegando los clientes. Innes, su hermano menor, se instaló en su casa y se convirtió en su ayudante, con lo que alivió la carga familiar.Consecuente con su tradición, su madre le envió papel con el escudo de la familia para su correspondencia personal; pero la realidad era que muchas veces, Arthur no tenía dinero para pagar el franqueo.
Se dedicó enteramente a prepararse para el doctorado en medicina y simultáneamente, continuar escribiendo sus novelas. Sin embargo, esto último no era tan fácil como lo supuso con su primer éxito y sufrió el desencanto de ver como le devolvían, uno tras otro, todos sus trabajos.
Por fin, consiguió el doctorado en Edimburgo y un mes más tarde, el 6 de agosto de 1885, contrajo matrimonio con Louise Hawkins. Sus problemas económicos quedaron atrás, pues contaba con considerables ingresos profesionales y una renta de su esposa; por lo que contó con más tiempo disponible para leer y escribir, sus dos grandes y profundas inclinaciones.
El año 1891 fue decisivo en su vida. Hasta entonces había sido un modesto médico de provincia dedicado a la literatura, la cual no le reportaba mucho, a pesar de las cuatro novelas largas ya publicadas: "Estudio en Escarlata", su primera obra con los personajes Sherlock Holmes y Dr. Watson, "El Signo de los Cuatro", "Micah Clarke" y "La Compañía Blanca", así como varios cuentos cortos publicados en revistas reconocidas.
Era muy respetado en la población pero no se resignaba a esa vida limitada y decidió trasladarse a Londres. Antes de hacerlo se dirigió a Viena y París donde asistió a clases de oftalmología, dictadas por reconocidos especialistas, y se preparó para instalar su consultorio en un barrio distinguido de la ciudad donde esperaba tener éxito. Pero ni siquiera se estrenó como especialista de los ojos, porque en julio de 1891 comenzó a publicarse en capítulos su novela "Un Escándalo en Bohemia", en una revista popular llamada Strand, y antes de finalizar el año, Sherlock Holmes era el personaje más popular de Inglaterra, mientras el Sr. George Newnes se convertía en el más próspero y feliz de los editores.
Arthur Conan Doyle se enriqueció con este éxito y cerró definitivamente su consultorio médico, dedicándose exclusivamente a escribir, como siempre lo había deseado. Esto le permitió vivir con holgura, adquirir una hermosa casa y ocuparse económicamente de su familia. Su madre y su hermana menor, se instalaron en una pequeña casa de campo, su padre quedó internado en un sanatorio, dos de sus hermanos se mudaron con él y su hermano menor entró a la Academia Militar.
Su fama hizo que su trabajo se cotizara cada vez más; de allí que por su primera novela "Estudio en Escarlata" había recibido 25 libras, mientras que por "El Valle de Terror" le llegaron a pagar 10 chelines por cada palabra. Más tarde, sus obras fueron llevadas al teatro y al cine, traducidas a varios idiomas y conocidas en el mundo.
De su matrimonio con Louise Hawkins nacieron dos hijos: Kingsley y Mary Louise. La pareja disfrutó su felicidad hasta 1893, cuando a su esposa se le diagnosticó tuberculosis. Decididos a luchar contra la enfermedad se trasladaron durante una temporada a Davos, Suiza, y más tarde, a Surrey, donde se instalaron en una casa en la montaña, rodeada de bosques y protegida del viento. En este ambiente la vida de Louise se prolongó en condiciones de invalidez durante trece años, hasta que falleció el 5 de julio de 1906.
Desde marzo de 1897, Arthur estaba profundamente enamorado de Jean Leckie, quien le correspondía el sentimiento, pero fueron fieles a su sentido de la lealtad y el deber. Arthur escribía: "No podemos mandar en nuestros sentimientos, pero sí debemos mandar en nuestra conducta".
El 18 de septiembre de 1907, un año después del fallecimiento de su primera esposa, Arthur y Jean contrajeron matrimonio y se convirtieron en una pareja feliz que compartió ilusiones, ideales, luchas y la felicidad de tener tres hijos: Denis, Adrián y Lena.
Su obra literaria durante este período fue muy intensa y si bien cultivó otros géneros, su fama se basó en su aporte al relato policíaco y la creación de "Sherlock Holmes", uno de los detectives más famosos de la literatura universal.
La popularidad de Arthur Conan Doyle no se basó únicamente en la tendencia a identificar al personaje de ficción con su autor. Él mismo demostró, en muchas ocasiones, que su imaginación creadora y su arte de deducción los aplicaba mucho más allá de lo corriente, llegando a extraordinarios aciertos; tanto, que supo deducir algunos hechos técnicos, que motivaron a algunas personalidades de la época a compararlo con Julio Verne.
Su actividad era muy participativa y llegó a ser militante político dentro de las filas del partido liberal-unionista, donde sus líderes lo instaron a presentarse como candidato a diputado por dos distritos en los que tenía como única posibilidad, su gran popularidad como novelista.
En uno de ellos, la maquinaria partidista lo venció, porque la propaganda en su contra se basó en su antigua condición de alumno jesuita y no fue suficiente para los electores, que afirmara tener ideas deistas tolerantes. Mientras que la segunda derrota se debió al rechazo popular del programa imperialista de Chamberlain; pero hay que admitir, que en ambos casos influyó la negativa de Conan Doyle de hacer concesiones electoralistas renunciando a sus propias convicciones.
Sin embargo, se le reconoce que sin haber ejercido la actividad política en el gobierno, ni haber servido en el ejército, trabajó intensamente por Inglaterra, como lo hizo en la guerra anglo-boer, desencadenada por el enfrentamiento entre británicos y los colonos de origen holándes establecidos al norte de la colonia del Cabo en África del Sur, conocidos como boers; lucha originada por el descubrimiento de oro y diamantes, durante la segunda mitad del siglo XIX, en los estados independientes de Orange y Transvaal, fundados por los habitantes de origen holandés.
En 1877, una comisión británica se instaló en Pretoria, capital del segundo de los estados mencionados, declarando anexadas las repúblicas boer a Inglaterra, y desde entonces, se sucedieron las invasiones y las reconquistas entre boers y británicos.
El 11 de octubre de 1899 estalló una nueva guerra anglo-boer, los generales ingleses perdieron tres batallas en una semana y se encontraron con sus fuerzas cercadas. Hacía mucho que el Imperio no sufría una derrota semejante y envió a la colonia del Cabo sus mejores tropas, viéndose obligados también, a solicitar voluntarios.
Arthur Conan Doyle dirigió una carta a sus compañeron deportistas, hábiles jinetes en la caza del zorro y en las carreras, sugiriéndoles que formaran un Cuerpo de Voluntarios de Caballería, al cual él mismo se alistó, aunque su edad superior a los 40 años, no lo hizo apto. Apeló entonces, a su título de médico y se incorporó en condición de honorario a un Hospital de Campaña dirigido y financiado por un colega amigo suyo, el Dr. John Langman.
El 2 de abril de 1900, en plena época lluviosa, llegó a Bloemfonteim, donde acampaban 40.000 soldados británicos y se desató una epidemia de tifus que provocó más de 4.000 muertos. Conan Doyle se hizo cargo del hospital y se desempeñó como médico, enfermero y administrador, dedicándose, en sus momentos libres, a contarles a los enfermos cuentos e historias para entretenerlos, escribirles sus cartas y despedirlos cuando morían. Luego se incorporó al frente de batalla y le escribía a su madre: "Marcho hacia el sur, con la conciencia de que no he dejado por hacer nada de lo que debía. Y, gracias a Dios, he ganado con la experiencia".
Escribió también un libro donde presentaba numerosa documentación defendiendo al ejército inglés de la campaña de desprestigio lanzada en Europa por la prensa de los países rivales, con la acusación de cometer crueldades contra el enemigo. Este testimonio se conoció en varios idiomas y las utilidades de su venta fueron destinadas a crear una beca en la Universidad de Edimburgo, exclusivamente para sudafricanos, obtenida por primera vez por un zulú.
Más tarde, durante la guerra de 1914, los gobernantes de Inglaterra, especialmente su gran amigo Winston Churchill, acogieron algunas de las sugerencias aportadas por Conan Doyle.
Su obra literaria llegó a ser muy voluminosa y multifacética. Sus novelas históricas, fueron las más apreciadas por él, y es indudable que aportó en ellas su maestría técnica y su concepto de la acción dentro del relato. Esto se aprecia en "La Compañía Blanca", "Micah Clarke", "Sir Nigel y "Los refugiados", que integran el grupo dedicado a la historia antigua, como en las novelas dedicadas al ciclo napoleónico, "Las hazañas del brigadier Gerard", "Las aventuras de Gerard" y "Uncle Bernac", donde se evidencia el sentimiento de un inglés que amaba a Francia.
Estas fueron seguidas por cuatro novelas largas. En la primera, "Estudio en Escarlata", apareció sin éxito, su personaje Sherlock Holmes, prototipo del detective y modelo de educación científica. Pero en la segunda, "El Signo de los Cuatro", el personaje se hizo notar y comenzó a aparecer en forma regular en la Strand Magazine, alcanzando tal popularidad, que el autor debió "resucitarlo" por la presión del público, después de haber decidido su desaparición. De esta forma, ese hombre delgado, alto, de nariz afilada, de mirada aguda y penetrante llegó a superar las previsiones de Conan Doyle, hasta eclipsarlo a él mismo a los ojos del lector. Siguieron después, con e´xito similar, "El Sabueso de los Baskerville" y "El Valle del Terror".
Al mismo tiempo, escribió 57 novelas cortas, entre ellas "Un Escándalo en Bohemia", en la que triunfó definitivamente su personaje Sherlock Holmes, "Las Aventuras", "Memorias", "La Reaparición", "El Archivo" y "Su Último Saludo en el Escenario".
Otra de sus grandes figuras de ficción, el Profesor Challenger, encarnó a dos de sus admirados profesores de la Universidad, y se convirtió en el héroe de sus novelas de fantasías científicas "El Mundo Perdido", "El Cinturón Envenenado" y "El País de la Niebla".
Son de destacar, así mismo, algunas obras autobiográficas, surgidas de un especial estado de ánimo, con un hondo sentido humano y no dirigidas a todo el público, como "Memorias y Aventuras" y "Un Dueto, con un Coro Ocasional". Escribió la primera durante su estancia en Suiza, acompañando en su enfermedad a su primera esposa Louise, y la segunda, poco después de haber conocido a la que habría de ser su segunda esposa, compañera animosa y colaboradora de su vida. Además no podía dejar de lado sus experiencias en la guerra anglo-boers, cuyas emociones y anécdotas quedaron plasmadas en dos libros.
Se interesó profundamente en el estudio de las distintas actitudes en relación con la muerte; cuyas conclusiones inspiraron novelas como "La Tragedia del Korosko", que obtuvo gran éxito en el teatro.
No menos interesantes, sus cuentos y novelas cortas se reunieron para formar varios volúmenes, demostrando ser un maestro indiscutible del género, abarcando distintos temas de misterio, de médicos y de piratas, entre las que se destacan "Alrededor de Cuentos de Fuego", "Alrededor de la Lámpara Roja" y "La Bandera Verde"
Su fuerte afición al deporte, en los cuales descolló, se manifestó en novelas relacionadas al tema, sobre todo al boxeo que era su gran pasión, como en "Rodney Stone" donde logró pintar con extraordinaria viveza el ambiente boxístico en los tiempos de los grandes aristócratas deportistas.
Su riqueza cultural quedó plasmada en el teatro, demostrando las múltiples facetas de su personalidad artística y su enorme capacidad para lo dramático, logrando obras que alcanzaron renombre internacional, como: "Waterloo"; "Los Fuegos del Destino", "La Tragedia del Korosko"; "La Casa de Temperley", basada en "Rodney Stone"; "Un Pote de Caviar"y "La Banda de Lunares".
Sus obras de tesis y propaganda espiritualista ocupan un lugar aparte. Con ellas perdía una parte del dinero que ganaba a manos llenas con las otras obras suyas, y formaban parte, lo mismo que sus giras de conferencias, de una labor impregnada de sentimientos poéticos y de elementos orientales, unida a un criterio científico. "El Mensaje Vital", "La Nueva Revelación", "El Límite de lo Desconocido", "Meditaciones de un Espiritualista" y "Una Historia del Espiritualismo", se ubican entre sus obras espiritualistas más conocidas, así como innumerables artículos, varios volúmenes de poesías y su autobiografía "Memorias y Aventuras".
Su pensamiento evolucionó en tres etapas: la primera marcada por una profunda fe católica, la segunda agnóstica y racionalista, afirmada en un deísmo ecléctico y universalista, y la última cuando encontró pruebas de la inmortalidad del alma, bajo una concepción espiritualista.
Indudablemente, libró una lucha entre el sentimiento católico enraizado por su educación en el hogar y en la escuela, contra su razón que lo guiaba. En las "Cartas de Stark Munró" decía: "No creeré en nada que no pueda demostrarse por la razón".
La guerra de 1914 representó para él, una gran crisis sentimental, porque vió a varios seres queridos caer en la batalla o regresar heridos, entre ellos a su hijo y a su hermano. En esos momentos trágicos, la International Psychic Gazette dirigió una pregunta a algunos hombres eminentes, entre ellos Conan Doyle: ¿"Qué diría usted para consuelo de los que sufren?". Su contestación fue lacónica y propia del racionalista que odiaba la retórica vacía: "Me temo no poder decir nada que valga la pena. Sólo el tiempo sana".
Lily Loder-Symonds, gran amiga de Jean, la segunda esposa de Arthur, pasaba con ellos largas temporadas, sobre todo después de la guerra, cuando necesitaba compañía, porque había perdido a tres de sus hermanos y otro había sido herido y caído prisionero.
La joven había desarrollado la facultad de escribir automáticamente y se acostumbraron a reunirse en sesiones mediúmnicas, que Conan Doyle explicaba así: "Parecía que alguna fuerza extraña se apoderaba de su brazo y escribía mensajes que se decía que procedían de los muertos", aunque agregaba, "Hay que mirar siempre con recelo esto de la escritura automática, porque es muy fácil engañarse a sí mismo. ¿Cómo puede uno saber si la médium está inconscientemente dramatizando trazos de su propia personalidad?".
Sin embargo, un día recibió un mensaje de su amigo y cuñado Malcon Leckie, muerto recientemente en la guerra, quien se refería a un episodio del que sólo ellos dos podían estar enterados, por lo que ya no dudó más. Brotó en él, una fe en la inmortalidad del propio yo, tan ardiente como la de su niñez, pero muy distinta en su origen Por un camino diferente llegaba a la misma conclusión, su sensibilidad encontraba donde aferrarse y se convirtió en un emisario de la entonces llamada Nueva Revelación. En la Revista "Light" de 1916, decía: "O es una completa locura o es una revolución en el pensamiento religioso, una revolución que nos proporciona un inmenso consuelo cuando los seres que nos son queridos pasan al otro lado del velo".
Arthur Conan Doyle se aproximaba a su sexagésimo cumpleaños, era conocido y admirado mundialmente como el creador del superdetective Sherlock Holmes, se mostraba como modelo de caballero poseedor de los valores de la sociedad establecida, acorde con las creencias positivistas e ideales victorianos del siglo XIX, cuando anunció su conversión al Espiritualismo en la publicación de fenómenos psíquicos, y que confirmó con su libro "La Nueva Revelación", en el que daba una amplia información de su nueva creencia.
Muchos no entendieron que este brillante practicante de la deducción racional se involucrara en ese movimiento filosófico, considerado por algunos como una superstición fraudulenta, y se embarcara en una cruzada con el objeto de ganar adeptos para su creencia Espiritualista, durante quince años.
En realidad, tuvo conocimiento del Espiritualismo Moderno en 1887, porque uno de sus pacientes, el general Dreyson, astrónomo y matemático, le informó de su adhesión a esa nueva filosofía por su convicción en la continuidad de la vida luego de la muerte.
Conan Doyle se dedicó entonces, a leer literatura Espiritualista, comenzando con "Las Reminiscencias del Juez Edmonds", la historia de un juez americano que mantenía contacto, a través de un médium, con su esposa fallecida. Su primera reacción negativa, no le impidió leer el libro con interés, aunque con escepticismo. Sin embargo, estaba intrigado y asistió a varias sesiones con un médium, pero consideró que los resultados no eran concluyentes.
En su libro "La Nueva Revelación" describió el interés despertado por el tema, en aquellos tiempos: "Cuando estimé el Espiritualismo como un vulgar engaño de los ignorantes, podía evaluarlo; pero cuando estaba respaldado por Crookes, a quien conocía como un químico distinguido de Inglaterra; por Wallace, quien rivalizaba con Darwin, y por Flammarion, el más conocido astrónomo, no podía rechazarlo".
Este creciente interés se estimuló aún más, cuando descubrió que notables como Darwin lo habían rechazado sin un examen cuidadoso, lo que lo indujo a opinar: "Admití que no importa lo grande que eran ellos en ciencia, su acción al respecto fue muy anticientífica. Mientras que aquellos que estudiaron el fenómeno y que trataban de encontrar las leyes que los gobernaban, seguían la verdadera senda que ha brindado todo avance y sabiduría".
Hasta ese momento estaba interesado en la posibilidad de ampliar el conocimiento científico estudiando el fenómeno psíquico, pero diez años más tarde, la guerra afectó profundamente sus puntos de vista y la respuesta dada a la "Gaceta Internacional Psíquica" cambió radicalmente: "En presencia de un mundo de agonía, oyendo cada día acerca de la muerte de la flor de nuestra raza, veo súbitamente que este asunto por el que por tanto tiempo he luchado, no era meramente un estudio de las fuerzas fuera de las reglas de la ciencia, sino de algo tremendo, un derrumbe de las paredes entre dos mundos, un mensaje directo, innegable del más allá, una llamada de esperanza y de exhortación a la raza humana, en el momento de su mayor aflicción."
El mensaje personal de Conan Doyle recibido durante la guerra, quedó ignorado por todos, ya que él mismo optó por tenerlo toda su vida como un secreto privado. Su biógrafo John Dickinson Carr, asegura que él tenía una "intensa renuencia a hablar o escribir para el público de lo íntimo o personal"
Desde la finalización de la guerra hasta su muerte, en 1930, dedicó todas sus energías a la causa del Espiritualismo, que se convertiría en la fuerza central de su vida pública y privada. En su hogar, su esposa desarrolló la facultad de escritura automática y contaron con la colaboración de un instructor espiritual llamado Finias, de quien recibían constante orientación.
En la vida pública, Conan Doyle y su esposa viajaron por Europa, América y Australia; llevando el Espiritualismo ante grandes congregaciones, y participando de las reuniones y Congresos Espiritualistas y Espiritistas realizados en Francia y Bélgica. Entre ellos, el Congreso Espiritista de 1925 celebrado en París, donde se encontró con León Denis, Gabriel Delanne y Jean Meyer.
Con León Denis lo unió una estrecha amistad, tanto que en su honor, llamó Denis a uno de sus hijos; unida a una gran admiración por el maestro del Espiritismo y su obra filosófica. Una de ellas, "Juana de Arco, médium" la tradujo al inglés con el nombre "The Mystery of Joan D' Arc", alcanzando gran difusión en Inglaterra.
En su obra "Historia del Espiritualismo", recopiló datos y experiencias con su amenidad y dinamismo característicos, y afirmó la superioridad de esa filosofía sobre las religiones establecidas: "De la fe se ha abusado, hasta convertirse en imposible para muchas mentes alertas, y hay un llamado para pruebas y conocimientos. Esto es lo que el Espiritualismo aporta. Fundamenta nuestras creencias en la vida de ultratumba y la existencia de mundos invisibles, no sobre tradición antigua o vagas intuiciones, sino sobre hechos probados, de manera tal que puede crearse una religión científica, dándole al hombre un paso seguro".
La personalidad de Conan Doyle, alegre, extrovertida y vigorosa, había tenido pocas experiencias psíquicas espontáneas. No obstante, desde su juventud había descubierto una curiosa facultad por la que podía tender una cortina mental entre él y el mundo, induciendo un estado artificial de la mente, un estado disociado que lo convertía en el personaje del cual estaba escribiendo. Además, su precoz inclinación hacia el misterio y lo desconocido, lo inclinó a la búsqueda y lo dispuso para aceptar el Espiritualismo.
La primera guerra mundial destrozó la comodidad de la Inglaterra victoriana y destruyó los valores sobre los cuales Conan Doyle había basado su vida y su trabajo. Para hombres como él, la idea del progreso humano a través del progreso material se borró; la guerra retó sus creencias materialistas, por lo que buscó un propósito más alto, alguna última explicación por el horror de esta guerra. El Espiritualismo se la proveyó, dándole la única clave del enigma de esa masacre humana. Después de la guerra, Sherlock Holmes no volvió a la calle Baker.
Conan Doyle trató de ser un ejemplo, con su conducta noble y el respeto hacia todas las creencias. Sin embargo, no recibió reciprocidad en el trato, puesto que el rey Jorge V de inglaterra lo distinguía con su amistad personal y deseó elevarle al rango de par del Reino, pero los lores de la Iglesia Anglicana le pusieron el veto.
En febrero de 1925, completó un libro titulado "Las Aventuras Psíquicas de Edward Malone", publicado por Magazine Strand como "La Tierra de la Bruma", y aunque es una obra de ficción, contiene el más claro concepto de las creencias de Conan Doyle, a medida que se acercaba a la vejez y a la muerte; para alcanzarla en Sussex, en Julio de 1930.


           
Caibar Schutel
(1869-1938)
El Gran Misionero de Matão
Considerado en su época, por muchos, como el espírita Número 1 del país, Caibar de Souza Schutel fue una personalidad auténtica, digna y dinámica, que hizo y todavía hace en beneficio de la divulgación del Espiritismo, no solamente en suelos brasileños, sino también en otras naciones.
Hijo de Antero de Souza Schutel y de Rita Tavares Schutel, Caibar de Souza Schutel nació el 22 de septiembre de 1869, en el muncipio de Rio de Janeiro, entonces capital de Brasil. Su desencarnación, según narra Leopoldo Machado en el libro "Una Gran Vida", ocurrió el 30 de enero de 1938, en la ciudad de Matão, en el interior de S. Paulo.
Él no fue un buen alumno. A los 9 años de edad quedó huérfano de padre y madre, pero como espíritu altivo decidió no depender de nadie. Optó por ser prácticante de farmacia, profesión que lo acompañó hasta que desencarnó.
"Jamás me preocupo con el redito que mi trabajo pueda producir. Trabajo siempre preocupado con el deber. Desde que el trabajo pueda traerme lo suficiente para mi, lo restante es secundario", consideró una vez, Caibar Schutel.
Aunque fuera carioca de nacimiento, atraído por el interior, cambio la capital del imperio por Piracicaba, Araraquara y Matão, donde fundó una farmacia, algo que impresionó y mucho a los moradores, ya que el lugar no pasaba de ser un distrito de Araraquara.
En la condición de uno de sus emancipadores, fue el primer prefecto de Matão. En 1898, el Trabajador, humanitario y patriotico ciudadano Caibar de Souza Schutel, empleando todo el gran prestigio político que tenía y comprando con sus propios recurso el edificio para la instalación de la Cámara, consiguió, por intermedio de un proyecto del Diputado Francisco de Toledo Malta, la creación del municipio de Matão.
Era Caibar Schutel un orador de la Doctrina que era escuchado con placer, aprendiendo y recreando el espíritu, dice Leopoldo Machado. No fue un espírita de primera hora, ya que nació de familia católica, pero como toda alma iluminada, vivió su momento de conversión. El médium Calixto Nunes de Oliveira fue quien lo inició en el mundo del Espiritismo, poniéndolo en contacto con la Doctrina codificada por Kardec.
Resultado de su conversión, el Centro Espírita Amantes de la Pobreza fue instalado el día 15/07/1905, en Matão.
Fruto del dinamismo de Caibar Schutel, en agosto de 1905, el periodico O Clarim nació con el objetivo de defender y propagar los valores conocidos como libertad, solidaridad, remarcados por el Espiritismo. Años después, con la misma finalidad, el día 15/02/1925 vino a la luz "La Revista Internacional de Espiritismo".
A parte de farmaceutico, ejerció las profesiones de locutor, periodista y escritor, con lo que escribió, por ejemplo, "Espiritismo para Niños", libros que explican como la Doctrina debe ser enseñada a los pequeños.
María Elvira da Silva Schutel, popularmente conocida como Mariquinha, fue la esposa de Caibar Schutel, un ejemplo de dedicación y amor, que falleció algún tiempo después de la boda, víctima de la lepra.
A los 69 años, después de llevar una vida dirigida exclusivamente al bien, el misionero desencarnó. Su entierro fue una verdadera apoteosis, así como el enorme acompañamiento. Espiritas y no espíritas de muchas y lejanas localidades asistieron. Fue lo que el día 12/02/1938 publicó "O Clarim". Partía, entonces el Padre de la Pobreza, dejándonos innumerables lecciones de trabajo en favor del bien.




Bezerra de MenezesPDFImprimirE-mail
Biografias
Escrito por Administrador   
Miércoles, 08 de Octubre de 2008 17:13
Médico de las Almas.
Nació en Riacho do Sangue el 29 de agosto de 1831. Desencarnó en Rio de Janeiro el 11 de abril de 1900.
Conocer sobre su vida y su disposición humilde y constante para testimoniar las enseñanzas del Cristo es una necesidad de todo aquel que haya oído mencionar el nombre de Bezerra, el médico de los pobres, como lo llamaban sus contemporáneos, aquellos que de él recibieron pruebas de Amor y Renuncia. Hoy conocido como él médico de las almas, en el espacio.
Muchos relatos podríamos transcribir sobre lo hecho por este discípulo del Maestro. Sin embargo como recordar que habiendo sido promovido en el Mundo Espiritual, a Esferas Superiores, a instancias de Maria, decidió quedarse en las esferas más próximas a La Tierra, por amor a La humanidad que en ella viaja, aun distante del camino marcado por el Evangelio Redivivo.
Es prueba más que suficiente sobre su desprendimiento y entrega a La causa del servicio y socorro de quienes aun necesitamos, fortalecimiento, inspiración y coraje para afrontar las pruebas que la evolución nos demanda.
Indagar en su vida es reconfortante para quienes intentamos vacilantes y temerosos seguir los pasos de Jesús. Rogamos fuerzas a “la Madre Amantísima” (como él se dirigía a la Madre de Jesús) y a él su permanente le acompañaba hasta “el final de los tiempos”. Que así sea.
“Bezerra de Menezes, el Médico de los Pobres” Fue Cirujano, Teniente del Cuerpo de Salud del Ejército.
Socio efectivo de la Academia Nacional de Medicina.
Asesor para la Cámara Municipal de la Corte y su Presidente.
Diputado de la Cámara Federal.
Miembro efectivo y honorario de la Sociedad Auxiliadora de la Industria Nacional.
Miembro del Consejo y Socio Benemérito de la Sociedad Propagadora de las Bellas Artes.
Miembro del Liceo de las Artes y Oficios.
Presidente de la Sociedad de Beneficencia Cearense.
Presidente de la Federación Espirita Brasilera en 1889,
Vicepresidente en 1890 y 1891 y nuevamente Presidente desde 1895 hasta su desencarnación, el 11 de abril de 1900.
Algunos de los libros publicados:
“Lázaro”(Romance),
“La Casa Embrujada”(Romance),
“La Locura bajo Nuevo Prisma”(Estudio Psíquico Fisiológico),
“Una Carta de Bezerra de Menezes”(Su Profesión de Fe),
“Estudios Filosóficos”
(12 volúmenes, conteniendo la mayoría de sus artículos publicados en el Diario El País).
INSPIRACIÓN
Socorre a los que fueran sorprendidos por la tempestad cuando las semillas de sus mejores inspiraciones apenas empezaban el germinar.
No condenes a los que fueran vencidos por el cansancio, convertido en desanimo porque el Señor sabe cuanto les dolerá el recomienzo.
Extiende los brazos amigos a los que vacilan en las horas de aflicción y fatiga porque llegará igualmente para tus pasos el instante oscuro de las pruebas arduas en la preservación del trabajo que a ti fue concedido.
No censures a los que extraviaran a la distancia de los propios deberes, una vez que hay enfermedades que obscurecen el entendimiento y dilaceran el corazón.
Ayuda a todos…
Sirva a todos…
Vela por el bien de todos…
Comprende a todos y ofrece a todos cooperación y bondad.
Y toda vez que la perturbación te induzca al lamentable engaño de las horas perdidas, no comentes el mal, porque el mal es así como el pantano envenenado que a derramarse de su lecho, en que el Señor limite su rayo de acción, puede arruinar a tu propio camino, destruir tus propios recursos, aniquilarte el trabajo y amenazar el equilibrio y la prosperidad, la alegría y la seguridad del campo entero.
BEZERRA DE MENEZES
Médium: Francisco Cândido Xavier
Autor Espiritual: Bezarra de Menezes.